Eres mía, rubia; Scarletwidow [ACTUALIZACIONES LENTAS]

Capítulo 24

Habíamos decidido ir a comer, después de bailar algunas canciones en el club. Yo bailé con Wanda. Mi Wanda. Mi novia.

Es increíble la sonrisa que se forma en mi cara al pensar eso.

Estaba sentada en las piernas de Wanda al lado de Margot, mientras Stephen conducía y Thor iba a su lado.

-Es que en serio no puedo creer que nuestra Wanda esté en una relación. - dijo Thor riendo.

-Cállate, Thor. - dijo Wanda riendo con él. Luego me dio un beso en la mejilla.

-¡Oh, por Dios! Para el auto, Stephen. - dijo Margot mirando por la ventana.

-¿Qué ocurre? - dijo Stephen. - Espero que sea algo bueno, muero de hambre.

-¡Dios, esa es Rue! Wandis, ¿recuerdas cuando ustedes se reunían en su casa a "estudiar"... - Wanda la interrumpió.

-Maldita sea, cállate, ¿si? - dijo Wanda seca. Estaba segura que mi cara sólo decía una cosa: incomodidad. Bajé mi mirada y todos se quedaron completamente callados.

Sé que Wanda ha estado con muchas chicas, muchas. No quería sentirme inferior a ninguna, pero no podía evitar compararme. La mayoría son esas chicas con piernas largas, delgadas, altas y con curvas. Y luego estoy yo, ¿es que en serio tenía que ser tan bajita? Mi cabello no está siempre en su lugar y definitivamente no tengo cuerpo de modelo, ni nada por el estilo. Odio ser tan insegura.

Wanda agarró mi mano dándome seguridad como siempre suele hacer. Luego me miró y su mirada sólo transmitía una cosa: Lo siento.

El camino al restaurante fue callado e incómodo.

Cuando llegamos nos sentamos en una mesa lo suficientemente grande para nosotros.

Me senté al lado de Wanda y me perdí completamente en mis pensamientos hasta que vi a aquella persona que no me agradaba del todo.

Jennifer Walters estaba con sus amigas y se sentaron en una mesa, haciendo bastante ruido. Sus voces eran irritantes.

-¿Las conoces? - me preguntó Thor sacándome de mis pensamientos.

-Van a mi escuela, son irritantes.

-Lo sé. Mi prima es parte de ese grupo. Por eso odio esas cenas familiares donde tengo que escuchar todo lo que compró o hizo un fin de semana.

-¿En serio? ¿Quién es?

-Sarah. - aquí vamos de nuevo. ¿Es que acaso esa chica siempre me iba a recordar ese horrible momento?

-Oh. - suspiré.

-Aunque sea bastante irritante, la quiero muchísimo. - sonreí. Entonces empecé a ordenar el rompecabezas que formó mi mente. Thor no tendría que tener ni la más mínima idea de lo que pasó con Wanda y Sarah.

Volteé a mirar a Wanda y hablaba con Margot y Stephen sobre futuros planes con la banda.

Suspiré.

Después de la agradable comida que tuvimos, a Margot se le ocurrió una idea.

-Deberíamos ir a la fiesta en la playa.

-Yo también quiero ir. - dijo Thor.

Wanda me miró y ya sé que me quería decir con esa mirada.

-Yelena va a estar en esa fiesta. - le dije bajando mi cabeza.

-Espera, ¿Yelena? - preguntó Stephen.

-Sí, mi hermana mayor.

-Natasha... ¿Romanoff?

-La misma.

-Uy, hermana, qué bajo has caído. La hermana de tu mejor amiga, ¿es que acaso no recuerdas las reglas básicas? - le dijo Stephen a Wanda.

-A la mierda con las reglas. No necesito que me lo recuerdes. - dijo seca.

-¿Yelena sabe de ustedes?

-No. - respondimos Wanda y yo al mismo tiempo.

-¿Podríamos dejar de hablar de esto? Te llevaré a casa, rubia. - dijo agarrándome de la mano y me despedí de los chicos.

En el auto pusimos un par de canciones. Me encantaba tener el mismo gusto musical de Wanda.

Cuando llegamos a casa, estaba completamente vacía. Las luces estaban apagadas y todas las cortinas estaban cerradas.

Me puse nerviosa con sólo la idea de estar a solas con ella. Aunque ya las hubiera vivido antes, siempre me ponía nerviosa.

-¿Quieres algo de tomar? - pregunté para alejar mis nervios.

-Un vaso de agua está bien. - dijo sonriéndome.

Fuimos a la cocina y mientras servía el agua, sentí unas manos en mi cintura.

-Eres hermosa. - dijo dándome un beso en el cuello. Me estaba matando lentamente.

Yo volteé y Wanda me tomó de la cintura, pegándome más a su cuerpo.

Me besó apasionadamente y yo le seguí complacida el beso, la abracé por el cuello y ella no se negó a la cercanía de nuestros cuerpos.

Movimos nuestros labios a ese ritmo tan especial y delicado que sólo nosotras sabíamos hacer.

-Te quiero tanto. - susurré entre sus labios.

Su móvil empezó a sonar. Maldita sea.

Ella miró a la pantalla y luego se alejó un poco.

Sólo pude escuchar cosas como: "No estoy interesada." "No me busques más." y "Era sólo por diversión."

Luego se acercó a mí nuevamente.

-¿Quién era? - pregunté casi en un susurro.

-Oh, una chica... - dijo desinteresada.

-¿Más chicas? - suspiré enojada. - A veces me pregunto cuántas han estado contigo.

-Nat, eso no importa. - dijo fría.

-¡Claro que sí importa! ¿Cómo me voy a sentir cómoda sabiendo que mi novia ha estado con la mayoría de chicas que me rodea?

-No exageres.

-No lo estoy haciendo. Sabes que es verdad. - dije acercándome peligrosamente a ella.

-¿Qué mierda importa con cuántas chicas haya estado? Si lo único que importa es el presente. Mi presente eres tú. - dijo mirándome fijamente.

-N-no... Yo sólo - dije entrecortada. - Sólo que tú estuviste con muchas chicas hermosas y claramente mejores que yo...

Sentía que las lágrimas caerían por mis mejillas no sin que antes Wanda las secara.

-No quiero que vuelvas a decir eso. Nunca. Tú eres completamente hermosa. Olvida mi pasado, olvídalo todo. Lo que importa es que estoy aquí, contigo. Eres mía, pequeña. Y no te dejaré nunca. - dijo dándome un pequeño beso en los labios.