×× Advertencia: Los últimos capítulos han sido un poco delicados, éste más en especial. Lo que se narre aquí no es un juego y hay que tenerlo siempre en cuenta. Si se sienten como el personaje, por favor les aconsejo pedir ayuda profesional. ××
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Hay algo conocido como el colapso, ése punto donde ya no podemos más con nosotros mismos, nuestros sentimientos o pensamientos, esos que nos van matando lentamente. Dónde comienzas a ver tú futuro planeado siendo solo un sueño, uno completamente efímero que jamás se va a concretar. Ése punto en el que te cuestionas tus razones para seguir con vida o si quiera seguir intentándolo. ¿De qué sirve? ¿Por qué seguir haciéndolo si siempre hay algo que te lo va a impedir? La vida se trata de caer y levantarte, pero ¿Sí ya no hay más fuerzas? ¿Sí ya te cansaste?
¿Qué pasa si piensas que morir es tú última salida? ¿Qué sucede en esos casos?
Un particular castaño de ojos cansados y ojerosos, caminaba por las calles desoladas luego de recobrar el sentido. Al principio estaba totalmente desorientado, pero luego de poder ver como su madre ya no estaba más en el restaurante y el seguía tirado tratando de obtener aire, simplemente se levantó, para luego salir súper apenado.
No podía entender a HyeJin, no entendía nada su odio hacia él y como lo podía abandonar cada que necesitaba ser salvado, pero no quería seguir intentando entenderla. Al menos, ya podía abrir los ojos, observando claramente lo poco que le importaba su existencia.
Dolía, le dolía mucho, quizás ni siquiera sabía cómo es qué tenía las fuerzas de seguir en pie.
Suspirando con los ojos llorosos, trato de calmarse, ya que estaba sintiendo un miedo consumidor con cada paso. Porque él tenía miedo, tenía miedo de seguir decepcionando a su madre y nunca llegar a importarle un poco, tenía miedo de ser una carga para su papá, seguir interfiriendo en la vida de YoonGi y no dejarle vivir como alguien de su edad teniendo que preocuparse por él la mayoría de veces, perder a sus pocos amigo o quizás, seguir siendo la burla y a la vez el orgullo de su colegio. Tenía miedo de volver a lo de antes, mirarse al espejo ahora le costaba, pero antes lo era mucho más. Antes veía a alguien obeso que odiaba con toda a su alma, ahora a un chico desnutrido por miedo a engordar que le daba lastimaba. Tenía miedo de perder lo poco que había construido en esos años dónde se consideró estar completamente bien, aunque no era así, porque quisiera o no quisiera, todo para él ya estaba perdido.
Podía mirar en sí mismo su pasado y presente, pero ¿El futuro? No existía más un futuro, tampoco lo quería en su vida, solo quería llegar a su casa y no pensar en nada más.
Quería ya no pensar en sus problemas, ya ni siquiera pensar en el tema de JungKook, ese dolor que le causo era nada a lo que llevaba guardado durante tantos años, quizás por eso no le guardaba reencor, quizás por eso mantenían una relación cordial y no era incómodo verse, de todas maneras, JungKook no lo trataba mal nunca y él, a pesar de que tenía razones para hacerlo, tampoco lo hacía, porque no le nacía simplemente. Tal vez era tonto, en muchos sentidos lo era, ¿Por qué no en el amor? Amaba al mayor, lo amaba, pero amarlo no significa nada, porque no se sabía amar ni así mismo, no sabía lo que significaba amar, por eso tal vez no dijo nada cuando tuvo cosas que reclamar.
Pero ya no quería seguir en eso, ahora no tenía opciones, ninguna se veía como algo que él quería. Toda su vida ya estaba siendo controlada por su madre, a menos que le pusiera un punto final...
Lo que lo llevaba a una única opción, esa que no sé pasaba por su cabeza desde hace años.
⚜️
12:30 a.m. Busan, 18 de Agosto.
Park JiMin siempre supo que sí quería morir, al menos debía hacerlo de la forma menos dolorosa, así que no le tembló la mano al tomar esas pastillas que su padre tenía escondidas en caso no pudiera dormir. Se dirigió a su cuarto y se encerró, sin pensar tanto en lo que estaba haciendo.
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Tяαιтσя [кσσкмιη]
Fiksi RemajaJiMin y JungKook son novios, todo parece ir bien, pero para uno de los dos no es así. Él no quería terminar, pero cuando esas palabras detonaron en su cabeza, no quedaron más opciones, ya no podía seguir tapando el sol con un dedo. "Me quedé callad...