Sombríos © [No Editada]

Capítulo 11: "Corazón elástico"

LILIAN

Salí de mi cuarto a toda prisa, mi madre estaba "esperándome" al pie de la escalera, se veía confundida por mi ropa.
-Volví de trabajar- contó ella-. Aunque no entiendo porque estás vestida así.
-Salí... a... a una fiesta de disfraces- dije por fin.
-Oh, genial. Traje la cena, ¿vamos a comer?
Asentí y la seguí.

ALICIA

-Ajam, si, seguro. En el cuento de Alicia el sombrerero estaba loco, así que no voy a confiar- dije yéndome lejos de Apolo, muy nerviosa. El rió.
Pronto, una sombra se levantó delante mío...

LILIAN

Estaba cansada, agobiada. Luego de comer dos rodajas de pan con un plato de puré me fuí a dormir. A descansar.
Me envolví con mis sábanas y me sumí en un profundo sueño.
Amaneció. Desperté. Fuí hasta el baño y me di un baño. Me vestí con jeans azules y una polera roja. Me desenredé el desordenado cabello, lo sujeté en una coleta.
Me puse mi abrigo negro, una bufanda, la mochila del colegio y salí. Ir al instituto me relajaría y podría ver a Alicia, Greta, Hanzel y Peter.
Caminé por la nieve, me costaba caminar por ella, aún así no me importó.
Llegué al colegio. El instituto estaba lleno de chicos, gritando y jugando.
Fuí hasta el aula, la clase había comenzado. Ninguno de mis amigos habían llegado. Me senté delante de Ander, que sorprendentemente estaba allí.
-¿Dónde están?- le pregunté nerviosa, con un nudo de malos presentimientos y miedo en la garganta y en el pecho.
-¿Quienes?- dijo él haciéndose el tonto, confundido.
-Alicia,Greta,Hanzel y Peter
-Están bien
-¡Pero donde!- exigí.
El profesor se me acercó y golpeó mi escritorio- Señorita, el concepto también es una nota.
Me encogí de hombros, me levanté e hice que Ander se pare. Tiré de su brazo. El resto parecían sorprendidos. La mano de Ander rozó mi muslo, sentí como los músculos de su brazo se tensaron de forma abrupta.
-¿Dónde están, Ander?- le dije desesperada y casi rogándole ello. El sonrió burlón.

-Están en lugar de donde te saqué, Lili.
-Bah- bufé-. ¿Es en serio?
-Muy en serio,Lili- me guiño un ojo. Ignoré el gesto.
-¿Cómo voy a buscarlos?- le dije.
-Ahora solo podrías ir de manera manual.
-¿Cómo?
-Dame un beso- dijo él. Después de ver mi cara de repulsión y confusión estalló a carcajadas. 《Como si fuese divertido》pensé.
Me rasqué la cabeza en señal de exasperación- Hay ya, ¿cómo hago?- dije.
-¿Hacer qué?- dijo Ander dejándose caer por la pared-. Que despistada...
-¿Yo?- dije con la sangre hirviendo de ira-. ¿Porqué yo?- entonces lo recordé. El profesor, "extrañamente", no me había seguido al pasillo. Me asomé al aula, no había nadie. Ni siquiera los útiles.
-¿Y Lili?
-¿QUÉ LES HICISTE?- chillé
-Nada... creo.
-Mierda, pero que idiota.
-Si, a veces parece que de tanta idiotez estás jugando.
《ME RINDO. NO PUEDO HABLAR CON ESTE IMBÉCIL》 quería gritar, aunque no me animaba. Suspiré intentando calmarme.
Me aclaré la garganta- Ander, por favor, ¿podrías decirme como ayudar a mis amigos, por favor?
-¿A cambio de qué?- dijo él con su irritante voz soberbia.
-De nada, no tengo nada.
-Si me das un beso me conformo- dijo Ander encogiéndose de hombros. Fruncí el ceño.
-Oh, vamos, ya no es divertido- dije fastidiosa y capaz de darle patadas y manotazos a la pared. Ander se me acercó tanto que sentía su cuerpo irradiar calor. Clavó sus ojos plateados en las míos y se inclinó hasta que mi rostro quedó a pulgadas del suyo. Sentía que mi corazón era un caballo desbocado, latiendo con una fuerza y velocidad tan grandes que podría hasta vomitar.
-No estoy jugando, Lili- susurró él a mis labios.

ALICIA

Me di vuelta instintivamente, Apolo ya no estaba. 《Cabrón》pensé.
Al levantar la cabeza -y enderezarla- vi una sonrisa blanca pulcra sobre las transparencias del aire. Pronto la sonrisa fue formando parte del cuerpo de un gato a rayas turquesa, magenta y negro. El gato de Cheshire, no podía no conocerlo, uno de los personajes principales del cuento.
-Hey, Alicia. Veo que estás perdida, Alicia- decía el gato con una fantasmal, aguda y chistosa voz.
-Hace rato que me perdí- dije cruzándome de brazos-. Desde que me trajeron acá.
-Bueno, hay un adelanto. Ya no estás estúpida creyendo que estás muerta o algo así.
-Que amable- susurré con enojo.
-Si hubieses seguido al conejo blanco desde el principio np te hubieras perdido- contestó Cheshire.
-¿Qué?
-Debo reconocerlo. Alicia, deberías conciderarte afortunada. Fuíste la primera en no morir...aún. Pero también la más testaruda y torpe- hablaba Cheshire.
-¿Torpe yo?- dije enojada-. Pfff, gato mugroso no soy torpe.
-¿Ah no?
-No
-Entonces, ¿Porqué estás cayendo por la madriguera del conejo blanco?- dijo el gato. Al mirar abajo vi lo que temía, mi falda se infló y caí. Caí y caí. Gritaba el poso parecía no terminar más. No tenía fin.

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