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Nia y Brayni habían llegado a la mansión Luthor,  Lori bajó a recibirlos con una gran sonrisa, les contó con detalles lo que había pasado, y aunque sabía que sus madres estaban en la habitación principal, no se imaginaban lo que estaba pasando en ese momento.

Los chicos subieron a la habitación de Brayni,  lugar donde Nia no había entrado hasta ese momento y se sorprendió al ver todos los juguetes tecnológicos que tenía a su poder. Nia y Brayni estaban concentrados en los juguetes mientras Lori tenía curiosidad de saber qué hacían en la habitación principal, así que con discreción se dirigió hacia allá.

Al llegar,  unicamente escuchaba voces, parecía una charla normal,  pero Lori no estaba satisfecha así que se quedó un rato más escuchando atrás de la puerta, hasta que escuchó con claridad un gemido, y la voz de su madre diciendo palabras que nunca creyó poder escuchar de ella.

Eso fue suficiente, salió corriendo con discreción y regresó a la habitación de su hermano. Al llegar,  la vieron sonrojada,  y los chicos preguntaron el por qué, pero ella no quiso hablar. Cambió el tema y se enfocó en un telescopio que tenía colgado su hermano.

Mientras tanto, en la habitación principal,  Lena y Kara pasaban un buen rato,  Lena besaba con gran estímulo a Kara, mientras una de sus manos hacía que Kara se llenara de placer. Poco a poco Lena fue bajando a sus pechos, Rosando con su lengua los pezones,  disfrutando de ellos,  mientras Kara le rogaba a Lena que bajara un poco más,  Lena,  consintiendola en todo, obedeció, bajó un poco más, Rosando su lengua en su abdomen, hasta llegar a su vagina; ésta se encontraba toda humeda y a Lena le excitó mucho más verla así,  no dudó en saborear sus fluídos,  mientras Kara disfrutaba cada vez más de Lena.

Dos caminos, un destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora