Capítulo 16

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El after de Jackson parecía ser más tranquilo que la fiesta de graduación, aunque había más trago y más libertad sin los padres presentes, realmente estaba más tranquilo porque no había tanta gente, eran muchos menos. Los que mejor le caían al anfitrión.

JungKook y JiMin habían llegado casi al mismo tiempo, no quisieron convivir tanto con los demás y prefirieron a sentarse en aparte, dónde solo se quedaron ahí en un silencio cómodo, mirando las estrellas que se reflejaban en el cielo, aunque Jeon debés en cuando bajaba su mirada a JiMin, observando a la más hermosa de ellas. No quería decir algo para no estropearlo, no quería apresurar algo que podría ser un final o un comienzo. Le aterraba que esa noche solo fuera un sueño de lo que durante esos meses separados había añorado.

Todos los días pensaba en como sería el día que se volviera reencontrar con JiMin, no había pasado tanto tiempo, pero se había sentido como una eternidad y cuando Tae le dijo que iría a la graduación, no supo si estar feliz o nervioso, tal vez pensando en que el rubio ya ni siquiera le iba a dirigir la mirada luego de dejarle claro que no debían regresar. No debían, tenía claro que no iba a ser sano, pero estaba aferrado a la idea de que debían, antes de que él encontrará a alguien más de quién enamorarse y sentía demasiado miedo cada que pensaba en eso, ¿Qué podría hacer si JiMin se enamoraba de alguien más? No haría nada, puesto que no tenía ningún derecho. Había comprendido con el tiempo separados que debía dejarlo ser feliz, por eso no lo había buscado ni rogado volver, porque sabía que si algún día volvían tenía que ser de una manera sana, sin más daño de por medio, sin más inseguridades.

Ahora Park tenía la última palabra, si esa noche era un adiós definitivo para siempre, entonces solo tendría que aceptarlo y desearle un buen futuro.

Aunque era duro, tenía que aceptarlo.

Mientras lo miraba, se topo con unos ojos que lo miraban de regreso, con un brillo inigualable al de alguien más. El menor era bello de todas la maneras posibles, pero sus ojos... Sus ojos que se cerraban cada que sonreía, lo tenían completamente enamorado de él.

- ¿Por qué me miras tanto? - Preguntó rompiendo el rubio rompiendo el silencio, medio sonriéndole.

- Porque tú tienes algo que yo no - Susurro apenado, ahora mirando sus manos que se apretaban a su pantalón por los nervios.

- ¿Cómo? - Preguntó confundido.

JungKook lo volvió a mirar, acomodándole un mechón de su cabello, para luego baja su mano y posarla en su mejilla, dejando pequeñas caricias - La última palabra, Mimi - Terminó por decir, alejando su mano y mirándolo ansioso.

JiMin se sorprendió por el apodo que no escuchaba hace mucho de él, mismo que solo se lo dijo durante su relación. Le encantaba, le hacía sentir como si fuera un niño chiquito y no le molestaba eso. Estaba encantado y aunque hubieran cosas serias de que hablar, realmente estaba cansado. Estaba teniendo momentos tan buenos últimamente, que aunque a veces le costará darse cuenta de que esa nueva sensación que sentía era la completa felicidad, también quería ser feliz junto a JungKook. Eran jóvenes, ¿Por qué no podían intentarlo? No podía vivir cerrado en lo que fue en el pasado, nada le costaba ahora que solo estaba enfocado en el y en sus personas más allegadas, podía permitirse ser feliz con él.

Tan solo una última vez.

- Kookie - Le dijo apenado, poniéndose rojo y acercándose un poquito más en dónde estaban sentados - Espero que realmente funcionemos está vez, porque no habrán terceras oportunidades - Finalmente dijo sonriéndole mientras le peñizcaba una mejilla, ansioso por su reacción.

JungKook lo miraba desorientado, sin terminar de entender. Estaba procesando lo dicho por su ex, que al parecer ya no lo sería más.

- ¿Lo dices en serio, JiMin? - Se paro en un impulso, todavía desorientado, mientras lo observa esperando por una respuesta.

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