Capítulo 4.

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Mientras más eres niño piensas que el amor puede ser tan perfecto como en los cuentos de hadas, pero mientras creces y cambias de gustos, puedes ver una perspectiva diferente en las novelas y películas, dónde una gran parte de estás te demuestra que el amor nunca será perfecto. Puedes llegar a pensar que nunca lo querrás en tú vida, porque hay casos de infidelidades, maltratos o una relación tóxica y eso es algo que nadie quiere o al menos la mayoría no. Claramente llega un punto de tu vida en que lo vas a experimentar, sea tarde o temprano y ahora JiMin lo estaba experimentando.

Su amor era bonito, uno adolescente dónde parecía que mañana más tarde sería una para toda la vida. JungKook había prometido amarlo y cuidarlo frente a su padre y la madre de éste ya era como una propia para él, sentía que al final eso de querer alejar el amor de su vida cuando estaba en primaría, iba a ser de los peores actos que pudiera cometer si es que lo hubiera hecho.

Sin embargo, no todo era como lo hacía ver frente a los demás, no todo estaba yendo bien, porque muy en el fondo sabía que había días dónde él se hacía el tonto y fingía no haber visto a su novio con la chica que le hacía sentir inseguridades. Fingía no sentir que ellos dos hacían una mejor dupla, fingía no ver como a ella le brillaban los ojos por su chico y como éste parecía encantado con eso.

Incluso en su tercer mesversario, cuando JungKook dijo que iría a su casa para festejarlo solo los dos, él nunca llegó y le dio una tonta excusa de estar comprando con su madre.

JiMin, una hora después, quiso decirle que no le gustaban las mentiras. No le gustaban y precisamente por las cosas que le hacían sentir.

Sentado en el parque, suspiró triste, viendo como su novio estaba con Hyuna y reían encantados por quién sabe qué. Cuando pararon de hacerlo ambos se sonrieron, pareciendo estar bien con la compañía del otro, hasta que la chica lo besó y el castaño decidió que ya había visto suficiente. Había decidió ir al parque a despejar su mente y ahora tenía su corazón roto, que ironía.

Sacando su celular mientras caminaba, decidió mandarle un mensaje al azabache.

Bebé. ♡

¿Seguro que estás de
compras con tu madre?
05:35p.m.

Amor<333

Claro.
05:36p.m.

Bebé. ♡

Oh, bueno, ¿Puedo
preguntar algo?
05:40p.m.

Amor<333

Ya lo estás haciendo,
pero sí.
05:40p.m.

Bebé. ♡

¿Alguna vez tuviste
algo con Hyuna?
05:41p.m.

Amor<333

¿Qué?
05:45p.m.

Amor<333

¿De qué estás hablando?
Deja de ser paranoico, ya
te he dicho que es solo
una amiga.
05:45p.m.

¿Y con una amiga te besas? Quiso preguntar, pero se abstuvo de hacerlo.

Bebé.

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