Obsesión [Charlie x Alastor] [CHARLASTOR]

†Capítulo 19†

—señor Alastor...-retrocedió un paso-

—Charlotte, dulce dama, ¿me podría acompañar un rato a solas?

—yo...eh...estoy en el trabajo...-jugaba timidamente con sus dedos- no puedo, el chef no me dara el permiso.

—oh, no se preocupe -con una sonrisa paso de largo sorprendiéndola, volteo a ver y se dio cuenta que se dirigía a la ventana de chef, rezaba para que no le diera permiso, pero no fue así, fueron solo unas cuantas palabras antes de que el Chef aceptara y regresara a cocinar.

La rubia paso saliva pues aquel hombre se acercaba de nuevo hacia ella con paso rápido rápido, pero sintió una mano en su hombro obligándola a levantar la mirada, encontrandose con un rostro que conocia a la perfección, Anthony.

—hey Charlotte, ¿como te encuentras?

—bien...¿podrias quedarte aquí?...-su voz salio temerosa-

El rubio levanto la mirada para encontrarse con el castaño frente a el, dándole un pequeño susto, apego a Charlotte contra el para que se sienta segura y lo miro con una mueca de enojo.

—Alastor Azael, radio estrella, que bueno verlo por aquí ¿alguna nueva noticia para la radio? o ¿lo llamaron para promocionar?

—vine a visitar a esa encantadora dama que tiene a su lado -levanto una ceja con una sonrisa-

—oh, pues que mal, yo también, y queria hablar algo muy personal con ella -sonreía forzadamente mientras Charlotte veía preocupada la escena frente a ella-

—podemos hablar afuera, si gusta -salio para esperarlos en la puerta-

—tranquila, yo estoy contigo. -susurro-

—gracias Anthony...-susurro de vuelta la joven-

Ya una vez afuera, se alejaron un poco de las personas que caminaban por todos lados, no querian montar una escena nada gratificante.

—¿a que vino una estrella de radio tan famosa? -pregunto el rubio-

—vine a hablar un rato con esa dama, de hecho quiero hablar a solas con ella, si no es mucha molestia, ¿puedes retirarte?

—lo siento, no puedo, vengo a darle mis animos a Charlotte despues de lo sucedido, esta pasando por algo extremadamente duro, y la conozco mucho antes, señor Azael.

—lo tengo en cuenta.

—asi que por favor, le recomiendo que se vaya -movió un poco su traje dejando ver un arma totalmente recargada- de la manera mas linda se lo pido -Charlotte empezó a respirar muy deprisa debido a la tensión y a la mirada pesada que estaba sobre ella-

—de acuerdo, pero un consejo, no andes cargado un arma por ahí, pueden llevarte preso amigo, au revoir.

—lo tendré en cuenta, au revoir.

Ese hombre se alejo en un tranvía a la mirada atenta de ambos rubios, la rubia abrazo a su amigo temblando.

—vendre por la noche para llevarte a casa, esperemos que no haya inconvenientes para poder hacerlo.

—gracias Anthony, gracias.

Y así fue, por una semana entera, Anthony la visitaba la mañana, tarde y la iba a dejar en casa a la noche, seciorandose de que se encuentre bien, claro, ante la mirada de las sombras infernales quienes pudieron saber un punto débil para ese extraño que andaba abiertamente con Charlotte, aquel joven rubio, compraba droga despues de dejar a Charlotte, pero cuando el día era una mierda para el, compraba aun mas, la hacia liquida y la inyectaba en su brazo, algo que las alegró y hizo que capturaran al sujeto que las vendía sin que se de cuenta, pues despertó amarrado con una silla en una casa que el no conocía.