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- ¿Qué pasa entre esos dos?- me preguntó JJ viendo como Pope y Kiara hablaban.

- ¿No es obvio?- mire a mis dos amigos. Kiara intentaba hablar con el moreno, pero este no dejaba de hacer ruido con la moto arrancado y dejando a la chica sola.

- ¡Idiota!-  Ki vino enfadada hasta nosotros.- No hay quien lo aguante.

- ¿Por qué está tan enfadado?- le pregunte.- Si se puede saber...

-  Nada, no es nada.- me respondió rápido.- Se le pasará.

- Ya.- dijo JJ no muy confiado.- ¿Y qué vamos a hacer hasta las tres?

- Preparar comida y todo eso.- dijo Kiara conduciéndonos hasta la cocina del restaurante.

Preparamos la comida suficiente para el tiempo que duraría el viaje hasta que llegasen a la costa. Lo metimos todo en bolsas y fuimos a cargarlo al coche de Kiara.

- ¿Dónde estabas?- la madre de Kiara nos estaba esperando fuera.

- Estoy bien, he dormido aquí.- señalo el edificio.

- Ya, pues llevamos media noche buscándote.- le informo.- Tu padre también, Eros.- y como si lo hubiese invocado un hombre alto, delgado y con pelo algo canoso se acerco a nosotros gritando mi nombre.

- Me tenías muy preocupado.- dijo mirándome frente a él.- ¿Qué estáis tramando?- preguntó viendo las cajas de cargábamos.

- Mario, debemos irnos.- dijo JJ tratando de que nos dejasen en paz.

- De eso ni hablar.- interrumpió la madre de Kiara.- ¿No habéis visto la que hay liada?

Con la discusión de Ki y su madre de fondo, y sin dejar de mirar a mi padre abrí la puerta trasera del coche.

- Tenemos que ayudarle.- susurré.

- Lo sé, hijo.- acarició mi mano.- Solo tened cuidado, por favor.- asentí repetidas veces antes de cerrar la puerta.

Haciendo caso omiso a las insistencias de su madre, Kiara arranco el coche y se puso en dirección a la casa de JJ.

- Dulce hogar.- murmuró el rubio viendo su casa.

- ¿Quieres que te acompañe?- pregunté, pero el rubio negó y salió del coche sin darme tiempo a insistir.

- Se puede saber cuándo pensabas contarme lo que hay entre vosotros dos.- Kiara se dio la vuelta sobre su asiento en cuanto estuvimos solos.

- No se de qué me hablas, entre nosotros no hay nada.- dije rascándome la nuca nervioso.

- No intentes negarlo.- entrecerró los ojos.- Se perfectamente lo que vi ayer, no es que fuerais muy sigilosos.

- ¡Qué viste qué!- exclamé con miedo de que la chica hubiese visto más de lo que me gustaría.

- Tranquilo, solo vi un beso.- suspiré relajado.- Luego me di la vuelta para no ver absolutamente nada, pero por desgracia no soy sorda.

- Cállate,  Ki.- estire el brazo para darle un puñetazo amistoso en el hombro.- JJ...- murmuré al verle entrar.

- ¿Cómo ha ido?- JJ levantó su mano con las llaves de la lancha como respuesta. Al verlas y sin hacer más preguntas, Kiara arranco el coche en dirección al garaje en que la lancha estaba guardada.

Deslice el brazo entre el hueco del asiento de JJ para poder alcanzar su mano, el chico recibió gustoso mi acto entrelazando su mano con la mía y disfrutando de las caricias que le deba con el pulgar.

I N E F A B L E (JJ Maybank)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora