DANGER | Vinnie Hacker

18 - Control sobre tí

Estoy aterrada...

Hemos llegado al edificio, el elevador sube y Jackson está cruzado de brazos hablando en susurros.

En todo el camino no me hablo, pero si mantenía una cara enfurecida. Estoy temblando, no sé lo que me espera al llegar al departamento, desde la clase de aritmética me vengo arrepintiendo no haberle hecho caso y comportarme como rebelde antes de literatura.

Me sobresalto con el sonido del elevador, dejo de morderme las uñas y salgo primero. Quisiera correr, abrir la puerta lo más rápido posible y cerrársela en la cara. Pero no es más que una idea estúpida, porque eso aumentaría su enojo o lo que traiga contra mí.

Busco mis llaves entre mis cosas, sin embargo, recuerdo que yo no las traigo y hago espacio para que Jackson abra, él también trae mi celular. Desde que Ethan me lo quito ya ni me lo devolvieron. La puerta se abre y pasa él primero y yo después.

Cierro tras de mí y me quedo parada en la puerta, Eclipse viene maullando hasta mí. Ignorando la mirada de Jackson me agacho y la acaricio.

—¿Ti-tienes ha-hambre? —intento distraerme, es muy incómodo sentir sus ojos sobre mí.

Eclipse maúlla y se apega más a mí ronroneando.

—La gata tiene comida en su plato, si tiene hambre que coma.

No me inmutó por sus palabras, pero si noto su tono de voz severa. Esta malhumorado.

Maldigo internamente cuando Eclipse se va, ¿ahora que excusa tendré? Me paro percatándome que Jackson no ha dejado de mirarme. Ya no trae puesta la mochila, la ha dejado en el sillón.

—Acércate —ordena tajante, dudo en hacerlo, aunque parece que en cualquier momento puede explotar así que me acercó lentamente, sin despegar mis ojos de los suyos—. Buena gatita...

Me acaricia la mejilla, corro mi cara a un lado, su tacto me incomoda.

Eso no le ha gustado y lo sé por cómo quito la mochila de mis hombros en un movimiento brusco. Ahogo un grito y devuelvo mi vista a sus ojos, que se encuentran en un tono más oscuro.

Mierda, ¿qué hago?

No me muevo, pero él sí lo hace pasando una mano por mi cuello, cierro mis parpados al sentir mi piel estremecerse. Me acerca a él de un jalón y abro mis ojos de la impresión, nuestras caras están a centímetros y las respiraciones se mezclan.

—Me encuentro enojado contigo... —masculla contra mis labios y aumenta su agarre en mi cuello—, no me obedeciste cuando te dije que te acercaras —cierra más su mano, me empiezo a alterar y subo mis manos a la suya—, y te revelaste contra mí antes de literatura... —esto último lo dijo entre dientes y apachurrando con fuerza mi cuello. El aire me está faltando y lo veo suplicante a que me suelte—. Y eso mi gatita... tiene consecuencias.

Cierra el espacio entre nosotros con un beso, no correspondo y gruñe.

Me suelta del cuello y yo empiezo a toser como loca en busca de oxígeno, intento agacharme, pero me lo impide tomando mi cabello en un puñado y empieza jalarme con él hasta las escaleras.

—Su-suéltame —pido a hilo de voz, creo que ni me ha escuchado e intento rasguñar su brazo el cual tiene agarrado mi cabello.

—No te resistas, no te sirve de nada... soy más fuerte que tú —dice enojado mientras sube las escaleras, el dolor en mi cuero cabelludo comienza y con ello mis sollozos.

Me sube arrastras hasta el tercer piso donde se encuentra mi cuarto, jala con más vigor y chillo. No me espera nada bueno, lo presiento. Llegamos al cuarto y abre, me empuja dentro de él, mantengo el equilibrio y llevo mis manos a mi cabeza sobando.