Capítulo 3

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-Gracias. - Le dije fría a Wanda y ella sólo me dio una sonrisa forzada. Fui a donde estaba Maria, ignorando todas las miradas.

-¡Nat! ¡Viniste con Wanda! Hubieras visto la cara de Jennifer, casi se muere de los celos. -Dijo Maria sonriente. Jennifer Walters, antes solíamos ser amigas. Desafortunadamente le conté lo de mi beso con Wanda. ¡Maldita niña de trece años que le contaba todo a sus amigas! Por lo menos maduré en ese aspecto. Desde el año pasado ella ha estado detrás de Wanda y digamos que odia a cada una de esas chicas que se acercan a ella... ¡Mierda! Jennifer sabe de ese beso y vernos llegar así.. ¿En qué me he metido?

-Sólo se ofreció a traerme y ya, Maria. - Dije fría.

-Sí y por dentro estabas saltando de la emoción cuando te lo pidió. Al igual que yo cuando vi la cara de esa estúpida. - Dijo mi amiga y yo reí. Ella me conocía muy bien.

Entramos a la escuela y cómo odiaba la maldita atención. Nos dirigimos al auditorio en donde teníamos una reunión toda la escuela. Me senté con mi amiga y hablamos mientras esperábamos que todos se sentaran y mantuvieran silencio. Hasta que el señor Stark empezó con su discurso.

Maria y yo nos encontrábamos sentadas en una de las mesas alejadas de todos. Sí, después de varias horas aburridas, ya era la hora del almuerzo. Vimos entrar a Wanda, seguida por mi hermana, Visión, Steve y una que otra chica. Mi hermana se acercó a mí, mierda, ahora toda la atención se centraba en nosotras.

-Cariño, no te puedo llevar a casa hoy. Es que tengo que hacer unas cosas y... - La interrumpí.

-Como sea, Yelena. Iré caminando a casa si es eso lo que te preocupa. - Dije seca. Subí la mirada y ahí estaba Wanda a su lado, mirándome fijamente, sólo que Jennifer la estaba abrazando - Ah y no me vuelvas a llamar cariño. - Odiaba que me diga así, mi mamá era quien me decía ese apodo.

-Perdón y gracias hermanita. - Dijo y me dió un beso en la frente. Todos se alejaron y se sentaron en su mesa. Jennifer se sentó en las piernas de Wanda y no pude evitar sentir celos. No puedo creer que después de todos estos años sigo enamorada de ella. Ese beso. Ese maldito beso fue el causante de todo.

-Natasha, te estoy hablando. - Dijo Maria y yo quité la mirada de ellos.

-Oh, perdón..

-Wandis, Wandis, Wandis... - Dijo Maria y yo sólo reí a carcajadas.

En la salida, guardé algunos libros en mi casillero mientras hablaba con Maria. Me despedí de ella y empecé a caminar, vi a Yelena hablando con sus amigos y otros chicos. No me quería ni imaginar que harían hoy. Claro, viernes. Eso lo explica todo. Mi hermana me miró y me sonrió. Estúpida. Yo le doblé los ojos y seguí caminando. Pasé por un café que quedaba cerca de casa y pensé, ¿por qué no? Entré y pedí unas galletas de chocolate con café. Me senté en una mesa alejada y empecé a comer, tenía bastante hambre. Un chico de cabello liso, negro y ojos marrones se sentó en mi mesa. ¡Sí, en la mía!

-Hola, pues como somos las dos únicas personas aquí y tú estás sola al igual que yo, pensé que podía sentarme aquí contigo. - Dijo y me sonrío. Su sonrisa era hermosa. Yo también sonreí y envidiaba tanto su seguridad en sí mismo. Yo jamás habría hecho lo que él hizo.

-Hola, tranquilo. Pues para empezar, me llamo Natasha ¿tú?

-Me llamo Clint. ¿Y qué hacías sola aquí?

-Pues probablemente lo mismo que tú. - Dije y él sonrió al instante.

Y así duramos toda la tarde metidos en ese café conociéndonos. Clint era muy divertido, hace tiempo no tenía una conversación así con alguien. Al parecer teníamos el mismo gusto musical, a los dos nos encantaba Simple Plan.

-Muero por su último cd. - Dijo mirándome a lo que yo sonreí.

-¿Sí? Pues yo a mi madre se lo pedí y pensó que a mi hermana también le gustaba, por eso compró dos. Lo que me lleva a que obviamente uno no lo uso y... - Él sólo sonreía.

-Natasha, ¿en verdad?

-¡Sí! Ven, si quieres acompáñame a casa y te lo doy. Aparte ya oscureció y la casa está sola ya que mi hermana salió con sus amigos. - Dije y empezamos a caminar a casa. Reíamos por cualquier tontería en el camino. Debo admitir que el chico era genial.

Lo agarré de la mano mientras corríamos hasta que por fin llegamos a casa, entramos y... ¿Qué hacían ellos aquí? ¿No se supone que estarían de fiesta o algo así?

Eres mía, rubia; Scarletwidow [ACTUALIZACIONES LENTAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora