Once

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Anne había intentado calmar a Louis y tratar que dejara de sollozar, le llevó una taza de té y le frotó la espalda.

— Es que si fue mi culpa Anne, no debí sacarlo si quiera a ese maldito lugar — Lamentó, sorbiendo su nariz y dejando salir aire.

— No, cariño, no fue así. Tu lo cuidaste bien e hiciste lo correcto en sacarlo, hace meses no salía hasta que tú llegaste. — Le quitó algo de cabello de la cara y le limpió las lágrimas, Louis negó, ya más tranquilo, pero sollozaba.

— Sigue sonando a que fue mi culpa... Eso solo demuestra que no podría cuidarlo si yo... Si el... — Se calló antes de seguir y pasó sus manos por su rostro, frustrado.

— ¿Si qué? Puedes decirme, Louis.

El ojiazul negó, y tomó el oso de peluche entre sus manos.

— ¿Puedo darle esto antes de irme?

Anne se mordió el labio, seguía inquieta y empezaba a preocupar al ojiazul.

— Claro, está dormido — Señaló la habitación — Y Marlon está con el.

Louis ni siquiera se movió de su lugar ¿Marlon? ¿El mismo que le decía cosas bonitas por teléfono? Ahora entendía.

Quiso irse simplemente, y dejar que sus celos y enojo lo dominaran, pero la curiosidad de conocer al tipo era más fuerte, así que se dirigió despacio a la habitación y la abrió.

La primer sorpresa se la llevó cuando vio que su habitación no era exactamente la misma de antes; faltaban muchos juguetes, dibujos, y estaba pintada a medias por un color gris claro.

Su cama ahora estaba en la esquina, y ahí estaba Harry, dormido profundamente y con unas manchas de tinta y pintura en el rostro y parte de la ropa neutra que traía.

No tuvo si quiera intenciones de sonreír o ir a acariciarle la mejilla como le gustaba hacerlo, cuando su vista se fijó en el brazo que lo rodeaba por detrás.

Ese era Marlon.

Salió de ahí y dejó el oso en el suelo, sin importarle demasiado. Anne estaba en la cocina y cuando vio que iba a salir lo detuvo.

— Louis no te vayas, la cena estará lista, quédate.

— No Anne, tengo mucha tarea y Harry necesita descansar.

— No lo creo, ha dormido como un oso toda la tarde — Escuchó una voz más gruesa a sus espaldas.

Louis se giró y vio a Marlon saliendo de la habitación, estirándose y con cara adormilada; era un poco más alto que él, pelinegro y de cejas gruesas, tenía una mandíbula perfilada y cuerpo delgado, su ropa también estaba llena de pintura.

Louis se sintió insuficiente y quiso llorar de nuevo.

— Soy Marlon — Le tendió la mano, pero Louis no reaccionó, por lo que el chico la bajó, con pena.

Ambos se miraron, Louis lo analizaba demasiado, creyendo que de verdad Marlon era mejor que él y llevaba cierta ventaja con el rizado. Marlon lo miraba con curiosidad, queriendo conocer al chico del que Harry y Anne le habían hablado.

— Que bueno que ya se conocen — Habló Anne, rompiendo el silencio incómodo — Vengan a cenar.

— Cielos yo si tengo hambre. Louis por favor quédate, de verdad que me han hablado mucho de ti — Dijo el pelinegro, con cierta esperanza en sus ojos.

Louis asintió sin decir ninguna palabra y los tres pasaron al comedor, donde Anne sirvió platillos de carne y puré para todos.

— Y entonces... ¿Tú cuidas a Harry ahora? — Preguntó Marlon, empezando a comer.

Louis se encogió de hombros y comenzó simplemente a revolver el puré, sin apetito, había comenzado a arrepentirse de quedarse.

— Eres de pocas palabras — Sonrió el pelinegro — Creo que Anne escogió bien la compañía de Harry.

Anne se limpió la boca y asintió.

— Conozco a Louis desde que estaba pequeño, pero él y Harry nunca se conocieron personalmente, hasta hace unas semanas.

Marlon asintió a lo que Anne decía y siguió comiendo. Louis estaba ajeno a todo e hizo su silla para atrás con intención de levantarse e irse, pero la figura perezosa de Harry apareció por el umbral, descalzo.

— Huelo a comida desde allá — Dijo, sin percatarse de su presencia y se le revolvió el estómago cuando vio al rizado abrazar a Marlon por detrás — ¿Por qué no me despertaste? Bobo.

— Lo siento Hazz, realmente estabas muy dormido — Marlon le besó las manos y Anne se levantó para servir un plato extra. Harry se enderezó para ir a sentarse, fue ahí donde lo vio y se quedó quieto.

— Louis... Hola — Saludó, con una sonrisa.

— Hola.

Harry se sentó aún lado del pelinegro, aún con la mirada en él.

— No habías venido... ¿Por qué?

— Yo, eh... Tenía cosas que hacer.

— Te extrañé, bastante.

Louis asintió. ¿De verdad? Yo más.

Me tengo que ir —  Se puso de pie y llevó el plato intacto a la barra — Fue un gusto verlos.

Salió sin escuchar bien lo que Anne decía y tomó el picaporte de la puerta. Una mano frágil y delgada lo detuvo, se giró para ver a Harry.

— Lou no te vayas. Quédate por favor... No has venido — Rogó, y casi podía ver un puchero en sus labios.

— No Harry, de verdad me tengo que ir, deje a Niall solo en mi casa y eso no es buena idea — Intentó bromear, pero ni siquiera a él le causó gracia.

— Oh, yo... Es que Marlon saldrá al rato y no quiero estar solo.

Louis no supo que sentir.

— ¿Entonces solo me quieres cuando Marlon se va? — Preguntó sin pensar, Harry negó de inmediato y empezó a divagar.

— No, no quise decir eso, de verdad que no... Es que, en serio te extrañé.

Louis sintió su corazón quebrarse y quiso abrazarlo y pedirle que estuviera con él siempre. Vio a Marlon entrar a la sala y mirar con preocupación a Harry.

Recordó como eran sus pláticas con el pelinegro por teléfono y como los había encontrado dormidos, y el que el rizado abrazara de la forma que lo hizo en la cocina fue suficiente. También recordó que era su culpa el que Harry no entrara en su pequeño espacio y supo de inmediato que el que sobraba ahí, era él.









[...]

Fotito de Marlon. Ni siquiera sé si lo describí bien pero equis ajsjs

Los capítulos están aburridos lo sé, probablemente los termine borrando y escribiendo de nuevo, así que no les hagan mucho caso:(

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Los capítulos están aburridos lo sé, probablemente los termine borrando y escribiendo de nuevo, así que no les hagan mucho caso:(

bubba bear • larry softDonde viven las historias. Descúbrelo ahora