08| Los lamentos de la antisocial

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Blaze

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Blaze

Chasqueo los dedos de mi mano derecha, logrando que una pequeña llama aparezca sobre mi pulgar. Con sumo cuidado, y procurando que no se extinga, la acerco al pabilo de una vela aromática para poder encenderla. Podría acostumbrarme a esto de no usar fósforos.

Después de lo que considero que fue una de las semanas más caóticas de mi vida, necesito un tiempo para mi misma. Aislarme del mundo, acomodarme en mi espacio personal, y simplemente descansar. Y eso es lo que quiero hacer esta tarde de viernes; mandar todo al diablo e intentar relajarme para poder poner un poco de orden en este desastroso panorama.

Aparte de mis responsabilidades de la vida diaria y mis objetivos de mi último año escolar, tengo que sumar a la ecuación el peso de "derrotar al mal" con mis nuevos superpoderes y mi encantadora compañía. Yo no quería que Amy Rose sea mi compañera, ni mucho menos conocer a la murciélago. Pero aquí estamos. Y por haberlas soportado durante una semana, tengo más que merecida una noche de descanso encerrada en mi habitación.

Apoyo la vela que logré encender con mis poderes sobre uno de los tantos muebles de mi cuarto, y tomo mi teléfono que estaba sobre la misma superficie. La pantalla está encendida, y en ella se ve el último mensaje que Silver me envió varios minutos atrás:

Silver:
Por qué no vienes al juego? :(

Porque te dije que no quiero ir, idiota, pienso. Sin embargo, decido ni gastarme en responderle. Ruedo los ojos y bloqueo el celular para evitar distraerme. Me dispongo a tomar asiento en el suelo de piernas cruzadas, cerrar los ojos y empezar a meditar.

Pero antes de poder relajarme, mi teléfono empieza a sonar.

Maldigo entre dientes por no haberlo puesto en silencio cuando tuve la oportunidad. Me pongo de pie con desgano, y camino hacia el celular. Me llevo una sorpresa al leer el nombre de Amy Rose en la pantalla. ¿Qué es lo que quiere?

—¿Amy? —atiendo la llamada, extrañada. Pero la voz que me responde no es la de la eriza, si no la de la murciélago.

—¡Blaze! ¡Blaze! ¡Blaze! —exclama Rouge del otro lado de la línea, sin aliento alguno. Su voz suena desesperada, y hay algo en su tono que no me gusta—. ¡Tienes que venir a la escuela ahora!

—¿Qué? ¿Por qué? ¡¿Qué está sucediendo?!

—¡Es el cristal oscuro! ¡Están atacando! —me explica. Escucho un griterío en el fondo, pero lo que dicen no lo logro distinguir—. ¡Te necesitamos!

¿Justo ahora tiene que ser el primer ataque? ¡¿Justo ahora?! Silver está ahí. Sonic está ahí. El resto de la escuela está ahí. Tengo que llegar lo antes posible. Y así, en el mejor de los casos, no solo salvaremos el día, sino que conseguiremos recuperar el cristal oscuro y terminar con esta locura de una buena vez.

Triple ThreatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora