Prince

V

Lo primero que llegó a manos de Yeonjun cuando entró al palacio fue una pila  de periódicos donde se podían leer  título como "Rumores sobre una boda" o "Príncipe Yeonjun en escándalo de cita en pleno día".

Suspiró con una sonrisa en la cara; era obvio que iban a comenzar a salir rumores y junto a Soobin, iban a ser titulares en la mayoría de los medios de comunicación hasta que anunciaran oficialmente su relación. 

Después de haber ido a la panadería y complacer a Soobin con lo que deseara, continuaron con su paseo por una hora más, yendo a los grandes jardines y disfrutando del clima que a pesar de que la noche anterior había llovido, los rayos del sol eran cómodamente cálidos.

—Príncipe Yeonjun—Llamó tímidamente Soobin, entrando con una nota en la mano a la habitación donde se encontraba.

—Dime—Yeonjun volteó de inmediato al escuchar que Soobin lo había llamado.

—¿Cómo vamos a solucionar esto?—Dijo con la cabeza gacha, sentía que por su culpa habían comenzado a salir ese tipo de notas.

—Ey—Yeonjun se acercó al menor, tomando su mano y acariciándola con la yema de su dedo pulgar—Dijiste que estabas preparado para ésto en la panadería—Soobin rió de manera nerviosa.

—¿Eso dije?—Preguntó sin mucho entusiasmo.

—Si y ahora tenemos que arreglarnos, porque en cualquier momento vendrá la prensa nacional—La madre de Yeonjun ingresó a la habitación antes de que el menor de los príncipes pudiese responder.

—Queridos, necesito que se coloquen las ropas que están cada una de sus habitaciones, en una hora llega la prensa nacional—Anunció antes de volver a retirarse. 

Cuando Soobin entró a su habitación, observó sorprendido a su madre que se encontraba sentada a los pies de la cama con un elegante traje en su regazo. Sonrió cuando vió a su hijo entrar. 

—Madre—Soobin hizo una pequeña reverencia, saludando a su progenitora.

—Cariño, escucha—Irene se acercó a Soobin, dejando un beso en su frente—Seulgi me ha explicado cómo funciona la prensa aquí en su reino.

—¿Eso es algo bueno?—Soobin estaba confundido, pues no sabía la relevancia de aquella información. La reina rió un poco.

—Querido, vas a pararte junto al príncipe Yeonjun y ambos dirán que están comprometidos frente a la prensa nacional—Claro, eso era lo importante. Por un momento a Soobin se le había olvidado que tendrían que salir a aclarar su relación—Solo tienes que responder a unas cuantas preguntas. En casa hacíamos las entrevistas en privado, pero aquí es en público—Soobin inmediatamente negó.

—No puedo hacer esto, madre—Le dijo a manera de suplica.

—Si puedes—Afirmó la reina de Ga-ja—Estaremos a su lado, así que no tienes que preocuparte.

Soobin asintió no muy convencido, pero tenía que aceptar sus labores desde ya. Suspiró y comenzó a arreglarse con la ayuda de su madre, que cómo era de esperar, ya tenía preparados los trajes.

Soobin a veces se preguntaba si su madre era algún tipo de adivina. Era eso o que Irene era una mujer en extremo preparada.

Cuando el menor de los príncipes estuvo listo, Yeonjun ya estaba de pie en las escaleras esperando por él, hablando mientras con un empleado del palacio.

—Yeonjun—Le llamó el menor, el nombrado volteó a verlo con una sonrisa, mientras que el otro hombre hacia una reverencia y se apartaba.

—¿Listo?—Preguntó y ofreció su brazo al ver al chico de cabellos oscuros asentir.

Ambos caminaron escaleras abajo mientras sus padres los esperaban, detrás de las grandes puertas se escuchaba el bullicio de la gente. Compartieron miradas y salieron después de tomar un gran respiró, intentando calmar sus nervios.

La prensa nacional comenzó a disparar el flash de sus cámaras, intentando tener las mejores fotografías de la gran noticia que estaba por ser revelada. Los reyes de Moonie fueron los primeros en salir, San habló por medio del micrófono en el taburete que se encontraba instalado de manera improvisada.

—Buenas tardes, por favor les pido que mantengamos la compostura y escuchemos lo que ambos príncipes tienen que decirnos antes de que nosotros comencemos con nuestro discurso.

Con ese gesto, ambos príncipes se colocaron uno al lado del otro, compartiendo miradas antes de presentarse.

—Buenas tardes—Habló primero el mayor de ambos—Soy el príncipe Choi Yeonjun, primogénito y heredero del reino Moonie—Hizo una reverencia hacia su pueblo, quien para entonces ya habían acotado las indicaciones de su Rey.

—Buenas tardes—Continuó el azabache, sintiéndose en extremo nervioso por tener toda la atención puesta en él—Mi nombre es Kim Soobin, primogénito y heredero del reino Ga-ja.

Al igual que Yeonjun, Soobin hizo una reverencia acompañado de sus padres, indicando que todos provenían del reino vecino. El pelirrojo tomó la iniciativa para hablar nuevamente.

—El motivo por el cual nos encontramos reunidos aquí es para aclarar todas aquellas notas y dudas que tengan sobre nuestra relación—El pelirrojo se mostró bastante tranquilo al momento de hablar, intentando contagiar a Soobin para calmarlo.

—El estado de nuestra relación...—Soobin miró a Yeonjun un poco dudoso, pero el mayor asintió para que continuara—Estamos comprometidos. Tal compromiso traerá beneficios a ambos reinos, por lo que esperamos paciencia respecto a nuestra unión oficial.

Ambos chicos hicieron una reverencia mientras las cámaras continuaban tirando el molesto flash y los periodistas alzaban la mano para la ronda de preguntas, las cuales ambos respondieron de la mejor manera.

Para terminar con la conferencia de prensa, los reyes de ambos reinos comenzaron a hablar sobre los asuntos políticos y económicos que traería a consecuencia dicho compromiso, sin embargo, tanto Yeonjun como Soobin ya no prestaban atención, simplemente sonreían ante la prensa.

Acabadas las preguntas, dieron por terminado el comunicado y volvieron a ingresar al palacio donde las seis personas suspiraron cansadas, pero felices.

—Bien, un asunto menos que atender—Habló Seulgi satisfecha al haber atendido aquel asunto con su reino.

—Aún falta que Yeonjun visite nuestro reino para poder hacer oficial el compromiso en nuestro lado—Dijo Irene mirando al mayor de los príncipes.

—Claro, con gusto iremos a su reino—Irene estaba satisfecha con la respuesta del chico, Yeonjun siempre había sido muy educado y ella estaba feliz de que fuera la pareja ideal para su Soobin.

—Vayamos al comedor, es hora de la merienda.

Los reyes de adelantaron a dicho lugar, quedando aún en el salón ambos príncipes.

—Cuando vayas a Ga-ja, te mostraré mi lugar favorito—Comentó Soobin con entusiasmo, dando pequeños brinquitos que Yeonjun veía con una sonrisa.

—Claro que si, mi príncipe.