• Nails. || «NoMin.»

#22.

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Chenle ya no sabía qué hacer.

Llevaba rato ayudando a Jisung a cocinar unas galletas que su hermano le dijo que podía intentar hacer. Solo iban a hacer la masa, luego cuando Jaemin llegara de la biblioteca con Jeno iban a hornearlas.

Jisung se estaba desesperando por no poder ver, tiraba los ingredientes hacia cualquier lado igual que los utensilios.

Estaba cansado.

Se sentía un completo inútil, tal vez los niños de su escuela tenían razón en que no sabía hacer nada.

—Jisung, vamos, inténtalo una vez más, por favor. —dijo Chenle al ver que Jisung ya no hacía nada luego de tirar el azúcar.

—No Chenle, ya no quiero intentarlo más. —dejó la cuchara en la mesa.— Solo soy un tonto ciego inútil.

—No lo eres, ¿quién te dijo eso? —ladeó su cabeza con una mueca de preocupación al ver a Jisung decir semejantes mentiras.

Jisung no era un tonto ciego inútil, solo mentía.

—Los niños de la escuela, y tienen razón. —sorbió un poco su nariz.— Jimin dijo que no me querías y que estás conmigo por pena.

Ok, Chenle ahora de verdad quería cortarle el cabello y verla lloriquear como una tonta.

—Eso es mentira, Sung. Estoy contigo porque eres mi mejor amigo, esa solo miente. —cruzó sus brazos.— Me conoces hace más tiempo que a ella, ¿acaso crees que haría algo así?

—Pero Chenle... —puchereó.

—Escúchame bien, Jisung. —tomó al contrario por los hombros, anhelando que este lo mirara pero sabía que eso no ocurriría.— Estoy contigo porque soy tu amigo y quiero ayudarte, ¿acaso me alejé cuando dejaste de ver? —el menor negó.— ¿Lo ves? Quiero ayudarte a mejorar, no me gusta ver que estás mal.

Jisung quería llorar, había desconfiado de Chenle, quien ahora le decía todo esto.

Eso era suficiente para hacerlo llorar, era sensible.

Chenle notó que los ojitos de Jisung se cristalizaban, así que tomó las mejillas del contrario entre sus pequeñas manos y dejó besitos suaves sobre la frente de Jisung en un intento de calmarlo.

No supo por qué hizo eso. Veía que Yuta calmaba de esa manera a su hermano Mark, y recordando la charla del otro día, tal vez Jisung podría gustarle, no estaba muy seguro porque él no quería una relación como la que tenían Yuta y Mark, solo quería cuidar a su Jisung.

Por su parte, Jisung se puso nervioso ante esos besos sobre su frente, no podía ver a Chenle pero podía imaginarlo sonriendo, y eso, causaba más caos en su interior

—Chenle... —llamó en voz baja, obteniendo un sonido de la voz del nombrado.— Gracias, me haces muy feliz.

Y sonrió, sonrió de la manera más adorable del mundo, haciendo que el corazoncito de Chenle se acelere.

Chenle hacía feliz a Jisung.

Jisung hacía feliz a Chenle.