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NARRADOR

—¿Ya es muy tarde para arrepentirme de estar aquí? —cuestiona Evan con fastidio mientras se cruza de brazos.

—Estoy aquí por ti, Evan. —responde Emilio entre dientes.

Ethan aprieta los labios mientras mira a los gemelos por el retrovisor, ambos sentados en los asientos traseros cual niños pequeños regañados. Tenían cosas mas importantes de las que encargarse, pero en ese momento estaban dirigiéndose a Richmond en donde conocerían al famoso Elián, su hermano menor.

Se encontraban hastiados debido a la situación; el año pasado su principal preocupación era Jake, y eso era mil veces mejor que lidiar con los malditos problemas de su familia o algo relacionado con Matthew Walker, de quien tendrían que investigar luego, porque no podían dejar el tema estar, no después de haberlo abandonado tan de repente y creer toda palabra que aquella familia les tuviera que decir.

—¿Por qué él si sabia de nosotros? —cuestiona Evan sin poder quedarse callado —Estoy seguro que solamente quieres convencernos de que tendremos que compartir nuestra herencia con alguien más y ya.

Emilio le miró con la ceja encarnada pero en silencio, a pesar de que no quería problemas con aquel chico no podía evitar pensar lo mismo que su hermano. No lo conocían de nada, y su madre era Abbie Gress, por lo que podría ser un pequeño bastardo idéntico a su madre.

—Por favor, Evan. —reclama Ethan —Por el simple hecho de no conocerlo deberías evitar juzgarlo, creció sin la atención de su madre y tiene mas problemas de los que crees. —miró por el retrovisor —Ustedes fueron capaces de criarse solos, de madurar a muy temprana edad, pero él vio a muchos psicólogos desde que era pequeño y aún lo hace.

Evan bufó por lo bajo, pero miró a Emilio y se limitaron a quedarse en silencio la siguiente hora del camino pensantes, sobre como reaccionaría Elián al verlos juntos por primera vez, pues no era precisamente una maravilla enterarse que tenían un nuevo hermano, cuando habían vivido toda la vida solo ellos dos.

El clima de la ciudad era realmente frío, incluso mas que South Hill en esas fechas; se sorprendieron al mirar la casa de la que suponían era Elizabeth Gress, muy grande.
Ethan bajó del auto y les hizo una ademán para que le siguieran.

No sabían que sentir exactamente, simplemente estaban curiosos por saber que diría Elián.

—¡Hola, Ethan! —una mujer sonriente se asomó por la puerta principal recibiendo al mayor de los Blackwood con un medio abrazo —¿Cómo has estado? Oh, ellos deben ser Emilio y Evan. —dijo con la misma expresión mientras se dirigía a los gemelos quienes le sonrieron a modo de saludo —Muy apuestos.

La mujer se veía muy agradable, con una energía tan opuesta a la que Abbie tuvo alguna vez.

—Por favor pasen, Elián esta esperándolos en el patio trasero. —dijo, dirigiéndose a los gemelos —Sigan por ese pasillo, hasta que encuentren la puerta de cristal. —señalo el camino —Supongo que tienen mucho de que hablar.

Emilio y Evan obedecieron a las indicaciones y aún desconfiados se adentraron a la cálida casa hasta el gigante patio trasero, con una vista de un par de montañas verdes y rastros de neblina, una casa como esa a las orillas de la ciudad brindaba una vista impresionante.
Ambos captaron una figura de pie a un par de pasos, con las manos en los bolsillos delanteros de su pantalón y con lo que parecía un cigarrillo descansando en su labio inferior.

—Por un momento creí que no se animarían a venir. —habló aún de espaldas. Evan miró a Emilio como advirtiendo que no iba a tomar la iniciativa —Vamos, los imaginaba menos tímidos. —comento mientras sostenía el cigarrillo entre los dedos de su mano izquierda y se daba la vuelta para mirarlos.

Lovesick [#1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora