Nada había salido bien, mejor dicho, nada nunca me sale bien
¿Es mi culpa?
Si, es mi culpa, solo mía. Soy débil, no puedo evitar volver arrastrándome al único lugar donde me puedo sentir plena, mi mente es pobre, no es fuerte, estoy mal, necesito algo más que voluntad. Ya lo dijo mi psicóloga, pero en mi afán de no querer ninguna pastilla o de ir a psiquiatra perdí lo poco que habían conseguida
¿Acaso no soy una experta en perder?
Perdí a mi madre, a mi padre aunque este vivo, a mis amigas, al amor de mi vida, pierdo siempre pierdo, no puedo jugar, ya se que voy a salir en último lugar.
No podía pensar con claridad, no no podía hacerlo, porque a pesar del dolor y la amargura que sentía en mi pecho.
Tome una mala decisión, de esas que siempre tomo, de esas que terminan arruinándome.
Fui a un festejo de la facultad, no debía haberlo hecho, tomé alcohol porque no podía cargar con mi ser, con mis sentimientos, con mis pensamientos. Podía sentir la sustancia correr por mi cuerpo y que eso me diera algún tipo de satisfacción, algo así como cuando me drogaba, y si, toda mi rehabilitación se había ido de nuevo al carajo.
Cuando no encontré quien tuviera droga me fui, salí de ahí directo al lugar donde sabía que iba a encontrar lo que necesitaba, o mejor dicho, que yo creía necesitar. Llegué a la plaza, la cual concurrida por ser un viernes a la noche, me hizo difícil encontrar a quien buscaba, pero lo vi, porque divisé su auto, estaba donde siempre y con los de siempre, aunque no estaba Valentín, raro, pensé, el siempre esta ahí
Me paré a unos metros porque no me animaba a acercarme demasiado, alcé la mano y la moví varias veces para intentar que me viera pero fue en vano, así que opte por llamarlo
—Tadeo
Volteó rápidamente al escucharme y se acercó segundos después trotando despacio, guardo sus manos en los bolsillos y me miró algo confuso, frunció el ceño cuando estuvo frente a mi, seguramente mi cara denotaba mi estado
—Malena, ¿Qué haces acá?
—Necesito - aclaré mi garganta, sentía la boca seca de toda la adrenalina que corría por mi cuerpo -—Necesito que me vendas merca por favor - saqué temblorosa de mi mano un par de billetes acercándoselos
Miró el dinero, me miro a mi, giró su cabeza hacia el grupo donde estaba antes y pasó una mano por su cabello como si estuviera en una disyuntiva
—¿Volviste a tomar? - negué varias veces —¿Entonces? No te voy a vender nada - amago a irse pero lo detuve por el brazo clavando mis ojos en los de el casi que en un suplicio
Me hizo señas con la cabeza como que lo acompañara, no pregunté mucho y fui, cruzamos la plaza hasta llegar hasta la puerta de su casa , me hizo esperar afuera, me mordí las uñas esperando que volviera
Pasaron cinco minutos y por fin apareció, me entregó la bolsita pero no la quería soltar, tire fuerte hasta hacerme de ella, le alcance los billetes pero se negó como lo hacia siempre
—Dale, agarralos
—No, andate Malena
Paso por mi lado directo a la calle dirigiéndose hacia la plaza, voltee para mirarlo. No entendía porque estaba actuando de esa manera, el no era así, siempre intentaba detenerme o hacerme saber que estaba ahí para mi
¿Es eso lo que quiero? ¿Alguien que me diga que no lo haga?
Se alejo, continúe mi camino hacia la avenida, pensando en ese momento, en como se fue, en que tenía en mi bolsillo lo que había arruinado mi vida. Apreté la bolsita en mi bolsillo como si eso me diera la respuesta del que hacer
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Adicciones~ Wos
FanficEs como un veneno que se te mete dentro pero en vez de matarte te hace pedir más y más hasta que estás en el suelo sin poder respirar Leer con discreción +18 Contenido sexual, consumo de drogas, temas sensibles