13

16 3 69
                                        

EVAN BLACKWOOD ✚

FECHA: 26 DE NOVIEMBRE DE 2007.
LUGAR: SOUTH HILL, VIRGINIA.

Lágrimas saladas se resbalan desde mis ojos, siento un doloroso nudo en la garganta y se me dificulta respirar con regularidad. No quiero irme.
Fui muy duro con mi hermano cuando no lo merecía, estaba sufriendo mas que yo, ¿y que hago? Lo trato como la mierda.
Me duele en lo mas profundo de mi no ser el hermano que seguramente él esperaba, uno que le demostrara día con día que no se encontraba solo, que le repitiera que saldríamos de esta, que le demostrara hasta el cansancio lo mucho que lo quería.

Con brusquedad me limpio el rostro y doy un último largo suspiro antes de tomar la mochila que se encuentra en la cama para seguido salir de mi habitación.
Bajo las escaleras con cuidado de no despertar a nadie, tomó las llaves de mi auto y quito el seguro a la puerta principal para luego abrirla lentamente.

— ¿A dónde crees que vas? —la voz a mis espaldas me hace cerrar los ojos con fuerza y maldecir por lo bajo —Evan, no.

—No tengo opción. —respondo aún sin voltear —No voy a arriesgarme a que me arrebaten a la poca familia que me queda solamente por lo que debo.

—Sabes que puedes pedirme la cantidad que quieras de dinero, con tal de sacarte en esta mierda en la que te metiste. También tienes la cuenta de tus padres.

—No planeo tomar dinero de nadie mas, ¿de acuerdo? Yo me metí en esto y yo voy a salir solo, si me ayudas, te jodes tu también.

— ¿Por eso te vas? ¿Por qué no quieres que Emilio te vea así de miserable?
No merece que hagas todo esto.

Estoy a punto de protestar pero una tercera voz se hace presente.

— ¿Evan? ¿Qué estas haciendo? —cuestiona desde las escaleras.

—Volveré mas tarde, tengo que resolver un asunto. —respondo lo mas convincente que puedo.

— ¿Seguro que esta todo bien? —mi hermano cuestiona un tanto confundido, yo asiento y regreso la mirada hacia Adam quien me mira desaprobatorio, pero no va a detenerme.

Sin decir palabra mas, y con la cabeza baja le dedico una pequeña sonrisa a Emilio antes de salir por la puerta principal con el mismo nudo en la garganta de hace un momento.
"Tienes solamente dieciocho años, no puedes hacer lo mismo que tu padre. Esa gente no te traerá mas que miseria." Las palabras de mi tío son un eco en mi cabeza que no puedo sacarme, pero no puedo evitar mi destino ahora.

Me subo al auto que justamente él me dio hace un par de semanas por si se presentaba alguna clase de emergencia y aviento mi mochila a los asientos traseros mientras lo enciendo y escucho el sonido del motor. Nunca creí enfrentarme a una situación tan jodida como la de ahora, al menos no hoy.

Saco mi teléfono del bolsillo, marco el número correspondiente y mientras miró a la nada espero a que alguien contesté.

¿Tenemos que ir a buscarte? —la grave voz que se escucha al otro lado sigue provocándome escalofríos.

—No es necesario. —respondo — ¿Los veo en dónde siempre?

¿Seguro que harás esto, niño? No hay vuelta atrás hasta que cumplas lo que te toca.

— ¿De verdad me das la opción de echarme para atrás después de haberme amenazado como lo hiciste? —su risa me hace rodar los ojos —Eso pensé. —y colgué.

Lovesick [#1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora