Un paso adelante y otro atrás

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-dime cómo te fue?- la castaña estaba sentada bebiendo una tasa de café en la sala cuando vio entrar a Sooyoung.

-excelente, ya tengo ambos lugares- dejó la revista que veía a un lado y le presto atención a su cuñada.

-muy bien, ya hice las compras y con Yoona hemos estado viendo algunos diseños que hicimos hace unos 80 años, no son muy modernos para lo que es ahora pero estamos haciendo algunos ajustes- la pelinegra se sentó en el sofá en frente de la castaña mientras la escuchaba.

-se que les quedarán excelentes, yo por mi parte saldré hoy- la confianza entre ambas era más que evidente, aparte de eso Sooyoung nunca culpó a taeyeon por lo que había pasado.

-estas segura? No quiero que estés tanto tiempo fuera- la castaña era muy cuidadosa, apenas llevaban ahí unos días.

-lo tae, quiero distraerme, es nuestra ciudad de origen y quiero divertirme, ya hice mi parte, solo le queda lo demás a ustedes para comenzar- sooyoung se puso de pie enseguida, entre las reglas que se habían puesto una era adaptarse al lugar antes de salir por ahí, porque se podían perder o meter en problemas.

-esta bien Soo, ve con cuidado si- pero taeyeon no podía prohibirle nada a su cuñada, ella no le había servido.

-claro, siempre lo tengo- en cuanto a la pelinegra había estado algo distraída últimamente.

Ambas se asintieron y Sooyoung desapareció de la vista de taeyeon, luego apareció Yuri.

-pasa algo?- quien vio a la castaña pensativa.

-estoy preocupada por Sooyoung, creo que no ver a su hermana le puede estar afectando demasiado, después de todo ella se quedó en el palacio para verla y ahora que no va a hacerlo temo que no quiera tener las ganas de seguir- la morena se sentó en frente de taeyeon, entendía su preocupación.

-tal vez solo esta cabizbaja por el cambio y demás- sabía que para su reina y para su princesa era difícil no poder saber, ni ver a su señora -pero tú, como estas con todo eso?-

-trato de ser fuerte yuri, no puedo negar que es muy difícil y que el vacío en mi corazón es inmenso, pero debo hacerlo, no quiero seguir atormentandome por tener que saber que la vere partir siempre que la tenga en mis brazos- la castaña sabía bien que su deber ahora era seguir adelante, ver por Sooyoung, Yuri y Yonna, sobre todo su meta aquí era hacer que ellas tres decidieran al fin formar una vida con alguien a quien amen y se quiten la maldición que les provocó el quedarse a su lado.

-lo haces bien, se que puedes con esto- aunque lo había intentado en la otra ciudad no había podido lograr nada, ahora estando en Corea que es un poco más tradicional, solo tal vez ellas puedan encontrar a alguien que las ame sinceramente.

-me alegra que me trates así al final- la morena miró a otro lado al escuchar a taeyeon.

-me está costando mucho pero entiendo que debe ser de esta forma- no se sentía cómoda, no como con Sooyoung que era alguien más abierta y solía ser siempre informal.

Con taeyeon era otra cosa, era su reina, la había admirado siempre, había querido formar parte de su guardia desde que era niña y había decidido acompañarla por el resto de su vida, algo que pensaba cumplir.

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