Capítulo 17 El viaje de un año

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Yoshiro dejó el desayuno frente a la puerta corrediza una mañana lluviosa. Últimamente la casa se mantiene más silenciosa, también las comodidades han cambiando desde que Byacuya dejó de ayudar a Katana. La ex-kunoichi se mantiene con el dinero que guardó durante años de ahorro. No cuenta con otro apoyo económico porque su padre quien fue un élite respetado dentro del clan Uchiha dejó absolutamente nada a sus hijas y esposa, porque su hija favorita murió en un accidente donde culparon a la mayor de las hermanas, la madre de esta falleció meses después. Como castigo para su hija fuera del matrimonio dejó que ella se las arreglar por su cuenta. Ahora que no está unida a Byacuya debe cuidar sus ingresos, pues como pinta la cosa no puede volver a ganarse la vida como kunoichi.

La segunda sirvienta fue despedida. Yoshiro se mantuvo cerca de su nieta quien no reprochó el porqué guardó el secreto que eran abuela y nieta. Solo continuaron viviendo como antes.

Esa misma tarde, Katana le pidió a su abuela buscar a Senju Tobirama después de dos semanas negándose a verle. La anciana fue en busca de uno de los fundadores de la aldea, este al recibir el recado por la boca de la anciana quedó sorprendido, ya que era la primera vez que Katana enviaba por él.

Tobirama aceptó ir en el intervalo de la tarde y noche, puesto que se encontraba algo ocupado. Cuando arribó Katana lo recibió en el salón de té. La Uchiha volvió a arreglarse el cabello con broches y untar un poco de maquillaje en sus labios y mejillas. Para vestir se puso un kosode de colores bajos. El albino notó una aurora demasiado distinta a la última vez que ella le gritó nunca más buscarla tras haber recibido recibido el divorcio.

—¿Tienes tiempo para tomar té conmigo? —preguntó Katana sentada sobre un cojín con las piernas dobladas entre los muslos. Hacer aquella posición le costó mucho esfuerzo usando las manos y un cojín hecho especialmente para personas incapacitadas.

Tobirama asintió con la cabeza y tomó asiento al otro extremo de la mesa frente a Katana. La Uchiha comenzó a preparar el té con movimiento suaves. El albino quedó hipnotizado por esos movimientos y manos femeninas.

—Una semana atrás firme ese papel... —comenzó a decir Katana —, soy la primera mujer que fue abandonada por su marido dentro del clan Uchiha y esta aldea, eso escuchó Yoshiro el otro día camino al mercado.

Tobirama dejó de ver esas manos femeninas para ver a Katana a la cara, ella se mantenía cabizbajo preparando el té. Nanami no mencionó nada al respecto, de hecho se ha visto un poco molesta. Sabía sobre la jugada de Byacuya, pero espero que Katana se lo confirmará antes de hacer su siguiente movimiento.

—¿Y cómo te hizo sentir? —inquirío Tobirama.

Katana terminó de preparar el té y paso una taza frente a Tobirama. Levantó la cabeza y respondió:

—Mal. De hecho me hizo sentir humillada.

Bebieron té sin agregar otro párrafo. Tobirama estaba contentó de que al fin Katana fuera una mujer libre de pretender, sin embargo, sentía lástima por ella y furia por Byacuya. Como podía  ser posible que un simple shinobis hiciera sentir humillada a una mujer como su futura esposa.

—¿Quieres que me lo cargue? —repentinamente preguntó Tobirama, con la taza de té en su mano. —Solo dime sí o no, yo me encargo de desaparecer a ese imbécil.

—Te pido que no hagas nada. Voy a dejar que el destino se encargue de él —respondió Katana controlando su molestia.

—Si es lo que quieres, no me meteré con él —no muy convencido aceptó. Sentía que Katana aún amaba a ese infeliz.

—Me dijo que está enamorada de otra mujer, una prostituta.

Tobirama puso demasiado atención, en sus planes no está inculpar a Nanami.

Los Pantanos De Las Anacondas (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora