Tres

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La mañana siguiente resulta ser algo fría, Louis ha dormido bastante y siente su cuerpo algo cansado de la cama. Parpadea un par de veces antes de darse cuenta de la situación; no estaba en su habitación, entonces recordó que el cuidar a Harry no había sido solo un bonito sueño.

Quiere moverse para poder verlo, pero su cuerpo está aprisionado por su cálido peso. Harry estaba sobre él, abrazándolo y con sus piernas entrelazadas en las suyas.

Sonríe y pasa una mano suavemente por la espalda del rizado, estaba un poco fría y es porque la cobija quedó en el olvido en la noche. El chico se remueve y suelta algunos quejidos, luego dio un bostezo, parecía un gatito adormilado.

— Buenos días Hazz.

Harry se sobresaltó al oír su voz, y se quitó de inmediato, alzando su cabeza para verlo.

— L-lo siento — Tartamudeo por el susto, con su suave voz, pero un poco diferente a la del día anterior — Es que me muevo mucho en las noches.

Louis sonríe de lado y niega despreocupado, Harry ya no estaba en su espacio.

— No me molesta pequeño, estábamos calientitos igual, hace un poco de frío — Se estira sobre la cama y luego se sienta frente a Harry para subirle un poco el cierre del pecho.

— Es bueno saber eso — Murmuró, luego se quedaron en silencio unos segundos. El menor jugaba con sus manos entre sí y luego vio su cuerpo, aun con el mameluco puesto — ¿No... Piensas que soy raro?

Louis negó de inmediato y se mordió el labio inferior.

— Claro que no, eres muy adorable, me gusta estar aquí contigo y al fin conocerte — Sonrió, sonrojado.

— Me gusta que seas tú — Admitió, con una sonrisa que marcaba sus hoyuelos — ¿Quieres acompañarme a desayunar, me muero de hambre?

— Si, si, vamos.

Louis se levantó de las cobijas con algo de pereza y acomodó un poco su ropa arrugada, luego miró a Harry que también lo veía desde la cama.

— Yo... Saldré para que puedas vestirte — Dijo Louis, apresurando su paso para salir, pero se detuvo en la puerta, pensando en algo — ¿Te gustaría, ir a desayunar fuera?

Harry le puso atención y jugó con sus deditos en notable nerviosismo.

— ¿Fuera?

— Si, vi un lugar cerca de aquí, tienen postres y café.

Harry mordió su labio inferior y Asintió, un poco dudoso, no le gustaba salir demasiado porque la gente lo agobiaba y a veces lo miraban extraño, pero supuso que al igual que Marlon, Louis lo protegería.

— Saldré en un ratito — Avisó Harry.

Louis asintió emocionado y salió de su habitación, cerrando la puerta pero estando al tanto por si necesitaba algo.

El menor estaba sentado aún lado de Louis, con sus manos entre sus piernas y mirando un poco asustado a todos lados, tenía su desayuno frente a él pero le daba vergüenza comerlo frente a tantas personas

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El menor estaba sentado aún lado de Louis, con sus manos entre sus piernas y mirando un poco asustado a todos lados, tenía su desayuno frente a él pero le daba vergüenza comerlo frente a tantas personas.

— Hazz, si no te gusta puedes pedir otra cosa, lo que sea — Dijo Louis, sobando su espalda y mirándolo suavemente.

— N-no, esta bien esto, me gusta el pastel.

Louis asintió y sonrió cuando Harry comenzó a comer de poco. Se había dado cuenta que el rizado no era muy diferente a cuando estaba en little space, era tímido, se sonrojada bastante, y le gustaban los mimos, también hablaba un poco más.

—... También juego fútbol, no estoy en un equipo oficial pero... — Louis se detuvo cuando vio a Harry dejar de prestarle atención y sus ojos lagrimear — Bebé, ¿Que pasa?

Harry hizo un puchero y se recargo en el hombro de Louis, aguantando un lloriqueo.

— Quiero a Bubba — Pidió, en voz baja.

Louis reaccionó rápido.

— Bubba, si Hazz, está aquí...

Sacó al oso de peluche de la mochila de Harry y el lo abrazó contra su pecho.

— Quiero mi cama, Lou — Murmuró, cuando una lágrima se le deslizó por la mejilla.

— Bien, si, si... Creo que no fue buena idea venir pequeño, ya nos vamos.

Louis pagó la cuenta y tomó la mano de Harry, el cual avanzó solo unos pasos y luego pidió que Louis lo cargara, lo hizo con todo gusto, ignorando las miradas extrañas de las personas alrededor.

Llegaron a casa de Harry, y Louis lo primero que hizo fue acostarlo en su cama, estaba despierto y más tranquilo de no estar rodeado de tantas personas.

Louis le quitó los zapatos y la ropa, poniéndole una bata de baño.

— Te daré un baño calientito ¿bien? Y espuma.

Harry asintió.

— Espuma... y patitos.

— Los patitos, claro bebé.

Harry sonrió ante el apodo y se abrazó a Louis cuando lo encaminó al baño, lo vio preparar la tina y lo ayudó a entrar con cuidado.

Rebusco en la alacena del baño y vio los patitos de Harry, eran tres, rosa, amarillo y lila. Los metió a la bañera y se sentó en el suelo, Harry los tomó empujándolos suavemente para que flotaran y cuando se iban a la otra orilla, Louis se encargaba de empujarlos de vuelta.

— ¿Te gustan? Este me gusta — Dijo Harry dándole el patito lila, casi con timidez.

— Me gusta, es bonito Hazz — Louis lo apretó y el pato chilló, haciendo que Harry riera y apretara los otros patos.

— Tuyo — Dijo el menor, señalando el que traía Louis en la mano.

— ¿Me... Me lo regalas, entonces? — Harry asintió y tomó las manos de Louis acercándolas, luego le dio un besito al pato.

— Es tuyo.

Louis se sonrojó y sonrió ante el gesto tan lindo que había tenido Harry y concluyó que ese chico le encantaba.

Luego de unos minutos de espuma y ver como jugaba con el agua, vio a Harry bostezar y rascarse un ojo con el puño cerrado.

— Sueño — Balbuceo.

Louis asintió, así que tomó la bata de Harry y lo sacó con cuidado, secándolo y poniéndole el pijama dentro del baño para que no se enfriara.

Eran las dos de la tarde, así que solo lo dejaría dormir un rato y aprovecharía para hacer la comida y sus tareas atrasadas.

Lo recostó en su cama y lo cobijó, poniéndole a Bubba entre sus brazos y su chupete en la boca.

Dio unas caricias a su cabello y luego le beso la frente.

— Duerme un poco, bebé.

Iba a salir de la habitación pero Harry alcanzó a tomarlo de la mano.

— No — Murmuró — Es que abrázame — Hizo un puchero.

Louis asintió y se acomodó aún lado de él, pasando un brazo por su torso y la otra acariciándole el cabello, hasta que los dos se quedaron dormidos.

bubba bear • larry softDonde viven las historias. Descúbrelo ahora