Capítulo 7: verdades y rencores.

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POV ACE

Desperté en una cómoda cama, cerré los ojos de nuevo tratando de recordar como termine aquí y los últimos acontecimientos.

Una pequeña maldición me dejó. ¿Cómo demonios se supone que vea a la cara a Thatch y Marco?, la noche anterior fue incómoda por decirlo de la mejor manera posible.

No se que pensar del comandante de la cuarta división, menos de la reacción de Marco.

Espero que pronto lleguemos a alguna isla y pueda irme.

Me puse la misma ropa de ayer para salir al comedor, aunque no quiera ver a esos dos piratas en este momento no soy un cobarde, simplemente actuare con normalidad.

En el suelo había una carta que por lo visto alguien pasó debajo de la puerta en la noche. La abrí con curiosidad sobre quien me está escribiendo y la razón.

Ace,  solo quería disculparme por lo de ayer, Marco esta bastante interesado en ti, y por lo visto quería una oportunidad, pero por alguna razón parecía que quería rendirse así que active un poco sus celos, por favor no me mates y espero que podamos ser amigos.

Att. Thatch.

Me dejo un pequeño bufido, que manera tan extraña de ayudar a su hermano. Aunque me da un poco de paz saber que fue por eso, no fue lo correcto además de que fue completamente inapropiado, pero son piratas, la moral no ha de significar mucho para ellos.
De todas maneras no me quedaré aquí, estos sentimientos así como aparecieron de rápido estoy seguro que desaparecerán con la misma velocidad. No ha de ser amor, por supuesto que no.

Sali de la habitación e iba por los pasillos cuando una enfermera me interceptó, ¿y ahora qué?.

La chica me miraba con absoluto desdén, algo que hizo que mi lado omega quisiera borrarle esa estúpida expresión.

Pasé a su lado sin importarme que quisiera detenerme y entonces empezó a hablar. - Escuche que te besaste con Thatch ayer, ni siquiera llevas tanto tiempo aquí y ya estás intentando enamorar a los oficiales de rangos superiores, zorra.

Me detuve y volteé a verla, devolviendole la mirada, algo que por lo visto la irritó. - No intente nada, ellos son los que me han estado persiguiendo, lamento mucho que no seas lo suficientemente atractiva o interesante  como para llamar la atención de alguien en este barco.

La chica se puso roja por la ira y avanzó hasta darme una fuerte bofetada. - No te creas la gran cosa, solo porque el comandante Marco está haciendo una obra de caridad no significa que lo vas a dominar.

Atacar a un miembro de la tripulación de Barbablanca puede costar la muerte, pero en este momento creo que no es una idea tan descabellada.

Antes de hacer algo de lo que me podría arrepentir una tercera voz interrumpió. - toda persona que este en este barco es un invitado de nuestro capitán, el descaro lo tienes tu, tomando atribuciones que no te corresponden Yua.

En el pasillo estaba este hombre elegante con el cabello hermosamente peinado además de un maquillaje bien elaborado.

-Comandante Izo.- la enfermera molesta empezó a hablar, un poco nerviosamente.- solo estábamos hablando.

El comandante no le creyó ni un poco.- escuche bastante como para saber que eso es mentira, pretenderé que no escuche nada, pero deja al nuevo en paz. Que no puedas meterte en la cama de Marco no es culpa del chico, intentar intimidar a tu "competencia" es patético.

La chica se puso roja de vergüenza mientras bajaba la cabeza e irse rápidamente. -Tengo cosas más importantes que hacer.

Nos dejaron solos en el pasillo, el otro comandante solo me miró un poco antes de seguir caminando. -Vamos, estoy seguro que tu también te diriges al desayuno.

Yo solo asentí mientras caminábamos juntos, una atmósfera un poco incómoda. El comandante rompió el silencio nuevamente. - eres muy apuesto, entiendo el porqué Thatch se fijó en tí.

Vi de reojo la postura del comandante Izo, podía ver un poco de tensión en sus hombros, además de que tenía sus manos como puños. Entonces creo que entendí un poco mejor.

Decidí ponerlo un poco a prueba.- No estoy interesado en él. - el comandante entonces pareció relajar su postura y ya no había duda. - Solo me molestó ayer para molestar a Marco, yo  no soy su tipo, ni el es el mío si es lo que te preocupa.

El comandante entonces me vio como si hubiera sido atrapado haciendo el peor crimen de la historia. Yo solo sonreí. - ¿te gusta, verdad?

Izo solo estuvo aturdido unos segundos hasta que una suave sonrisa se posó en su rostro.- eres bastante intuitivo.

Yo solo me encogí de hombros. Mucha gente suele decírmelo, también sobre el hecho que no puedo serlo conmigo mismo. Pero es difícil ser optimista siendo un Omega, además del hijo de un demonio.

-Por lo que he visto, el comandante Thatch parece ser un idiota. - Izo se miraba listo para atacarme en cualquier momento.- un idiota de buen corazón, deberías domarlo, no parece realmente indiferente.

Izo solo me miró antes de reír suavemente. - Eres interesante.

Me agrada este comandante.

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POV GENERAL

Yua llegó a su habitación y empezó a destrozar todo, ¿como se atrevía el comandante Izo a dejarla en ridículo?, ¿por qué parece que todos los comandantes están protegiendo a ese chico?

Marco será mío, he estado tanto tiempo con él  trabajando juntos, siempre cerca. ¡Quién merece tenerlo soy yo! No ese mocoso que apareció de la nada.

Y entonces la chica empezó a pensar, estaba harta de esperar, y al ver a Marco mostrar un interés en otra persona le hacia hervir la sangre, ¡todo es culpa de ese mocoso que apareció de la nada!, si no se hubiera mostrado  aún tendría oportunidad de enamorar a Marco, o por lo menos de seguir intentándolo. Nunca había visto a Marco con esa mirada afectuosa, y le molestaba que no fuera dirigida a ella.

La solución a sus problemas era deshacerse del nuevo intruso, no había otro camino.

La planificación en una mente inestable comenzó...

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Volví uwu, la verdad solo escribí algo random de esta historia a ver sí podemos hacer que se dirija a algún lado, porque tristemente no tengo ni idea de en que dirección llevarla.

Gracias por leer hasta aquí, se cuidan.

El omega de los ojos plateados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora