—la carne está tan deliciosa, no me sorprende de uno de los mejores restaurantes de Nueva Orleans -decía Charlotte comiendo él filete de carne que yacía en su plato ante la atenta mirada del locutor-
—Lo sé, es uno de los mejores restaurantes como lo has dicho, querida, normalmente yo entrego la carne de lo que cazo aquí también.
—debe irle muy bien.
—si, pero no tanto como la paga de la radio, muy pocos llegan a ser estrellas en la sintonía -se llevó otro trozo de carne a la boca-
—usted tubo suerte al llegar a ser uno -dijo la dama- él almuerzo estaba delicioso -dijo una vez ya terminando- gracias por invitarme.
—fue un placer querida, espero que podamos almorzar juntos otra vez.
—creame que así sera -con una sonrisa pagó su parte-
—querida, quería consultarte algo, dentro de una semana va a haber una fiesta de una inauguración de otra estación de radio aquí en la ciudad aparte del Mardi Gras, y me gustaría que me acompañara como la última vez.
—eh, no, gracias por la invitación, pero ya tengo planes con otras personas, y un compromiso, pase un buen día -sonrió para finalmente irse de ahí, la lluvia había terminado y tranquilamente pudo volver a la tienda de sombreros-
Las horas pasaron y Charlotte salia del trabajo después de despedirse de Rosie, caminaba normalmente hasta que a lo lejos divisó a un hombre muy conocido para ella, sonrió y se acercó acelerando su paso, para que al llegar le tapara los ojos para sorprenderlo.
—Charlotte, se que eres tu.
—hay -retiró sus manos- odio cuando aciertas siempre, Anthony... -se cruzo de brazos e hizo un puchero-
—tu eres la única que sabe jugar así -le sujeta ambas mejillas para darles un mini masaje- ¡son tan suaves que parecen malvaviscos! -unió su mejilla con la de ella-
—ya Anthony -dijo entre risas para separarlo y empezar a caminar- ¿vamos a hacer la pequeña reunión que quedamos?
—sip, toda la noche, y como me dijiste que mañana tu nueva jefa no va a abrir tenemos todo él día y toda la noche, además de ir a la fiesta del Mardi Gras, ¡son dos noches de festejo!
Charlotte se quedó helada, ir al Mardi Gras seria toparse otra vez con Alastor, si en él almuerzo lo rechazó ¿que gana ahora? No puede decirle que no al rubio, se sentiría muy mal, soltó un suspiro pesado y se llevó una mano a su frente por la frustración, al llegar a casa, su amigo se lanzó a la cama de la joven con mucha confianza, esta soltó una carcajada al verlo rebotar ahí, de hecho su cama era muy suave y cómoda, charlaron un poco hasta que la melliza llegará, y así lo hizo, charlaron esa noche, y finalmente durmieron, pero por otro lado, teníamos al castaño entrando en un bar a altas horas de la noche, habían más hombres haciendo apuestas y una cantante muy conocida para él, muchos adoraban como cantaba y movía sus caderas, claro, esto a él no le gustaba pero por su amistad tenía que hacerlo, decidió esperarla en él camerino de la joven para poder hablar con ella.
—hey, ¿a quien tanto esperas? -preguntó un hombre más mayor con algo de enojo-
—a una amiga mía, quiero pedirle un favor.
—seguro solo viniste a coger con la cantante de hace unos minutos, suerte en tu noche, imbécil -se retiró para reunirse con los demás hombres en él centro del bar-
Alastor solo fruncio él ceño levemente para después escuchar una voz tan familiar detrás de él.
—cuanto tiempo sin verte, Alastor -dijo la cantante de baja estatura acercándose a él.
—digo lo mismo, Mimzy, luces hermosa.
—hay, no digas eso, le sonrojas -dijo con un ligero tono rojo en sus mejillas que supo disimular muy bien-
—queria pedirte un favor muy especial.
—dime -dijo entrando a su cabarete-
—sabes que muy pronto será él Mardi Gras, y no tengo una pareja para la celebración de la nueva estación de radio, y me preguntaba si te gustaría ir conmigo, ya que se lo pedí a mi futura enamorada pero me lo rechazó.
—osea, ¿quieres usarme para darle celos? -se cruzó de brazos algo molesta e indignada-
—no, claro que no, ella no asistirá a la celebración del Mardi Gras -dijo con total seguridad-
—Entonces confía en mi, que ahí estaré para ser tu acompañante -le guiño él ojo para darle la espalda-
Solo sonrió en respuesta, los días siguientes, la ciudad empezaba a alistar los carros alegóricos, las decraciones, los habitantes escogían sus mejores prendas para celebrarlo con elegancia, y claro, Charlotte no era la excepción, esa noche se celebraba él Mardi Gras, y optó por ponerse aquel vestido rojo que le había regalado él castaño, se miró al espejo y parecía otra persona, sonrió para empezar a ponerse labial y algo de rubor, se acomodó su cabello para agarrar un abrigo y ponérselo, tenia su darle una buena impresiona la familia de Anthony si quería estar en su fiesta, suspiró para agarrar unos guantes negros y ponérselos, tocaron la puerta y fue a abrir, era su amigo y su hermana quienes habían llegado donde ella para llevarla al lugar de la celebración, se saludaron normalmente con una abrazo y emprendieron camino, era algo largo debido a la multitud y no podían tomar un tranvía, así que solo caminaron unos minutos hasta llegar al lugar, él rubio tocó él timbre y un hombre con traje de mayordomo le spermitio él acceso, saludaron e ingresaron, fueron la atención de todos por él momento, pero sus miradas se clavaron en Charlotte, estaba mas bella que nunca, intento cubrirse para evitar las incomodas miradas por parte de los hombres, odiaba ese escote pero era lo único fino que tenía para una celebración de estas, a lo lejos pudo distinguir al jefe de la estación de radio y a Alastor, no, él utiliza ropa más formal y nunca usaría una máscara tan simple, este joven estaba agarrado del brazo con otra mujer, negó para apoyar sus codos en sus rodillas.
—"celebridades..." -pensó para ponerse a ver a las parejas las cuales bailaban muy cerca del uno y del otro, rechazaba las invitaciones por que se sentía algo observada, que si en cualquier movimiento que haga, puede pasarle algo horrible, se encontraba con ese pensamiento hasta que le hablan.
—señorira, ¿que hace por aquí y sin acompañante? -preguntó un hombre con un rano de rosas, Charlotte se aguanto las ganas de hacer una mueca de asco para no herir sus sentimientos-
—si no es mucha molestia, le pido que se retire, ¿si? Me incomoda un poco -dijo de lo mas normal-
—ow, vamos linda, no es para tanto, solo un baile y ya -dijo como si la opinión de Charlorte no le sirviera.
Todo esto ante la atenta mirada del castaño quien veía todo con un tic nervioso en su ojo derecho.
—le pido que se vaya ¿si? -dijo esta vez ya con poca paciencia, de verdad aquel sujeto era muy incistente-
—vamos, solo un bailecito.
—señor, ¡que no!
—Charlotte, por favor no te vuelvas loca aquí -dijo Anthony tratando de calmarla- ya veras como se ha de ir por su cuenta.
—eso espero...¡joven Seviathan! -dijo para levantarse y ir a saludarlo-
—señorita Charlotte, cuanto tiempo sin verla -sujeto su mano con delicadeza para plantearle un beso allí-
—digo lo mismo, ¿como ha estado?
—bien, pero para poder seguir hablando, ¿me concedes esta pieza? -dijo extendiéndole la mano al escuchar una nueva musica en la radio-
—con sumo placer, os la concedo -aceptó la mano del pelinegro y se fue a la pista de baile riendo un poco y con la aprobación de Anthony-
Él castaño había roto su copa de vino por tanta presión que le había dado al ver a su danacon otro hombre. Será una fiesta muy larga.
Continuará.
Capítulo que debía haber subido hace 2 días, pero lo tuve que modificar por él bien del lector ya que la primera versión del capítulo no tenía sentido alguno, gracias por leer y cuidense, besos.
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Obsesión [Charlie x Alastor] [CHARLASTOR]
Fiksi PenggemarNueva Orleans, Luisiana, 1927. Amor, muchos hablan de amor cuando encuentran a su supuesta media naranja, vamos, no seamos idiotas, todos sabemos que ese estupido sentimiento no existe en realidad, simplemente nos obsesionamos con aquella persona y...