Ya habían pasado dos semanas de la última vez que supe de Luke, son justo dos semanas que lo vi porque hoy tenemos la siguiente reunión con los clientes del hotel Lombardi, estaba realmente nerviosa porque lo iba a volver a ver.
Está vez ellos iban a venir a nuestras oficinas, cada dos por tres miraba el reloj porque se iba acercando la hora.
-¿lista? - dice Lau, me pongo de pie.
- si- digo. Cuando entramos a la sala de reuniones, con mi corazón a punto de salirse...- no ha venido- digo susurrando.
- buenos días, hoy Luke no estará en la reunión- dice Sebastián que es su tío- ¿empezamos? - así comenzó la reunión. Tenía muchas ganas de verlo...
Los días fueron pasando y el pensar que iba a desaparecer lo que sentía por el, no pasó, es como si cada día las ganas de verlo se van intensificando. El repetirme que es lo correcto no me está funcionando tampoco.
- ¿estás bien?- me pregunta Lau.
- si..
- yo creo que no, te veo pálida y eso no es normal en ti- se acerca y pone su mano en mi frente- Nany tienes fiebre, debes ir a casa.
- tenemos la reunión final con los hoteles Lombardi
- eso da igual, estas justificada por enfermedad- me da mi bolso- vete a casa y descansa, cuando salga del trabajo voy a verte, ¿ok?- me pongo de pie y siento que el cuerpo me pesa. Llego a casa, me quito los zapatos y voy a la cama, solo quiero descansar un poco, si duermo unas horas estaré mejor y es lo que hago. Escucho mi teléfono vibrar.
- ¿si?- respondo
-¿estás mejor?- me pregunta Lau
- estoy bien, solo necesito dormir un poco más...- me cuesta hablar- voy a tomarme algo para la fiebre y me vuelvo a dormir.
- esta bien, si te encuentras peor llámame y voy a tu casa
- aja, adiós- cuelgo. Me cuesta mucho ponerme de pie pero lo hago, voy a por una pastilla para que se me baje el malestar. Cuándo pasó a lado de Lucky, me doy cuenta que le pasa algo, ¿lo he matado?, imposible, si hace unos días estaba bien y aún no le toca su dosis de agua.
Empiezo a sentir un dolor en el pecho y muchas ganas de llorar, ya son dos meses que no lo he visto, me he pasado mucho tiempo con su número en mi teléfono para llamarlo y no lo he hecho. Siento como mis lágrimas vuelven a salir, creo que he tomado la peor decisión de mi vida, he alejado a alguien que me importa.
- he matado a Lucky y Luke me...me...me odia- empiezo a llorar- soy lo peor, nada está saliendo bien- me costó volver a la cama, no podía parar de llorar a tal punto que me quedé profundamente dormida y no querer despertar hasta nuevo aviso.
Noto que alguien toca mi frente, pero no tengo muchas ganas de moverme, al poco tiempo noto algo fresco en mi frente, acarician mi cara y mi sentido del olfato percibe el aroma de...
-¿Luke?- logró decir casi susurrando.
- tienes que descansar- escucho su voz mientras acaricia mi mejilla- tienes fiebre- dice, no puedo creer que esté aquí, seguro que es un delirio de la fiebre que tengo porque al final no me tome la pastilla aparte necesita llaves para entrar, completamente estoy teniendo un delirio- duerme.
- la cabeza me va a explotar- digo susurrando, siento una mano acariciando mi cabeza.
-se te va a pasar si duermes- escucho su voz, asiento y volví a entrar en un profundo sueño.
Me acurruco y cuándo quiero hacerme una bolita, abrazo algo duro, no es mi almohada, que extraño, cuándo abro mis ojos, es un brazo que al momento rodea mi cintura.
-¿quién es esta persona?- digo susurrando.
- veo que ya estás mejor- escucho su voz pero más grave de lo normal, aparta su brazo- perdona, me he quedado dormido- doy la vuelta y es Luke, mi corazón empieza a latir muy deprisa
- ¿qué haces aquí?- pregunto y se pone de pie.
- tu amiga me dijo que te habías ido ayer del trabajo porque no te encontrabas bien- se toca la nuca- me llamo porque no contestabas al teléfono y ella iba a salir muy tarde del trabajo...- me mira y al momento la aparta- veo que ya estás mejor, tienes que comer algo, llevas casi un día entero durmiendo- dice y no me mira- voy a preparar algo- desaparece de la habitación. Cuando me pongo de pie, siento como mi cuerpo vuelve a tener calor, parece ser que me he quitado los pantalones en algún momento por el calor.
Voy directa a la ducha, no quiero ni verme en el espejo, estaré en una fuerte contaminación visual. Me doy una ducha rápida y salgo, aún con el corazón a punto de salirse de mi pecho. Pero no hay nadie en el salón y en la cocina tampoco.
-se ha ido- me siento y apoyo la cabeza en la barra- ya era mucho que haya venido a verme como estaba- suspiro- es lo me...mejor- tengo ganas de llorar y si, vuelven mis lágrimas a salir. Me sobresaltó porque escucho la puerta y me pongo de pie, lo veo entrar, nuestras mirada se encuentran y veo como deja lo que tenía en las manos y se acerca a mi sin decir nada, toma mi cara con sus dos manos.
-¿estás bien?, ¿te ha pasado algo?- pregunta preocupado mientras limpia mis lágrimas, solo puedo mirarlo, lo he extrañado cada mísero día desde que le dije que sería bueno no volvernos a ver- ¿estás bien?- vuelve a preguntar y solo asiento- ¿ por qué estabas llorando?- sigue preocupado.
- por nada- digo, aunque esta claro que era por el, sigue acariciando mi cara con mucho cuidado.
- no llores- sonríe un poco- ahora solo desayuna para que vuelvas a la cama- me ayuda a tomar asiento y coge las cosas que antes tenía en sus manos, me da un café y algo de bollería.
- gracias- digo casi en un susurro y no quiero hacer contacto visual, estoy incómoda y al mismo tiempo cómoda con su presencia, la última vez que lo vi terminamos mal por mi culpa- gracias por todo...
- no hay de que- dice y se acerca al fregadero, levanto la vista para verlo y esta vestido de traje, se lo ve muy guapo.
-¿qué haces?
- intenté hacer algo de desayuno pero soy muy torpe- termina de lavar y se da la vuelta, tiene una sonrisa en su rostro y a los segundo desaparece- lo he estado pensando- no puedo apartar la vista de él- voy a esperar un tiempo- le miro y no lo entiendo- toma el tiempo para ver que es lo que quieres, que dejes a un lado esos prejuicios que tienes de la edad, si yo fuera mayor que tú, esta situación nunca habría pasado, ¿verdad?- miro hacia otro lado- Niny- escucho que me llama y me gusta que lo haga, extrañaba ese nombre saliendo de su boca, noto que está a mi lado- mirame...- toma mi mentón para que lo mire- llámame cuándo hayas decidido cualquier cosa- su rostro estaba muy cerca del mío, sus labios estaban a punto de rozar los míos, pero no lo hace y me da un beso en la frente, se queda así unos segundos y me gusta- no te olvides llamarme Niny- veo sus hoyuelos.
Se pone su chaqueta y sin más se va, dejándome aturdida.
- ¡no se que hacer!- grito- voy a desayunar primero- cojo el café y la bollería para salir al balcón pero me quedo quieta, hay un cactus a lado de Lucky- es malditamente tierno.