XVII

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Narra Thomas

Me fui al cuarto después de arropar a Judith.

No podía ser, estaba harto de Claudia... Pero ¿Damiano me haría algo así? ¿Porqué? Tenía demasiadas dudas, así que bajé a hechar a Claudia. Cuando bajé Claudia estaba encima de Damiano, pero Damiano no parecía estar haciendo nada.

-¡CLAUDIA! ¡VETE DR MI CASA!

En cuanto me vio, se puso ropa interior, la falda y se fue corriendo.. Fui a hecharle a Damiano la bronca de mi vida y cuando me puse delante suya Damiano parecía ¿Dormido?

-¿Damiano? ¡DAMIANO! - Chillé y Damiano seguía sin despertar... Estaba asustado... ¿Que habría hecho Claudia? Fui al cuarto de Victoria y allí estaba con Ethan, estaban jugando a la play, les avisé y vinieron conmigo.

-¿Y Judith?-Preguntó Victoria, no quería que Judith me viese así, y menos a Damiano.

-Em... Ella no viene, está durmiendo.-Dije algo borde.

(...)

Llegamos al hospital, dónde enseguida nos atendieron al ver a Damiano en ese estado, se lo llevaron a hacerle un lavado de estómago, ya que según muchos de los médicos que había allí, era lo más recomendable.
Estaba de lo más preocupado, por Damiano, y por Judith... ¿Y si se despertaba y veía que no había nadie en casa? Esos pensamientos me inundaban la mente.

Narra Judith

Desperté.

Tenía ganas de bajar a beber algo pero la pereza de apoderó de mí, así que decidí beber algo de café que me quedaba en la mesa junto a mi ordenador.

Pensé en ponerme a escribir así que eso hice, me puse mis gafas y me coloqué delante del ordenador.

Me planteé muchas veces dejar a Leonardo pero ¿no creéis que hay gente que tendríamos que haber conocido mucho antes?

Pues ese era mi caso, deseaba saber el pasado de mi amado, mi amado Leonardo. Que le habría hecho volverse tan cruel con el mundo, que le habría hecho yo, para que me dañara como lo hizo...

Estuve pensando demasiado rato en cómo hacer algo para que Leonardo viese que estaba dispuesta a ayudarlo, pero antes de seguir pensando recibí un mensaje, de Leonardo. Lo cual me extrañaba, ya que él no solía mandarle mensajes de texto a nadie, ni siquiera a mí.

Dejé de escribir cuando me llegó una notificación de correo electrónico en el ordenador ¿Quién mandaba correos a esta hora? Pues la verdad es que lo abrí, la curiosidad podía conmigo. El correo era de mi editorial, en específico, del jefe de la editorial.

Ese hombre no me gustaba nada... Siempre que iba a la editorial para algo siempre intentaba tocarme o simplemente coquetear conmigo. Sabiendo lo mío con Thomas.

De:Alberto De Luca
Para:Judith Rodríguez

Estimada Judith, soy Alberto como ya podrá saber, el dueño de la editorial. Me preguntaba si mañana podrías pasarte por mi despacho, y así ya sabes... Podrías hacerme un trabajo y así yo podría reducir el precio de la publicación del libro, si no es estás dispuesta a hacerme tal favor me veré obligado a mandarte a la calle a ti y a tu estúpido librito. Mañana en la oficina a las diez de la mañana.

Alberto De Luca.

Estaba harta de Alberto, no podía soportarle, decidí ir a ver a Thomas a su habitación, necesitaba descansar un buen rato y desconectar.

Pero cuando llegué a su cuarto no había nadie, fui al de Victoria y Ethan pero tampoco estaban allí y no quería ir a la habitación de Damiano, seguro que seguía con Claudia. Pero no tenía más remedio, fui, toqué la puerta. Nadie me abrió. Entré al cuarto, pero no había nadie. Fui al salón, esperando ver a algún måneskin mirando la televisión, pero no fue así. Terminé yendo al estudio aún sabiendo que los cuatro måneskin habían puesto una norma nueva:si no eres de la banda, no entres.

Entré, esperando ver a Damiano escribiendo canciones, Victoria con el bajo, Thomas haciendo el tonto con la batería de Ethan, y Ethan mirando a Thomas. Pero no fue así, no había nadie.

Estaba sola en casa.

Decidí llamar a Thomas a ver que sucedía pero no atendía al teléfono.

Llamé a Ethan, sabiendo que el era el más responsable así que más probable que lo cogiese.
No lo cogió.

Llamé a Vicky, aún con esperanza de que alguno cogiera el teléfono, marqué la tecla llamar.
No lo cogió.

Llamé a Damiano, él solía estar siempre activo en su teléfono, así que con la poca fe que tenía llamé.
No lo cogió.

Decidí llamar a Massimo a ver si él sabía algo o me podía ayudar.

-LLAMADA TELEFÓNICA-

-¿Judith? ¿Qué ocurre para que me llames a santas horas de la madrugada?

-Massimo. Estoy sola en casa, he buscado por todas partes pero no hay nadie y ninguno me atiende al teléfono ¿y si les pasó algo? ¿Y si me abandonaron? Massimo, me va a dar un ataque de ansiedad de verdad.

-Judith ante....

FIN DE LA LLAMADA TELEFÓNICA

Antes de que pudiera decir nada colgué, necesitaba meditar, tomar un té y pensar que todo iría bien..

(...)

Estaba teniendo un ataque de ansiedad, llevaba tres horas sola. Nadie venía, estaba empezando a cuestionarme si de verdad les había pasado algo.

Me tumbé en el sofá para esperar a que llegase alguno, pero no era así. Mi ansiedad aumentaba por momentos, la situación me sobrepasaba, estaba demasiado mal... Decidí ir a la cocina para tomarme una pastilla, la cogí, la puse en mi boca, y la tragué acompañada con agua.

Cinco minutos después me dí cuenta de que había tomado pastillas energéticas, así es.

Mi ataque de ansiedad aumentaba por momentos, estaba empezando a marearme, mucho, volví al sofá a ver si podía tumbarme pero calculé mal las distancias y acabé cayendo y golpeando mi cabeza contra la mesa. A partir de ahí no vi ni recuerdo nada.

narra Thomas

Dejaron a Damiano en el hospital esa noche. Seguía preocupado por lo que la estúpida de Claudia pudiera haberle hecho. Estábamos yendo ya a casa, el trayecto era silencioso, nadie hablaba, ni Ethan, ni Vic, ni yo. Era un silencio un poco incómodo porque ninguno sabíamos que decir así que inicié la conversación.

-Chicos. ¿Vosotros sabíais qué estaba ahí Claudia?¿ o no?-Después de decir eso Ethan alzó la cabeza.

-Yo... Yo sí, de hecho fui yo quién abrí la puerta. Claudia dijo que quería hablar con Damiano ya que era tu mejor amigo, me pareció sospechoso pero la dejé pasar, no debí..

-Eh tío, no pasa nada, hemos llegado a tiempo. Ahora vamos a casita y como si nada hubiera pasado. Eso sí, rezemos para que Judith haya estado durmiendo y no se haya despertado.

(...)

Llegamos a casa, abrí la puerta. Ethan y Victoria se fueron a sus habitaciones, no querían cenar ni nada. En cambio yo necesitaba despejarme, fui a ver la tele. En cuánto me puse a un lado del sofá, pude ver a Judith en el suelo con los ojos cerrados.

-¡JUDITH!

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HOLAAAAAA qué tal estamos todoOoOOOoOOOOooos, traigo este capítulo y yo solo digo que se vienen dos cosas:

UNA NUEVA HISTORIAA

y capítulos un poco.... Ufff que me duelen

ESO ES TODOOOO NOS VEMOS AMOREEES

Nadie me conoce realmente.-Måneskin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora