• Nails. || «NoMin.»

#20.

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Las cosas en la casa de los Lee estaban más agitadas.

Jeno no se enteraba de mucho por tener sus salidas con Jaemin y hasta ir a quedarse en su casa. Yuta, el novio de Mark, estaba quedándose esos días en la casa, ya que algo había pasado con su padre y su madre estaba haciéndose cargo de él, así que al único hijo de los Nakamoto no le quedó de otra que quedarse en la casa de los Lee, Mark no se quejaba porque ahora iba a tener a su novio todo el día con él, pero debía admitir que no le gustaba verlo preocupado por su padre.

Chenle se la pasaba jugando, Jisung iba muy a menudo a la casa de los Lee y Mark de nuevo presentía cosas, notaba como Chenle trataba a Jisung y se le hizo muy protector por parte de su hermanito.

Mark estaba en su habitación junto a su apuesto novio, con su cabeza sobre sus piernas, dedicándose a mimar a su mayor. Quería levantarle el ánimo aunque sea un poco.

—Amor, ¿estás bien? —preguntó con su cálida voz.

—Sí bebé, solo estoy preocupado. —suspiró.

—Sabes que tienes mi apoyo, ¿sí? Todo estará bien, mi lindo Yu. —esbozó una sonrisa para animarlo, logrando su cometido al verlo imitar su acción.

—Gracias, mi lindo Makku. —sus miradas se encontraron y Yuta agradeció internamente por tener a tan bella persona consigo.

Yuta creía que todos merecían un Mark en su vida.

Alguien que te amara tan intensamente como él, que te apoye en todo lo que necesites, y que también te comparta su fruta favorita. Porque un detalle de Mark,  que nunca, pero nunca en la vida, compartía su fruta favorita, solo con Yuta llegó a compartir un poco de su sandía, pero ni siquiera con sus hermanos compartía aquella deliciosa fruta.

Todos necesitaban un Mark en sus vidas, y Yuta estaba eternamente agradecido de tener a su Mark.

Estaban serenos en su atmósfera hasta que alguien tocó la puerta de la habitación, Mark gritó un "Come in" indicándole a la persona que podía pasar.

Chenle se hizo paso dentro del cuarto y traía en su mano dos bolsitas pequeñas con dulces.

—Makku Makku, ¿me ayudas con algo? —preguntó con una mirada tierna haciéndole ojitos, como intentando convencerlo con su mirada.

Chenle y su manipulación.

¿Cómo iba a resistirse a su encantador (y manipulador) hermano?

—Of course, tell me. —a veces Mark mezclaba sus idiomas, el inglés era su idioma natal, luego aprendió coreano cuando se mudó a Corea con lo cual tuvo que aprender dos idiomas casi al mismo tiempo, también sabía un poco de japonés que Yuta le había enseñado y un poco de chino por Chenle. Era todo un políglota.

—Bien, es que siento la necesidad de proteger a Jisung siempre, y eso me confunde porque con otros amigos que tengo no me pasa. No me pasa con Yangyang y él es súper tierno. —Mark y Yuta se miraron y luego vieron al menor.

—Pues... Eso no está mal, Chenle, yo siempre tengo la necesidad de proteger a Mark. —respondió Yuta, logrando que las mejillas de Mark adopten un tono rojizo.

—Tú eres su novio, Jisung y yo solo somos amigos. —puchereó.

—No es raro que sientas eso, Jisung es un niño muy dulce y tierno, a cualquiera le darían ganas de protegerlo, además que tiene una discapacidad así que es aún más frágil. —explicó Mark.

—No es solo eso, cuando Jisung hace cosas tiernas mi corazón late más rápido y cuando está muy cerca de mí me pongo nervioso, pero no en un mal sentido. —jugó con sus manitos y las bolsitas con dulces.

La pareja de nuevo intercambió miradas, dejando que estas hablaran por sí solas.

—¿Te gusta? —preguntó Yuta.

—¿Gustar? —ladeó su cabecita con confusión.

—Es cuando dos personas se atraen y quieren más allá de una amistad. Por ejemplo, a mí me gusta Mark, me gusta mucho. —sonrió en grande, volviendo a hacer que Mark se sonroje.

—Oh, entonces gustar es como tú y Mark hyung. —dijo emocionado al comprender eso.

Ambos mayores asistieron y Chenle aplaudió, les dejó a ambos las bolsitas con dulces y se retiró de la recámara de su hermano dando saltitos felices.

—Vaya, parece ser que el pequeño Lele está descubriendo el amor, qué conmovedor todo. —limpió lágrimas falsas y tomó ambas bolsitas, dándole una a su Mark.

—Jeno y Chenle tienen algo con los Na, impresionante.

Ambos rieron y empezaron a comer los dulces que Chenle les dejó a ambos.

Era una muy buena paga por consejos de amor.