Capítulo 12

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Natasha.

Me levanté muy temprano y lo primero que hice fue recordar la noche anterior y sonreír.

Wanda. Siempre Wanda.

Me he dado cuenta de que hemos estado más unidas últimamente. Pero quería que fuera así siempre. Que me regale una que otra sonrisa. Que se preocupe por mí. Que me pregunte que está mal. Que me haga sentir mejor.

No quería alejarme de ella, aunque tenía miedo. Miedo de que esto se acabara. "Esto" para el posiblemente sólo una amistad, pero para mí era muchísimo más que eso.

Recordé que anoche luego de llevarme a casa dijo que iría a recoger a mi hermana para ir al Central Park Club a verla tocar con su banda. Así que me di una larga ducha y me puse mi suéter favorito con un short y unas medias. Amaba ponerme medias.

Bajé y ahí estaba mi hermana. ¡Que no se acuerde de la fiesta, que no se acuerde!

-Natasha. - Dijo frío.

-¿Perdón, sí? Sólo quería divertirme un poco. Igual, no me gustó.

-No es eso... Es que ese vestido Nat era muy corto y no quería que esos chicos de ahí piensen...

-Sólo no quieres aceptar que tu hermana está creciendo.

-Mira Natasha a todos los chicos de mi edad, les gusta las chicas como tú. Y la verdad es que no me gustaría que terminaras con una persona tan idiota como yo. Nunca he querido a nadie en verdad y no quiero que te hagan llorar.

-Eso no va a pasar, hermana. Nunca me fijaría en alguien tan imbécil como tú. - Mentirosa. Eso era. ¡Muero por tu mejor amiga Yelena, que es incluso mucho más idiota que tú!

Ella me dijo que era una boba y me cargo en sus hombros dándome vueltas. Yo le gritaba que parara y ella no dejaba de reír. El timbre sonó y Yelena fue a abrir todavía sosteniéndome en sus hombros.

-Qué raro es verlas no discutir. - Dijo Wanda riendo.

-¡Wanda, dile que me baje por favor! - Ella empezó a reír y Yelena finalmente me bajó.

-Oye amiga, al fin, ¿qué hiciste anoche? ¿Hiciste lo que te pedí? - Yo le di una mirada de desaprobación a Wanda.

-Oh, no. Pues vi a Jen en la fiesta y sabes cómo terminan la mayoría de mis noches. - Yelena empezó a reír y yo sólo bajé la mirada. Maldita sea, tenía que controlarme.

-Iré a descansar un poco, que se diviertan. - Dije y subí a mi habitación.

El fin de semana ya había acabado. Maria no dejó de hablar de Clint y de lo hermoso que era con ella. Ella se estaba enamorando.

Bajé del carro apresurada y saludé a mi amiga de un abrazo.

-Vaya Nat, ¿estás enferma? Estás cariñosa hoy.

-¿Es que prefieres a la Natasha fría?

-¡No! Esta está perfecta. - Yo reí y entramos a la escuela.

Cuando entramos todos los ojos se posaron en mí y no dejaba de susurrar cosas.

-Maria... ¿Algo que me quieras contar?

-Estás tan feliz y hermosa hoy Nat, deberías estar así todos los días.

-Maria...

-¡Clint me invitó a su casa este fin de semana!

-Maria, ¡dime!

-Todo lo que dicen estas personas son mentiras. Sabes cómo son...

-¡Sólo dime!

-"La hermanita de Yelena prefirió la cama de Wanda que la de Bruce!" Sabes que todos te vieron salir el día de la fiesta con Wanda y pues... - Estaba en shock. ¿Cómo podían decir eso? Joder, sólo hablamos un poco y después me quedé dormida.

-Odio esta escuela.

-Ya somos dos amiga. - Seguimos caminando y me tropecé con alguien. Hoy no era mi día.

-Aparte de zorra, estúpida. - Dijo Jennifer con asco. Ella esperaba a que me pusiera como una loca a insultarla, pero no. Sólo le sonreí falsamente y seguí con mi camino.

-Eso le molestó bastante. - Dijo Maria riendo.

Wanda.

Odiaba esta escuela.

Cómo deseaba partirle la cara a cada uno de los imbéciles que hablaban así de Nat. No soy nada buena para ella, sólo gana problemas. Cuando me veo, veo a esta jodida persona llena de problemas y cuando la veo a ella, joder, veo todo.

Estaba afuera apoyada sobre la moto mientras fumaba.

Alguien tocó mi hombro y mierda, hoy no era mi día.

-¿Qué mierda quieres, Banner?

-¿Así que detrás de la hermanita de Yelena, eh?

-No estoy de humor para hablar con tu puto culo.

-Sé cómo siempre la miras y le sonríes. La fuiste a buscar a la fiesta. Pero no te culpo, ella es jodidamente caliente. - Él se acercó a mi oído y dijo - ¿También la imaginas debajo de tu cuerpo desnuda gritando tu nombre?

No me pude controlar. La furia se apoderó de mí. Sentía mi sangre hervir. Le di un puñetazo a ese imbécil en la cara con todas mis fuerzas, partiéndole la boca.

Él se limpió y sonrió.

-Mueres por esa chica.

Eres mía, rubia; Scarletwidow [ACTUALIZACIONES LENTAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora