Capítulo 27

731 53 1
                                    

Eran las nueve de la mañana y me encontraba en el sofá viendo televisión mientras Wanda hacía el desayuno.

Se veía tan sexy, en sueter, su cabello despeinado y cocinando. ¿La mejor parte de todo? Es mía.

Nos sentamos a comer y luego, los que hicieron bastante ruido ayer, aparecieron. Maria llevaba la camisa de su novio y Clint estaba en short.

Wanda y yo nos miramos, riéndonos.

-¡Oh, Clint! - empecé a imitar a mi amiga. Ella se quedó paralizada y yo no podía dejar de reír.

-¡Ah, ah! - empezó a ayudarme Wanda. Los dos estaban en una clase de shock, con los ojos completamente abiertos, se veían tan graciosos.

Wanda y yo seguimos imitándolos mientras nos reíamos a carcajadas.

-¡Bueno, ya! ¡Deténganse! - gritó Maria completamente roja. Luego Clint se empezó a reír.

-Puedes llegar a ser muy ruidosa. - ella levantó la cabeza y me fulminó con la mirada.

-Cómo si tú y Wanda, no hubieran hecho lo mismo ayer. - suspiré.

-Lo peor es que no. - dije y ella me miró al instante. Lo comprendió.

-¿No estás lista, verdad?

-No. - dije mirando al mar.

-No te apresures. Todo llega a su debido momento.

-Mi padre siempre me decía eso. - dije apoyando mi cabeza en su hombro.

-También recuerdo cuando te decía que no podías salir de tu habitación hasta que estuviera ordenada. Y la estúpida de tu mejor amiga tenía que esperarte una hora más. - yo reí.

Nos quedamos en silencio probablemente recordando. Maria es una de las personas que siempre me ha apoyado y la única persona que no se alejó de mí cuando cambié.

Los chicos luego aparecieron y nos dijeron que deberíamos meternos al mar.

Oh, no.

Una de las cosas que más odio es que me vean en vestido de baño. Recuerdo que cuando mis amigos solían hacer esas fiestas en la piscina, decía que estaba en mi periodo o que no tenía muchas ganas.

Soy bastante insegura y mucho más con mi cuerpo.

Maria ya estaba lista y creó que mi autoestima bajó mucho más. Mi mejor amiga tenía un cuerpo hermoso.

Me miré al espejo por última vez y sin dudarlo cogí una camisa larga y me la puse.

-¿En serio vas a salir así?

-Si, hace frío...

-Tú estás mintiendo. Deberías ser un poco más segura de ti misma. La chica que está allá afuera, te ve completamente perfecta. Así que quítate eso y vamos.

Maria me conocía perfectamente y no pude evitar sonreír. Le hice caso a mi mejor amiga y me la quité.

Íbamos donde los chicos y escondí mi cuerpo detrás de el de Maria. Pero ella al ver a su novio, se le tiró encima y le dio un beso.

Genial, eh.

Wanda se acercó a mí sonriente.

-Te ves hermosa y mucho más pequeña de lo que ya eres. - Sonreí nerviosa.

-Esa chica quería salir con una camisa. - Dijo Maria.

¡Gracias, amiga!

-¿Por qué? - Preguntó Wanda.

-Nada, sólo no soy muy fan de mi cuerpo... Tú y Maria parecen modelos comparadas conmigo...

-No te tienes que sentir así, eres hermosa. Tu cuerpo es hermoso. Así que dejémonos de tonterías y...

Wanda me cargó como una muñeca y me llevó al agua.

Estaba helada.

La agarré del cuello y mis piernas abrazaban su torso.

-Hace mucho frío. - Dije escondiendo mi cara en su hombro.

Nadamos, corrimos por la arena, unos cuantos besos y caricias. Todo eso resumió mi tarde.

-Creo que debería llamar a Yelena. - Dije alcanzando mi móvil. Estaba tomando el sol con Wanda, ella tomaba una cerveza y molestaba a Maria.

-¡Yelena! - Dije.

-H-hola hermanita, ¿cómo estás? - Alguien está nervioso. Lo puedo notar.

Miré a Wanda y ella comprendió. Puse altavoz.

-Bien, ¿y tú? ¿Qué haces?

-Oh.. Yo.. Estoy con Wanda. Vamos a ir a ver una película.

Wanda se veía confundida y Maria soltó una carcajada. Definitivamente, Yelena está ocultando algo.

-Oh, bueno, diviértanse. Mañana regreso a casa, nos vemos después, cuidate. - Dije y colgué.

-Ella está con alguien y te lo está ocultando. - Dijo Wanda.

No planeaba volver hoy a casa, pero lo de Yelena me tenía intrigada.

Estaba en el auto con Wanda. Maria y Clint se quedaron, ahora sí pueden hacer todo el mayor ruido posible.

-No se te olvide llamarme, pequeña. Te quiero. - Dijo dándome un beso.

Bajé del auto y caminé un poco hasta llegar a casa. Wanda y yo seguimos siendo muy cuidadosas.

Toque el timbré, porque olvide las llaves.

-N-Natasha... Yo no esperaba verte tan temprano por aquí. - Estaba tan nerviosa.

-¡Cambio de planes, hermanita! - Dije intentando actuar lo más calmada posible.

Entré a casa y...

No, no.

Maldita sea.

-¡¿Qué haces tú aquí?! - Dije mirando con asco a la tipa que solía llamar 'mamá'.

-Hola pequeña. - Dijo intentando abrazarme pero yo la empuje.

-¡No me llames así nunca!

-¿Qué pasa aquí? - Dijo una voz grave de hombre. ¿Qué mierda...?

-¿Perdón? ¿Y tú eres?

Él tenía el cabello negro y hermosos ojos oscuros. Llevaba un traje muy formal. Era apuesto, cualquiera lo diría. Pero seguía siendo un extraño.

-Natasha, él es...

Yelena se puso a mi lado, agarrándome de los hombros. Sabía que la respuesta no me iba a gustar. Lo sabía.

-Mi esposo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 05 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Eres mía, rubia; Scarletwidow [ACTUALIZACIONES LENTAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora