• Nails. || «NoMin.»

#16.

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Ese lunes fue el más extraño para Jisung. Despertar y no ver nada. Wow, debía ser espantoso.

Ahora debía acostumbrarse a la oscuridad con la que debería vivir el resto de sus días. Sintió a Chenle acariciar inocentemente su cabello, podía imaginarlo sonriendo.

Adoraba su sonrisa.

—Sungie, buenos días. —saludó con su voz medianamente ronca al haber recién despertado.

—Hola Lele. —sonrió a pesar de no ver las expresiones de Chenle.

—Ya es lunes, vamos a la escuela, anda. —escuchó.

No.

Se negaba a ir.

Iban a burlarse de él por estar ciego ahora, y tenía miedo.

Jisung se hizo bolita y se dio la vuelta dándole la espalda a Chenle. El mayor de ambos suspiró y se levantó, comenzó a vestirse y luego fue al baño.

—¿Chenle? —preguntó en voz baja, al no recibir respuesta a su llamado comenzó a ponerse nervioso.

Tenía miedo, no quería estar solo.

—Chenle... Esto no es gracioso. —musitó.

Ya no podía ver si estaba allí, era desesperante.

Chenle volvió del baño y vio que Jisung estaba notablemente nervioso. Se acercó y lo abrazó con sus dos pequeños bracitos. Jisung notó rápidamente que era él y se tranquilizó rápidamente.

—No quiero ir a la escuela... —confesó.— Van a burlarse de mí.

El mayor lo miró con pena, no le gustaba que Jisung se sintiera así. Era un niño muy amigable y un gran amigo, le disgustaba verlo así de desanimado, Jisung siempre estaba entusiasmado por ir a la escuela, socializar y adquirir conocimientos nuevos. Y ahora lo veía así, pidiéndole no ir al lugar que le gustaba ir antes.

—No importa si se burlan de ti, yo voy a cuidarte, ¿está bien? —habló con suavidad, ladeando su cabeza tiernamente, Jisung lo pensó un tanto y acabó accediendo.

Chenle sonrió y ayudó a Jisung a cambiarse y a llevarlo al baño. Luego de eso desayunaron juntos y los Na los llevaron a la escuela a ambos.

Jisung bajó del auto con ayuda de Chenle y caminaron dentro del edificio. El mayor de ambos sostuvo la mano del menor con firmeza al ver a tantos alumnos, muchos de ellos susurrando cosas sobre Jisung, notando que se veía extraño.

Jisung no los veía, pero los oía.

Se sentía seguro con Chenle tomando su mano y guiándolo.

Chenle era su guía, la luz en su eterna oscuridad.