Prince

XXI

La gente del pueblo miraba a través de las ranuras de sus ventanas, soltando suspiros desesperados y miedosos mientras cubrían sus bocas para no delatar su posición, más cuando vieron a sus cuatro reyes «de la próxima unión de sus reinos » caminar con las manos en la espalda, siendo guiados y custodiados por los guardias del Norte, quienes mantenían una burlesca y socarrona sonrisa en sus rostros.

Detrás de todos se podían divisar a las dichosas reinas de todo el caos, sonriendo en grande mientras daban pequeños brincos cada que se acercaban al palacio de Moonie.

—Cuanto quisiera darles un golpe en la cara—Siseó Seulgi con enojo, soltando rápidamente un quejido al sentir el agarre en sus muñecas incrementar.

—No les durará mucho el gusto, querida—Comentó Irene con la cabeza en alto, negándose a ver débil frente a los demás aún cuando se encontrara desesperada internamente por la situación.

—Mejor guarden su aliento para las declaraciones oficiales—Mencionó Wendy—Recuerden que nos darán todo de ambos reinos —Joy comenzó a aplaudir, acompañando la escandalosa risa de la primera mujer.

Cuando los escoltas, junto a los reyes llegaron a los pies del palacio, los nudos en sus garantías no dejaban de apretar, mientras que sus pisadas se tornaban más pesadas y mortales.

—Por fin...

Por su parte, cuando los príncipes herederos lograron calmarse, se dirigieron nuevamente con Jungkook, dejando de lado todo tipo de pensamientos para mantener la cabeza en frío, pues si bien contaban con su ayuda, Yeonjun aún tenía sus dudas respecto a Taehyung, sobretodo por su comportamiento de meses atrás.

—¿Está más tranquilo, príncipe?—Preguntó el guardia, haciendo una pequeña reverencia mientras el rubio suspiraba, dejando pasar una mano por su cara y cabello antes de hablar.

—Si, Jungkook. Ya estamos más tranquilos.

—Me alegra verlos mejor—Mencionó Taehyung con el ceño fruncido.

—¿Sucede algo?—Cuestionó Soobin al ver la seriedad y la tensión de mayor. Jungkook negó.

—Estamos a la espera de noticias e indicaciones, lo mejor es que sigan aguardando en su habitación.

—Nuestros padres...—Se atrevió a preguntar Yeonjun.

—Los reyes de ambos reinos están bajo cuidados especiales, no se preocupen.

—¿En serio?—Preguntó el menor de facciones de conejo con un apice de inquietud.

—Parece que no conocen del sistema exclusivo y perfeccionado de los reinos, sus majestades—Taehyung alzó una ceja—Incluso cuando los atacantes creen que ganaron, nosotros llevamos siempre un paso adelante.

—Recuérdenlo—Jungkook alzó su dedo índice—Siempre un paso adelante.

Yeonjun frunció el ceño y miró confundido a los dos hombres, no había comprendido a qué se referían. Aún así decidió confiar, tomando a Soobin delicadamente de la mano para poder bajar de la zona de vigilancia, necesitaba visualizar aunque fuera por unos segundos el estado de Beomgyu y Taehyun.