#02.

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El alegre Jaemin se dirigía al baño luego de pedirle amablemente a la profesora si le permitía ir.

Esa profesora era un amor.

Entró a los arreglados baños y se encontró con unos muchachos de cursos superiores, mirándolo con aires altaneros.

—Hey tú, niño bonito. —habló uno de esos chicos con muy mala pinta, tenía varios piercings en su rostro e iba vestido con unos jeans rotos, ah, ni hablar del amenazante rostro que le advertía a Jaemin que no era buena idea meterse con él.— ¿No sabes que a esta hora los baños están prohibidos? Es nuestra zona.

Jaemin lo observó con una mueca de confusión.

—¿Emplean esta zona para fumar? —porque sí, estaban fumando en un baño, por suerte había una ventana abierta.

—Eso no es de tu incumbencia. —dijo otro con agresividad.

Jaemin solo permaneció en silencio, dio unos pasos para ir a uno de los cubículos hasta que el primer chico que habló le llamó la atención.

—Espera, niño bonito. —el peliazul lo observó.— Todos los que interrumpen a estas horas, se llevan nuestros golpes. —Jaemin sintió un poco de temor en el fondo, pero sus expresiones no lo demostraron.— Pero, si me das un beso o un buen polvo, te lo perdonaré. —le dedicó a Jaemin una mirada seductora.

¿Acaso pensaban que iba a acceder? No, su dignidad era mayor, no sería chantajeado con esas cosas.

—Disculpa, pero voy a negarme a tu propuesta. —elevó sus manos agitándolas un poco en un ademán de negación.

Ellos vieron sus uñas.

Oh, oh.

—¿Por qué tus uñas están pintadas, eh? —el mismo chico fue avanzando peligrosamente hacia Jaemin, quien solo retrocedía, hasta que su espalda chocó con la pared detrás suyo, quedando acorralado.

Se sentía como un pequeño conejo indefenso siendo acorralado por un peligroso lobo feroz.

Una presa y su depredador.

Jaemin demostró a través de su mirada que estaba asustado, grave error.

—¿Estás asustado? ¿Eh? —su rostro se acercó al suyo, Jaemin movió hacia la izquierda su cabeza cerrando sus ojitos con fuerza.

No quería que su primer beso fuera así.

Jaemin no lo vio, pero el chico hizo un ademán para indicarles a sus amigos que se acercaran también.

Ellos comenzaron a golpearlo.

Jaemin se quedó tendido en el suelo, con el dolor esparciéndose por todo su cuerpo, las lágrimas brotaban y se deslizaban por sus suaves mejillas.

¿Qué había hecho para merecer eso?

• Nails. || «NoMin.»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora