Adicciones～ Wos

ᴘᴀꜱᴏ ᴅɪᴇᴢ

Paso diez: Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo admitíamos inmediatamente.

Si tengo que hacer un inventario personal sería todo errores, ya no podía salvar ni una parte de mi, entre las mentiras, los engaños, la droga, el alcohol no podía admitir que todo eso me estaba destruyendo, que Valentín era una parte de esa destrucción y que a pesar de que yo no lo quería ver, me estaba hundiendo de a poco en arenas movedizas, de las cuales, me sería difícil salir

Decidimos irnos de la fiesta para continuar por la nuestra, porque si, todo seguía cuando nos íbamos de algún lugar, casi siempre en su pieza, entre penumbras, entregándonos lo poco que teníamos sobre un colchón que se volvía hielo cada vez que nos acostábamos.

Llegamos y repetimos la misma rutina de cada vez, se acomodo en la silla, armo las líneas, me llevo sobre sus piernas para sentarme en su falda y así consumir los dos, como si fuera lo más normal del mundo, como si hiciéramos caso omiso a que eso nos estaba pudriendo, por dentro y por fuera.

Pase los dedos por mi nariz luego de tomar y acaricie su nuca intentando llegar a su boca, me empujó para que me levantara siguiendo aquel beso mientras se paraba conmigo y bajaba el cierre de mi pollera, cuando la prenda estuvo en el suelo se quitó la remera, camine de espaldas hasta la cama seguida por el que fue encima mío casi que gruñendo haciéndome reír, a veces no hacía falta hablar, tan solo a veces podíamos entendernos con una mirada, una acción, un beso o un roce, pero se detuvo unos segundos sostenido por sus puños en el colchón sobre mi, me miró o más bien me admiró

—¿Que pasó? - pregunté estirando mi mano para delinear su mandíbula con mis dedos, su rasgo mas notorio y varonil que tanto me gustaba 

—Te amo - susurro yendo a besarme suavemente la boca para deslizar sus labios por mi cuello repitiendolo un par de veces más, como si hubiera tomado valor para desnudar su alma completa ante mi

—Yo también te amo, Valentín - cerré los ojos sintiéndome aliviada por decirlo, por qué el también lo sintiera, porque lo que sentía por el era tan fuerte como nuestra adicción, como nuestro mayor problema

Se deslizó con su boca por mis pechos hasta mi abdomen haciéndome jadear, siguió bajando deslizando mi tanga para ubicarse entre mis piernas, su boca se encargó de darme placer haciéndome arquear el cuerpo apenas lo sentí, mis gemidos enseguida se hicieron presentes y su lengua se encargó de todo junto a su boca.

No podía pedirle más en ese momento, la pieza estaba en vuelta en llamas y el con la manera de tocar, de besar, de hacerme sentir lograba que ese calor nos inundara a los dos, y así se mantuvo, dedicado a mi placer hasta cuando sentía que iba a explotar salió de ahí yendo directo a besarme se estiró a buscar el preservativo que tenía en su cajón haciendo que me volteara en la cama mientras se lo ponía

Era su muñeca, ahí y fuera

—Levanta el culito, dale - me palmeo apenas la cadera y tome la posición que el pidió, se hundió en mi soltando un gruñido comenzando a embestirme con lentitud aferrado a mis caderas como disfrutando de cada vez que entraba en mi

El placer volvió a inundarme en cuanto lo sentí dentro, su mano fue a mi garganta sosteniéndola llevado su boca a mi oído dejándome sentir todos los jadeos que salían de el mientras sus caderas no paraban de moverse cada vez más rápido, cada vez con mas intensidad

—¿Vas a acabar? - pregunto agitadamente en mi oído minutos después, haciendo más presión con su mano en mi garganta, yo asentí mordiendo mi labio inferior dejándome inundar por sus jadeos, por sus palabras por ese cosquilleo en el centro de mi estomago que pedía salir