XVI

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—¿Todo bien?—Preguntó Yeonjun, tomando del brazo a Soobin para caminar hacia Jungkook

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—¿Todo bien?—Preguntó Yeonjun, tomando del brazo a Soobin para caminar hacia Jungkook.

—Me temo que he de partir con Taehyung al reino ésta noche.

—¿Por qué?—Las alarmas de Yeonjun se activaron diciéndole que algo no estaba bien, recordando las expresiones de sus padres cuando partieron.

—Los reinos quieren comenzar un proyecto en el bosque. Le han pedido a Taehyung que vaya, pero no conocen del todo bien el camino—Yeonjun suspiró.

—Entonces es bueno que vayas con él, Jungkook.

El de facciones de conejo agradeció que los príncipes no sospecharan algo más y que tampoco hicieran mayores preguntas, por lo que, despidiéndose, se alejó de ellos para preparar lo que necesitarían, dejando a un guardia de confianza para que cuidara de ellos a diestra y siniestra.

Dadas las ocho de la noche, en la completa oscuridad. Taehyung esperaba con los tres caballeros que viajarían con él en la entrada del palacio, todos montaban en imponentes caballos de color negro, cuando Jungkook llegó a su lado, él asintió y partieron.

Nadie hablaba, todos iban en total silencio para estar atentos a cualquier situación, su iluminación no era la mejor y aquello era su debilidad. Algunos guardias de la frontera los acompañaron sin haberlo pedido, mientras Jungkook seguía guiando a todos.

—Te ves tranquilo—Dijo él hacia Taehyung, mirándolo de reojo. El mayor sonrió.

—El bosque es tranquilo, contrario a los peligros de los que todo el mundo habla—Jungkook arqueó una ceja.

—¿Cuales son esos peligros?—Taehyung se encogió de hombros.

—Animales salvajes, búhos observando con sus grandes ojos, asaltantes e incluso las historias de fanatasmas deambulando por los senderos—Eol catsaño rió.

—¿Fantasmas dices? La gente inventa demasiadas tonterias de lugares que no conocen.

Taehyung iba a responder, sin embargo, el sonido y el extraño movimiento entre los árboles los alertó, dejando que sus manos fueran cerca de la funda de sus espadas en caso de que fuera necesario.

Jungkook alzó la mano en señal de alto, bajó de su caballo y se encaminó al lugar, sin embargo, retrocedió cuando dos bribones salieron de allí.

Ambos llevaban viejos harapos, desgastados y sucios, consistían en pantalones sueltos y sudaderas. Ssus caras estaban cubiertas al parecer por tierra mientras que grandes bolsas de color negro caían de sus ojos.

—Guardias reales.

Comenzó a hablar uno de ellos, mostrando una tétrica sonrisa sin algunos dientes de por medio. Jungkook notó de reojo el movimiento de sus manos, persibiendo un objeto punzante con la poca luz que le brilaba en la punta.

—¿Qué tienen para nosotros? Dennos todo y no los mataremos—Ambos rieron escándalosamente mientras se acercaban.

Taehyung bajó de un salto de su corcel y blandió su espada, apuntando hacia uno de ellos, por su parte, uno de los bribones se acercó a Jungkook quien se encontraba a la misma defensiva.

PrinceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora