- No te puedes transformar, Aurora. - me dice Milo. - Correrían peligro tú y el futuro alpha.
¿Qué...?
- ¿A caso no te has dado cuenta? Estás embarazada y no voy a correr el riesgo de que te pase algo si por tu imprudencia de querer hacerlo todo, se arruine. ¿Cómo le responderé a Killian?
- Cuida como me estás hablando, no olvides que soy tu luna. - le gruño.
Obviamente tiene razón, ¿Pero quién se cree para hablarme así?
- Lo sé, lo tengo muy en claro. - mira al rededor y vuelve a mirarme. - Pero estoy firme en tener que cuidarte y eso haré, sea lo que sea. Incluso si eso entra en que tenga que decirte tus verdades.
Me quedo callada, no quiero discutir con un lobo irracional, gobernado por uno mucho peor. Amo a mi esposo, pero sé de dónde viene la intensidad de Milo.
Entro al refugio, dejándoles la seguridad a cargo de ellos. Necesito saber que todos los que hayan entrado, estén bien.
- ¿Cómo están todos? - pregunto en voz alta para que todos me escuchen.
Pensarán que es una pregunta tinta debido al panorama de afuera, pero poco me importa.
- Mi luna, - se me acerca una joven como de dieciocho años. - Mi padre, fue atacado por uno de ellos cuando intentaba asegurarse de que entráramos mamá y yo aquí.
Por la diosa...
- Guíame hacía él, por favor. - le pido y ella toma mi mano.
Atravesamos un camino por dónde están varios lobos angustiados, en su mayoría niños y adolescentes. ¿Dónde están sus madres?
- Padre, aquí está la luna. - le susurra a un hombre que está recostado en una viga de sostenimiento.
- Mi luna, discúlpeme la presentación. - dice con voz apenas audible.
Me agacho a su lado y le tomo la mano.
- No se disculpe, todo estará bien.
- ¿Usted cree? Míreme, soy un hombre en capacidad de luchar. Sin embargo, estoy aquí postrado en vez de salir ahí afuera y procurar de su seguridad y la de mi familia.
- No lo vuelva a mencionar. Este refugio es para mujeres, niños, ancianos y personas convalecientes. Usted está herido, no puede salir a luchar así.
- Ya soy un inservible. Me duele no poder servirle como se debe a usted y a mi alpha.
- Le ordeno que se relaje, quédese aquí acompañando a sus mujeres. Ese es su deber ahora y le pido que lo cumpla. En breve vendrán refuerzos y saldremos de esta.
*- ¿Refuerzos?
Sí, planeo comunicarme con mis padres y hermanos, para que manden a sus guerreros hacia aquí.
*- Me temo que eso será imposible. Acabo de comunicarme con Kobu y me dicen que también están siendo atacados. Y que matará a Killian por habernos embarazado tan pronto. - me informa mi loba.
Pero, ¿Qué? ¿Cómo que están bajo ataque y como es que se enteró del embarazo si apenas y yo lo sé?
- ¿Aurora? - escucho que preguntan por mí y salgo nuevamente a ver qué es.
- Dime, Milo. - digo en cuanto llego.
- No quise ni decirte nada, pero para que luego no digas que no se te avisa de lo que pasa...
- Ya deja el rollo y dime. - gruño.
Últimamente se ha vuelto así conmigo, como que no me respeta.
- El demonio que se estaba hospedando en la manada, ese que según venía del consejo, ha resultado ser un traidor.
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Alpha Killian ©
Hombres LoboCOMPLETA/TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. [Hermosa portada hecha por @Limberem]