†Capítulo 20†

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Al escuchar las palabras de ese hombre, Charlotte trato de escapar de sus brazos, dio un golpe en el estomago al secuestrador haciendolo soltar su agarre, respiraba fuertemente tratando de recuperar el aire, el somnífero aun no hacia efecto, por lo que aún tenia una oportunidad de escapar.

—¡Charlotte, regresa aquí! -grito el hombre tratando de alcanzarla-

—¡déjeme! ¡maldita sea, déjeme en paz! -gritó ya con lágrimas en los ojos, correr con tacones era una desventaja, el radio locutor ya la estaba alcanzando-

—¡regresa! -dijo ya mas cerca de ella-

—¡Auxilio! -grito tocando una puerta gn desesperación, para luego sentir como alguien la tiraba del vestido hacia atrás y llevándola de nuevo a la parte desolada de la ciudad, de la cual habia escapado- ¡alguien, ayudeme!

Su vestido estaba rasgado, una parte de su hombro se habla bajado dejando al descubierto su piel, trató de levantarse de nuevo pero algo la retenía contra el suelo, su cabello rubio igualmente estaba desordenado, palidecio al sentir como ese hombre se ponía encima suyo, regreso a verlo y se topo con unos ojos rojos como la sangre mirándola atentamente.

—finalmente te tengo, Charlotte -sonrió mirando ese rostro asustado que tenia la joven en ese momento- tranquila, no te haré daño, no me o ligues a hacerlo, seria una pena, la verdad -dijo sereno, manteniendo su sonrisa, la dama estaba temblando, no del frío de esa noche, sino de terror al verlo tan cerca de ella-

—d...déjeme ir...-dijo con la voz entrecortada- no se lo dire a nadie...por favor...déjeme ir...dejeme -no pudo terminar su frase, pues el castaño había agarrado sus mejillas impidiendole seguir hablando, abrió los ojos al tope al sentir como este la hacia beber a la fuerza ese somnífero, de inmediato, al tener tanta cantidad de eso en su sistema, empezó a perder la conciencia, y a los segundos cayo dormida en los brazos de Alastor, quien sonrisa para cubrirla con su abrigo y cargarla en sus brazos para empezar a caminar como si nada hubiera pasado-

Caminaba calles cargando a la mujer en los brazos, muchas lo veían y querían que sus parejas hicieran lo mismo con ellas, si tan solo supieran lo que realmente era la causa de esa linda escena que hizo el castaño.

"el somnífero durara 2 horas más, así que tengo que aprovecharlo"  -pensaba serio, llegó a su casa y abrir la puerta con algo de dificultad, en llegar se había demorado una hora y media, pues ir a pie no le convenía.

Dejo a la mujer en una habitación que le había preparado para cuando llegue ese momento, agarro unas cuerdad y con estas amarro las muñecas y tobillos de la mujer, la cual, en media hora, empezó a abrir sus ojos oscuros de nuevo, trato de mover su cuerpo pero se sentía presionada, abrió los ojos al tope al ver sus pies, atados con una soga, sus brazos estaban detras de su espalda también atados.

—¡Auxilio! ¡alguien saquenme de aquí! -dios un grito tratando de que alguien la escuche, pero nadie vino, mejor, la puerta de esa habitación se abrió dejando ver a un castaño con una sonrisa dulce y con un martillo en su mano, la mujer de inmediato ceso sus gritos.

—¡hola cariño! -dejo el martillo en la puerta y se acercó a la mujer para acariciarle la mejilla- luces hermosa así, sabes, podríamos llevarnos bien si te protas bien, así te Soltare de esas sogas -dijo con malas intenciones, queria tener una escusa para hacer lo que tenia en mente, Charlotte asintió rápidamente y el castaño se dirigió a sus piernas y empezó a desatarlas, al estar sueltas esta le dio un golpe en el rostro y se levanto para correr hacia la puerta, pero una mano que agarro su cabello, la tiro hacia atrás para luego cerrar la puerta y mirar a la joven-

—l-lo siento...

—no te preocupes, me ocupare de eso -sonrió para agarrar una de sus piernas delicadamente, Charlotte empezó a llorar pues creia que iba a abusar de ella, pero fue todo lo contrario a lo que creía- esto te va a doler un rato, cariño.

Sonrió para romper su pierna doblandola hacia adelante, una fractura limpia, la joven empezó a gritar del dolor y a retorcerse debajo de ese hombre, de inmediato, este cubrió esa fractura con hielo y la subió a la cama, Charlotte empezó a llorar, no podría caminar, no sentir toda su pierna y para el colmo, su cadera también fue afectada por ese dolor, el castaño la abrazo acariciandole el cabello rubio tratando de calmarla.

—tranquila, sanara con el tiempo, no te preocupes -dijo con una sonrisa- además, Vas a vivir conmigo, ¿no te parece genial?

—no...-fue tironeada hacia atrás para verle el rostro a ese desgraciado que empezaba a arruinarle la vida-

—Charlotte, no te quiero hacer mas daño, pero necesito que me obedezcas en todo lo que te pido, de lo contrario, romperé tu otra pierna ¿entendiste?

—s...sí...

De esta forma, Alastor salio de ahí para asegurar la puerta con llave y irse a su habitación, por fin la tenia, era un avance, escucho el llanto de la mujer, aunque ahora era silencioso y a duras penas audible, pero no le importo, mañana tendría el día libre de su trabajo, así que podia pasar con ella todo el tiempo, el día había llegado y Charlotte había despertado con sus ojos totalmente rojos, se encogió en una esquina de la cama al escuchar la puerta abrirse y entro Alastor con un plato de sopa.

—¡buenos días cariño! ¿amaneciste bien? Te traje tu desayuno, sopa con verduras, te harán bien.

Charlotte solo asintió con la mirada perdida, Alastor se encargo de alimentarla también, la verdad, el castaño disfrutaba esos momentos con ella, al terminar de darle de comer empezó a peinarla y le cambio las bendas en la parte que le rompió en la noche.

—Señor Azael, ¿n-no seria mejor llevarme a un hospital?

—para nada cariño, todo esta bien -dijo mirándola-

—pero...-sintió como la sujetaban de las mejillas para luego sentir una presión en sus labios, ese hombre la habia besado.

Sus labios parecían encajar a la perfección con los de ella, pero la contraria sentia repulsión con ese acercamiento repentino, quería vomitar, pero no podía, sabía que el la castigaria de una forma que no sería agradable.

—oh, cariño -se relamio los labios- tus labios son tan apetitosos -sonrió mirándola- esperare a que te recuperes para que me des cariño y tal vez uno que otro niño.

Esto asustó a la dama, ¿tener hijos con el? Es realmente estúpido, nunca lo haría, jamas dejaria que sobrepase los límites.

—tener hijos con usted...sería un insulto para mi -penso en voz alta-

—ya veo, así que eso piensas -dijo mirándola con el semblante retorcido-

—n-no quise decirlo de esa forma...

—ya veo, veo que tendré que adiestrarte más desde ahora para que no seas una desagradecida y seas mas obediente.

Desde ese día, esa casa, la que algina vez arreglo y dejo como nueva, seria un infierno por el resto de su vida, solo quería que alguien la salvara, pero sabia, que a pesar de que alguien venga, ese hombre se encargara de hacerlos desaparecer.

Continuará.

¡Yo ya estoy aquí! -deja en capítulo después de no actualizar desde el año pasado- ¡y yo ya me fui! -se va de nuevo-

Obsesión [Charlie x Alastor] [CHARLASTOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora