Capítulo 14 Kunoichi

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Capítulo dedicado para:

Katpa15

-----holi------

Yeah-im-Nath


Con su abanico de papel en mano, Mito vio la oportunidad de aproximarse a la kunoichi. Siempre tuvo admiración por las mujeres ninja, cuando niña le pidió a su padre entrenar para convertirse en una, sin embargo, eso no iba a suceder siendo ella una princesa. Ahora que tenía a una kunoichi a cargo de su seguridad no iba a perder la oportunidad para saber más sobre lo que significa ser una kunoichi entre shinobis. Con suerte, la nana, terminó dormida tras un delicioso comida en ruedas.

Katana no estaba de humor para crear una amistad con Mito, tampoco quería demostrarle a Tobirama que estaba celosa de ella, así que por esta vez contestó a sus preguntas acerca de sus entrenamientos cuando infante y sus logros como kunoichi del clan Uchiha.

—Debe ser un privilegio ser una kunoichi —dijo la pelirroja, agitando su abanico.

—Para muchas de nosotras no lo es, sino naciste con el don de serlo. Verás, Mito-san, muchas kunoichi no quisieron serlo, fueron obligadas a ir al campo de batalla sabiendo que iban en desventaja por ser más débiles que un hombre. En resumen, fueron carnada. Solo aquella que nacieron para ser kunoichi, son las misma que sobreviven las primeras dos batallas y pasan de los veinte años.

—Por ejemplo, tú naciste para serlo. Ahora que sacas la edad, ¿cuántos años tienes? —Mito llevó el abanico a su hombro, mientras el otro brazo lo llevó por debajo de este.

Katana notó una pulsera particular en la muñeca de Mito.

—Veintiún años. ¿Cuántos tienes tú?

—Diecinueve. —Mito notó aquellas esmeraldas en su muñeca. Rápid bajo la mirada a lo que llamó la atención de la kunoichi. —Esta pulsera echa de cabello de mujer la adorne con perlas de mi difunta madre, la pulsera yo misma la compré en una aldea no tan lejos de donde nos encontramos con ustedes, la obtuve de unas artesanas ambulantes. ¿Te gusta?

Katana levantó la mirada antes de preguntar:

—¿Ese tono de cabello es natural o esas artesanas lo volvieron rosa?

—Supuestamente perteneció a una mujer de un clan no destacado. Aunque la más anciana hizo una pequeña broma antes de decirnos su verdadero origen. Dijo que estos cabellos fueron obtenidos de un cráneo cerca de los pantanos de las Anacondas. ¿Has escuchado sobre ese diabólico lugar?

Las entrañas de Katana retorcieron, y su tez se tornó pálida. Mito notó el cambio instantáneo de la kunoichi.

—¿Te sientes bien?

Katana mintió diciendo que tenía que hacer algo antes de regresar en marcha. Se alejó rápidamente para vomitar, pues aquella esclava del clan Haruno, que mantuvo como su pareja sexual lésbica, recordó lo mal que la dejó Byacuya antes de que Madara se deshiciera de ella. En todos esos meses no había recordado a Rōzu, como la piel le colgaba de sus miembros bañada en sangre exclamando agónicamente. Todo lo que le recordará a sus pecados le causaba náuseas.

De regreso a cuidarle el culo a la princesa Uzumaki, otra vez encontró a Tobirama dándole atenciones innecesarias. Tenso su semblante para no mostrarse molesta, ya que ese maldito logró tentarla el día anterior, y hoy parecía hacer lo mismo con la pelirroja.

"Todos los hombres son iguales", pensó para sí misma, alejándose. Minutos antes de volver a la ruta hacia la frontera del país del fuego, Tobirama la acorraló contra una caravana en donde cargaban las riquezas del líder.

Los Pantanos De Las Anacondas (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora