XXIII

386 48 0
                                    

Soobin respiraba con dificultad al sentir que el chaleco el cual le colocaban estaba demasiado apretado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Soobin respiraba con dificultad al sentir que el chaleco el cual le colocaban estaba demasiado apretado.

—Madre—La llamó con tropiezo y lentitud, asustándose al sentir que apretaban aún más el chaleco.

—Sopórtalo por unos segundos, Soobin—Resignado, el azabache trató de enderezarse para reducir el esfuerzo en sus pulmones.

Notó a su madre inspeccionarlo de pies a cabeza con un deje de duda, pensando si por fin el traje número cuarenta y cinco era el indicado para la ceremonia conyugal, pues aún faltaba que escogieran el traje adecuado para el baile en la fiesta que se daría.

—Iré a ver al príncipe Yeonjun, espero que su elección nos sea útil—Comentó ella antes de salir apresuradamente del probador.

Soobin suspiró cansado, deseando poder desabotonar el asfixiante chaleco de aquel traje azúl marino. Desde que ambos príncipes llegaron al gran salón, sus padres volvieron a sacarlos para meterlos en los probadores, pues el plan era que cada príncipe eligiera el traje que más les gustase y después, compararian entre ambos para llegar a la elección final.

Aún así, el de facciones de conejo no creyó que su madre tardara tanto en escoger un simple traje para la ceremonia conyugal, así que negó con la cabeza, viéndola salir con prisa hasta llegar con Yeonjun.

El rubio por su parte se encontraba sudando frío al observar cómo la persona encargada de confeccionar su vestimenta atravesaba ágilmente alfileres en su pantalón, marcando las zonas en donde debía reducir la tela para resaltar la belleza del príncipe de Moonie.

—Por favor, tenga cuidado—Pidió al sentir la punta de un alfiler rozar con su piel.

—Mis disculpas, su alteza—Respondió el hombre, agachando su cabeza—Sería de ayuda que disminuyera el movimiento de sus piernas, también evitaríamos accidentes.

Yeonjun miró hacia el frente completamente avergonzado a la par que detenía el movimiento constante y ansioso en sus piernas, no lo había notado, por lo que pensó que todo era culpa de sus nervios al pensar en ser pinchado por esos alfileres.

Seulgi, su madre, abrió la puerta al escuchar unos golpeteos, notando a la reina de Ga-Ja, quien tenía una mueca preocupada en su rostro.

—¿Que sucede, Irene?—Preguntó preocupada la reina de Moonie al pensar que estaba ocurriendo algo desagradable.

—No hemos logrado dar con el traje indicado—La mujer suspiró, recibiendo una sonrisa aliviada de Seulgi.

—Justo acabamos de encontrar el traje perfecto para Yeonjun.

La mujer extendió su mano para abrir un poco la cortina, mostrándole a la reina de labios rojizos el traje que el príncipe tenía puesto mientras lo pinchaban con alfileres por todas partes. Irene quedó sorprendida al ver lo bien que lucía Yeonjun, agradeciendo y halagando al muchacho antes de volver con Soobin.

PrinceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora