†Capítulo 1†

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Nueva Orleans, Luisiana, 1927.

Una mañana más en la bella ciudad de Nueva Orleans, las personas elegantes, las mujeres hermosas, iban de un lado a otro, pero, entre todos ellos, un joven de cabellos castaños caminaba tranquilamente por las calles, colocándose su abrigo café, acababa de sintonizar las ultimas noticias del día, su trabajo, locutor de radio, saliendo como siempre, a las 6:00 pm para poder salir de la estación de radio e ira comer algo después de aquella agotadora jornada laboral, él nombre de este joven, Alastor Azael, el mejor locutor de la época, y lo que resaltaba de él, era su gran sonrisa, el ya nombrado, se dirigía a un pequeño café cerca de su lugar de trabajo, para entrar tranquilamente y sentarse en una de las mesas, abrió él menú para ver lo que contenía.

—bienvenido a nuestro café, ¿en que lo puedo servir señor? -la meseta se acercó para tomar la orden-

—traigame una jambalaya con una taza de café au lait.

—enseguida señor -termino de anotar y se dirigió hasta la ventana de los cosineros- ¡una Jambalaya un una taza de café au lait para la mesa cinco!

Él locutor siguió ojeando él menú, sinceramente, él podía prepararse algo de comer en su casa, pero no podría llegar con los materiales necesarios, no alcanzó a comprar lo necesario, sonrió más guapo le trajeron su cena, dejando de lado él menú para comenzar a comer, él se siente bien así, solo, sin necesidades susfrir por otra persona que no sea él, odiaba que en él trabajo sus compañeros siempre preguntaran si ya tenía a alguien especial, la mayoria de ellos ya estaban casados, pero el, como ya se dijo, prefería estar solo para él, ninguna mujer le llamaba la atención, nadie había podido encender la chispa del amor en él, tomó finalmente él café para dejar él dinero y la propina en la mesa y salir, ya había oscurecido, y habían pocas personas en las calles, se puso sus guantes negros y empezó a caminar hacia su hogar, la gente desapareció en él camino, ya todos estaban en sus hogares, la ciudad, al caer la noche, era peligrosa, debido a los ladrones, violadores o asesinos, esto a Alastor no le importaba en absoluto, pero fue detenido por un asaltante, sonrió sin mostrar sus dientes al ver como ese hombre se acercaba a él.

—mira, sonrisitas, dame la billetera, y tal vez te deje con vida -posó el arma en la frente del locutor-

—oh, mi buen amigo, valoro mucho mi vida, por lo que...-metió su mano en él bolsillo sacando la billetera y sd la extendió, él ladrón sonrió para arrancarle él objeto y empezar a buscar él dinero, pero al momento de hacer esto, bajó la guardia, a lo que él locutor aprovechó para quitarle él arma y meterla en la boca del ladrón, para que, con una gran sonrisa en él rostro, tirar del gatillo poduciendo el conocido conocido del disparo, el hombre cayó hacía atrás dejando un charco de sangre detrás de la cabeza, el castaño se agachó para levantar aunque billetera y guardarsela- tu también deberías hacerlo.

Cargó el cadáver en su hombro y caminó hacía el puente más cercano, con su infaltable cuchillo que siempre llevaba escondido en su abrigo, abrió el estómago del hombre para empezar a derramar las vísceras alrededor del cuerpo y dejarlo tirado ahí, en medio del puente, claramente se había manchado, pero no le importó, guardó su afilada arma y lamió la sangre que estaban en sus guantes, sonrió al ver su obra maestra para darse la vuelta e irse caminando y a la vez silbando su canción favorita.

—You're never fully dressed without a smile -cantó a lo bajo abriendo la puerta de su hogar y cerrándola al ya estar dentro, dejó las llaves en la mesa cerca de la puerta y se dispuso a quitarse él abrigo manchado y ir al lavabo para lavarlo, tendría que usar otro para mañana, pero de pronto, sintió muchas miradas sobre él-

comida...queremos...comida -sombras lo veían fijamente, Alastor solo sonrió al verlas, no lo asustaban, debido a que son producto de hacer hecho tratos con el vudú, la peor magia negra, se volteó, se apoyó en sus codos mientras se inclinaba hacia atrás, las vaía, pero la que más destacaba era una alta, con orejas y astas de ciervo, ella era la que controlaba a las demás-

—amigos míos, alguien intentó pasarse de listo hoy, cerca de casa, encontrarán carne fresca y tal vez, su alma deambulando por las calles, disfrutenlo -dijo finalmente al escuchar como las sombras emitieron un aullido espeluznante y salieron de ahí para ira buscar lo que su jefe había dicho- ¿tu no tienes hambre? -decía mirando a la sombra sonriente-

esa pútrida alma no va a satisfacerme, es una mierda -esto hizo confundir al locutor-

—¿por que? Nunca te quejas.

quiero un alma pura, pero con esta mierda de mundo en él que vives, solo voy a poder encontrar almas putrefactas y que no valen nada -desapareció yendo con las demás-

Alastor se quedó solo, dejó colgando su abrigo en los alambre que tenía para colocar la ropa, se quitó su moño para dejarlo en él mesón, se quitó el chaleco rojizo y dejarlo en la silla para caer rendido en su hogar, otro día finalizado, y sobre todo, no hubo problemas, se sentó en el borde de la cama, se quitó los zapatos y las medias para abrir las mantas de su cama y acurrucarse ahí, se tapó y entró en un profundo sueño.

La vida del castaño era perfecta solo, no estaba obsesionado con nadie, no sufria tentación por nadie...¿pero quien iba a pensar que eso cambiaría dentro de poco?

Continuará...

café au lait: café con leche.

Hola mis hermosos/as lectores/así, sip, nueva historia, y esta vez con Alastor humano, si, esta historia es basada en el famoso "Human AU", espero que la disfruten y nos leemos en otro episodio!

Obsesión [Charlie x Alastor] [CHARLASTOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora