Capítulo 23

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Me levanto por los golpes en la puerta. ¿Quién mierda es? Son como las seis de la mañana. ¿Es que ya nadie puede dormir tranquilo?

Bajo las escaleras y abro la puerta con furia. Odio que me levanten de esta manera.

-¿Qué haces aquí? ¿Estás consciente de qué hora es? - dije enojada mientras Yelena entraba a la casa.

-Son las tres de la tarde.

-¿Qué? - dije mirando al reloj de la sala. - Mierda, sí. - no recordaba nada de lo que hice ayer después de... Maldita sea, ni siquiera quiero recordarlo. Siempre tomando las peores decisiones.

Yelena se sentó en el sofá mientras encendía la televisión.

-¿Hoy no tienes una presentación con tu banda?

-Sí, pero es en la noche. - dije mientras sacaba leche para hacerme un buen tazón de cereal.

Yelena se quedó callada, probablemente viendo alguna de esas series policiacas que le encantan.

-Wanda. - dijo seca, yo volteé y no pude decir ni una sola palabra. Mierda. Mis piernas no se podían mover y sentía ese nudo en la garganta. - ¿Qué es esto, Wanda? ¡Tú dejaste esto hace mucho tiempo! - gritó. Había olvidado que dejé la cocaína en la mesa.

No recuerdo nada de lo que terminé haciendo ayer, maldita sea.

-Mira, yo te puedo explicar... - dije quitándole la bolsa de las manos pero ella me empujó.

-¿Quieres volver a esos tiempos, Wanda? ¿Dónde lo único que podías hacer era llorar y drogarte? ¿Qué mierda estás haciendo con tu vida? - gritó.

-¡Hace tiempo no lo hacia! Ayer sólo estaba en una maldita depresión, todos los recuerdos vinieron a mí y ¡Sí! Lo hice. Sé que no es la salida, sé que no me ayudará, pero ¡ya estoy lo suficientemente jodida! Así que, ¿qué mierda importa?

-Hay muchas personas que te quieren, Wanda. Y estoy seguro de que a ninguno le gustaría que hicieras esto.

Me senté de nuevo y sentí las lágrimas sobre mis mejillas. Sólo quiero olvidarme del pasado, o simplemente aceptarlo y que ya no me afecte.

-Iré a arrojar esta porquería. - dijo Yelena saliendo.

Y la verdad, no quiero volver a esos tiempos. No quiero ser una decepción para mis amigos, ni para mi madre, ni para mi Natasha.

No puedo hacer esto.

Me levanté y me acerqué a Yelena.

-Gracias.

-No lo vuelvas a hacer. No arruines tu vida de esa manera. - dijo y me abrazó.

Y me sentí culpable. Le estaba mintiendo a una de las personas que siempre me ha apoyado. Conozco a Yelena desde hace mucho tiempo, es como una hermana para mí. La he visto crecer y ella a mí, pero la conozco lo suficiente y sé que cualquier cosa que le diga, no va a creer que en serio quiero a Natasha. Y se que perderá el control.

•••

-Por favor, tienes que asegurarte de que va a ir. - le dije a Stephen.

-La llamaré. - dijo Stephen.

-Ella probablemente esté enojada conmigo, por como la traté ayer, incluso le dije que la llamaría y nunca lo hice. - dije dándome un último vistazo en el espejo y saliendo de casa.

Cuando colgué, me subí a mi auto y me dirigí al American Club. Estaba bastante nerviosa. Lo que voy a hacer nunca lo había hecho.

Llegué al lugar y me sorprendí. Estaba más lleno de lo que pensé.

Me acerqué a la barra y pedí una cerveza.

-Cada día estás más caliente. - dijo una chica acercándose a mí.

-Gracias. - dije seca dándole un sorbo a mi bebida.

-¡Wandis! - gritó Margot desde atrás y agradecí a Dios.

-Dime por favor que va a venir.

-Sí, incluso viene en camino. Pero vamos, nos tenemos que presentar ya.

Subimos al escenario y tocamos un par de canciones. El lugar se llenaba más y más de gente pero yo sólo esperaba por una persona.

Los nervios no se iban.

Estaba concentrada cantando hasta que la vi. Esa hermosa chica de larga cabellera rubia, miraba a todos lados y se tropezó con dos personas. Reí para mis adentros. Llevaba un vestido rojo y un suéter que la hacían ver más tierna de lo que ya era.

Cuando terminó la canción, ella tenía su mirada fija en mí. Sabía que este era el momento.

-Hay un anuncio importante que debo hacer. - dije y todos los murmullos y aplausos cesaron. Todos me miraban esperando a que hablara, lo que me ponía más nerviosa.

-Hace mucho tiempo conocí a una chica. Ella siempre llevaba una sonrisa en la cara y eso de alguna manera me hacía sonreír a mí también. Y ninguna chica me hacía sentir así, nerviosa y feliz con tan sólo verla. Por muchos años me guardé todos esos sentimientos... Y un día me dí cuenta de que ya era demasiado tarde, y que esa chica que había aparecido en mi vida, lo había cambiado todo. Así que hace poco los dejé salir, todos esos sentimientos, porque estaba más que segura que lo único que quería y quiero a mi lado, es a ella. Absolutamente todo de ella me encanta, hasta sus defectos. Y esa chica de la que hace tiempo no sabía nada, se apoderó completamente de mí, consiguiendo que nada tenga sentido lejos de ella. Y entonces recuerdo su sonrisa, sus manías, sus gestos, su manera de caminar como si estuviera perdida - todos rieron. - y de todos sus pequeños detalles. Estar con ella me hace sentir completa, como si todas mis preocupaciones y miedos se fueran. ¿Y saben? Ayer fui una imbécil con ella y a veces me pregunto qué le puede gustar de mí, pues para mí ella se merece lo mejor del mundo. Y no voy a mentir, me siento la chica más afortunada del mundo con sólo saber que me quiere. - miré a Natasha que tenía su cara llena de lágrimas y una sonrisa. - Esa chica se encuentra ahora mismo aquí. Y déjenme decirles, que se ve completamente hermosa. - todos miraron a Natasha, sabiendo perfectamente que era ella de quien hablaba, ya que mi mirada estaba fija en ella. - Y le quiero preguntar algo... Nat, ¿quieres ser mi novia?

Ella secó sus lágrimas y empezó a subir las escaleras del escenario.

Sentía que mi corazón se iba a salir en cualquier momento.

-Sí, Wanda. -Dijo y se acercó a mí para besarme.

La gente empezó a aplaudir y a gritar.

Y nuestro beso sólo demostraba una cosa: Ella es completamente mía.

Eres mía, rubia; Scarletwidow [ACTUALIZACIONES LENTAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora