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Lena tiene una reunión importante, pero esta vez no es en L-corp,  sino en la mansión Luthor. El abogado de la familia la mantenía al tanto sobre el tema de Sam. Al parecer ella se encontraba en recuperación en el hospital, pero seguía bajo el resguardo de la policía. Iba a enfrentar un juicio por intento de homicidio,  la diferencia de esta vez  es que había evidencia en vídeo.

L: Quiero que la refundan en prisión.
Abogado: Tenemos todas las de ganar,  Lena. Pero tampoco podemos pedir cadena perpetua.
L: qué necesitamos para que eso suceda?
A: No podemos hacer nada.
L: De cuantos ceros hablamos?
A: Si hablamos en ese idioma,  puedo hacer que todo sea como tú pidas.
L: ya nos estamos entendiendo. Haz lo que tengas que hacer, sabes que por el dinero no tienes que preocuparte. Pero ten cuidado.  Sabes bien que conmigo nadie juega.
A: Lo sé, Lena.

El abogado se marchó, Lena se sentía feliz sabiendo que podía conseguir lo que quería. Subió a su habitación, Kara la esperaba,  semidesnuda. Lena al verla la empezó a besar y los gemidos de Kara fueron ahogados por cada beso de la ojiverde. De esa forma,  ambas llegaron a la cama, Kara se recostó sobre ella y Lena empezó a besar su abdomen, para poco a poco llegar a su vagina,  donde Kara, al sentir la lengua de Lena,  ni pudo evitar soltar un gran gemido.

Eso a Lena siempre la excitaba,  le gustaba escuchar los genidos de Kara,  aunque sabía que las podrian escuchar sus hijos.
Kara mordía la almohada intentsndi hacer el menor ruido posible, pero no podía, Lena hacía tan bien su trabajo que los gemidos eran cada vez mas fuerte. Al parar,  Lena se levantó, agarró de la cintura a Kara y puso su cuerpo boca abajo, dándole una nalgada a Kara. Aquella estaba extasiada. Lena se quitó la ropa,  mientras Kara la esperaba desnuda en la cama,  boca abajo y con la marca de la mano de Lena en su nalga. La ojiverde acercó el traseri de Kara hacia ella: comenzó a tocarla. Boca abajo, Kara deseaba sentir los dedos de su amaba en ella.

Ambas chicas estaban en pleno acto, cuando escuchan que tocan a la puerta.

B: Mamá, mamá. Podemos pasar?
Lena hablando despacio: demonios.
L: No tardo,  me estoy cambiando. Me iba a bañar.
N: mi mamá está contigo?
K: sí amor,  aquí estoy.
Lori: no sé ustedes pero creo que interrumpimos algo importante.
Lena riendo: no, ya en un momento salimos
Lori: no tienen que parar,  nosotros ya nos vamos.

Los chicos se marcharon y solo se escuchaban las risas alejarse.

K: no son tontos ni inocentes.
Lena llena de vergüenza: no podré verlos a los ojos en varios días.

Kara besó a Lena,  y a la abrazó, susurrandole al odio: Sabes a mí.

Dos caminos, un destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora