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Movía sus manos bajo el chorro de agua, tallando sus dedos una y otra vez, viendo la espuma caer por el desagüe. 

— ¿Piensas utilizar toda el agua de la universidad? —  Escuchó a su lado. 

Sacudió su cabeza, mirando su amigo que lo miraba por el espejo, volvió a mirar sus manos, un tanto arrugadas por todo el tiempo que habían estado el agua. Carraspeó, cerrando la llave del lavabo, para después sacudir sus manos y terminar de secarlas en su ropa. 

— ¿Estás bien? — Preguntó de nuevo su amigo. 

— Bien. — Rascó su mejilla, girándose para apoyarse contra el mesón del lavabo. — Muy bien. 

— ¿Estás seguro? — Preguntó mirando por el espejo mientras lavaba sus manos. 

— Sí, Hyunie, sólo... distraído. — Se encogió de hombros. 

— ¿En qué piensas? — Jaemin mordió sus labios. — Vamos, dime, creí que éramos amigos. 

— Sí lo somos, Hwang, no te hagas la victima para que suelte la lengua. — Le dio un leve empujón. — Sólo... Es algo complicado, supongo

— ¿De qué se trata? — Sacudió sus manos, imitando al menor

— De mi novio. — Suspiró, guardando silencio al ver a otro chico salir de uno de los cubículos. — Salgamos de aquí. 

Sin esperar o siquiera revisar si el mayor lo seguía, salió del baño, empezando a caminar hasta el jardín de la facultad. 

Tenían espacio de casi una hora más hasta que empezara su siguiente clase, así que tenían el tiempo suficiente para ir hasta allá y hablar en privado con tranquilidad.

— ¿Cómo es que caminas más rápido que yo? Tus piernas son más cortas. — Se quejó el mayor, tratando de alcanzar al pelinegro. — Aquí estamos bien, nadie viene aquí. — Jeamin miró a su alrededor, asintiendo antes de sentarse junto a uno de los grandes árboles al final del jardín. — Ahora, dime qué sucede con tu novio.

— Tuvimos una conversación hace unos días. — Dijo mirando sus manos, pasando su lengua por sus labios. — Es... yo no sé qué debería hacer ahora. 

— ¿Qué te dijo? No soy adivino, Na. 

— Dios, es que... Hyunie... No quiero que pienses mal de él, de ellos, de nosotros... — Murmuró. 

— No entiendo por qué pensaría mal de ustedes. — Dijo en un tono tranquilizador. — Un segundo, ¿Ellos? — Preguntó confundido. — No way, ¿Renjun te engañó? ¿Piensas perdonarlo? — Preguntó en un susurro. 

— ¡No! Dios, Hyunjin. — Rodó sus ojos. — ¿Crees que Renjun haría algo cómo es? 

— Honestamente, tiene cara de que no rompe un plato, pero ya sabes, las apariencias engañan. — Se encogió de hombros. — ¿Y bien? 

— Seh, no es tan inocente como lo parece. — Una pequeña sonrisa creció en sus labios. — Es que a él... yo sé lo que siente por mi, eso lo tengo muy claro, jamás lo he dudado. —Jugó con sus labios de nuevo. — Pero a él... él... Bueno... — Se tomó un segundo, mirando a su alrededor. — No diría que está confundido, se veía seguro de lo que decía... más o menos, y es que es un tema nuevo para nosotros...

— Oh... Creo que entiendo a lo que te refieres. — Asintió el mayor, haciendo que Jaemin levantara su mirada rápidamente. — Te dijo que gustaba de alguien más, ¿no es así? — El menor asintió. — Puedes hablar cómodamente sobre eso, yo lo entiendo , Nana. — Sonrió. 

friends; norenminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora