bubba bear • larry soft

Extra III

El día que tocaba surtir la despensa y las cosas del hogar siempre era cansado para ambos, pero al menos en su nuevo auto podían llegar a cualquier lado más rápido sin necesidad de esperar un taxi.

Entraron a su departamento con Louis cargando un poco más de cosas que Harry porque no le dejaba llevar nunca demasiado peso para que no se lastimara, así que dejaron todo en la mesa para empezar a organizar la despensa, Harry soltó un soplido cansado.

— ¿De verdad es necesario guardar todo hoy? — Preguntó, esperanzado.

Louis rodeo la mesa y dejó un besito en sus labios.

— No, la verdad yo tampoco tengo muchas ganas — Le tomó por la nuca con una mano mientras sus labios iban a su cuello y dejaba más besos suaves ahí — Pon una película en la habitación, buscaré los panecillos.

Harry hizo una afirmación en murmullo y no se quitó de inmediato, esperó a que Louis terminara de besar ahora sus clavículas mientras él lo disfrutaba. Cuando se alejó, estaba seguro que ahora sus mejillas estaban rojas.

Llevaban con ese tipo de toques y caricias desde hace varios días, a Harry le encantaban y le hacía sentir bastante relajado. Mientras que a Louis lo volvían totalmente loco.

Cuando el menor se fue a la habitación Louis soltó un suspiro, con el nuevo olor a sandía de su novio aún en el aire.

— ¿Quieres de caricatura? — Oyó preguntar a su novio desde la habitación.

— Está bien bebé — Respondió, rebuscando entre las bolsas sus panecillos.

— También me estoy poniendo mi pijama ¿Te preparo la tuya?

Louis soltó una risita.

— Por favor.

Cuando terminó puso la comida en un plato y fue a la habitación mientras comía. Casi se le atora en la garganta cuando vio a Harry con su pijama lila de shorts y playera holgada, la usaba solo a veces que hacía calor, y no negaba que esa ropa le quedaba muy bien al mostrar sus piernas rellenitas y lechosas.

Siempre le decía que eso se le veía bonito, aunque en realidad ocultaba un poco la reacción que en él causaba.

— Hace calor aquí dentro, prendimos la calefacción toda la mañana  — Habló en rizado al ver qué Louis lo miraba.

— Eh, si amor, lo siento mucho, voy a apagarlo.

Harry asintió y se subió a la cama mientras Louis apagaba la calefacción y se cambiaba de ropa, luego apagó la luz, con solo la pantalla del televisor iluminando tenue la habitación.

Se acurrucó a su lado cuando se sentó también, con la espalda recargada en la cabecera y abrazándolo por la espalda.

A Louis le hubiera encantado poder discutir la trama de la película con su novio, pero siendose sincero, ni siquiera le prestaba atención.

Le acariciaba la espalda en circulos suaves, y de a ratos bajaba un poco más, Harry estaba casi encima de él, de lado y dándole la espalda, pero entretenido en la película, así que Louis, inconsciente, bajo hasta que sus dedos tocaron la orilla de sus shorts y los metió un poco, Harry alzó la mirada.

El ojiazul al darse cuenta quitó la mano y se puso nervioso, pero su novio lo miraba con una sonrisa.

— ¿Me das un beso? — Pidió el rizado en un susurro.

Louis tragó saliva, temiendo que a causa de ese beso pudiera tener un problemita, pero no se lo negó.

— Si, ven aquí.