DANGER | Vinnie Hacker

25 - No lo dejes salir

Ethan

Colgué la llamada y me apresuré a salir de la prepa, los gritos en mi cabeza empiezan.

Jackson: déjame salir.

Vinnie: no, estás loco.

Jackson: Alia está en la estación de policía... ¡la voy a matar!

Vinnie: por eso mismo no saldrás hasta que te calmes.

Jackson: ¡maldita sea, Vinnie!, de todos modos, de mí no se salva.

Hago rechinar las llantas del carro y salgo como alma que lleva el diablo a la estación de policía. Alia está más que muerta, Jackson tiene mucho coraje. Puedo sentirlo y eso no es para nada bueno.

Vinnie: dame el control Ethan... bueno, ahorita que llegues.

—Esta bien —manejo lo más rápido posible, lo bueno es que no hay tanto tráfico, cosa rara.

10 minutos después...

Llego a la estación y apago el carro, me desabrochó el cinturón y relajo el cuerpo lo más que puedo para que Vinnie tome el control.

Salgo del carro y pongo seguro, a grandes zancadas llego hasta la puerta y una vez adentro me acerco al oficial Félix.

—Hey, Félix, ¿dónde está? —lo saludo con un apretón de manos, él me hace un gesto para que lo acompañe, ahora es que agradezco que mi padre tenga amigos policías.

—En cuanto escuche tu nombre reaccione rápido y la envié a la sala de interrogaciones —me va explicando—. Intenté llamarte, pero no contestaste así que localice a tu mano derecha —sonrío.

Llegamos a la sala, afuera de esta se encuentra Will recargado en la puerta.

—Gracias, Félix y ya sabes —lo apunto—. Nada de esto a mi padre.

Asiente y se retira.

—Ahí adentro hay una gatita asustada —Will se burla, encarno mis cejas—. Ya pues, adelante... solo no hagas un escándalo —advierte cuando ya estaba por abrir la puerta, volteo con él y asiento.

Jackson: ya quiero verla.... hasta puedo oír sus sollozos.

Ignoro a Jackson y abro, definitivamente está llorando, cierro tras de mí y ella levanta su vista. Rayos, esa mirada llena de miedo me hace sentirme mal.

Jackson: ¿qué dijiste?, ¡maldito infeliz, déjame salir!

Antes de otra cosa lo bloqueo, estoy consciente que no podré hacerlo por mucho. Mi cuerpo está lleno de coraje y lamentablemente ocupo descargarla.

—¿Qué planeabas hacer? —rompo el silencio con esa incógnita, camino de un lado a otro sin dejarla de ver—, ¿crees qué venir a la policía te salvaría? —río amargamente—. No me hagas reír, hermosa zanahoria, todos aquí son corruptos —le explico porque su plan no funcionó, que tonta.

—N-no m-me hagas...da-daño — suplica, y en vez de sentir remordimiento siento placer, maldito Jackson.

— No seré yo el que lo haga — digo sincero, si yo le hago daño de todos modos no se salvará de Jackson, así que no la haré sufrir doble.

Ella llora y esconde su cara ente sus brazos, suspiro y me acerco a ella por detrás.

— Ya no llores, ¿cuantas veces te dijo Jackson que no lo hicieras?, tus lágrimas no sirven — susurro en su oído, si definitivamente está volviendo algo que no me gusta — así que párate, sécate esas lágrimas y vámonos — la tomo de los hombros y hago que se pare.