Lovesick [#1] ✔

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✚ NARRADOR ✚

Algunas veces las cosas no salen como queremos, a veces con tal de solucionar cierto problema somos capaces de hacer cosas que nunca creímos, pero la urgencia es tanta que sabes que no tienes algo mas que perder.

Para este punto a Evan no le importaba ni lo que aquel mocoso e Ethan tuvieran que decirle, pues efectivamente, estaba jodido. ¿Qué tenia que perder? ¿una herencia? Nunca había sido un fiel creyente al destino pero ahora su idea estaba cambiando, después de haber vivido todo aquello y en menos de una semana estaba casi seguro de que el resto de su vida sería de la misma manera, un jodido desastre.

Gruño y se adentró a lo que se convertiría en su próximo reto.
Se detuvo en aquella sala solitaria que le habían indicado, se apoyo en la mesa delante suyo y después miró la cámara de seguridad sobre la puerta principal; no tenia miedo, pero estaba nervioso sobre lo que sabría después de salir de este lugar.

Sacó su teléfono del bolsillo y observo las mil llamadas pérdidas de su padre y Emilio quienes llevaban preocupados por él desde hace poco mas de dos horas que se alejo de la casa y se llevo el auto para desaparecer; podría estar en cualquier sitio de la gran ciudad, pero en lugar de eso, se encontraba esperando a la única persona que podría resolver sus dudas o también arruinarlo de inmediato.

Escucho el chirrido de la puerta de la habitación, por lo que se digno a levantar la mirada para observarla ahí con una sonrisa relajada, como si no le sorprendiera que Evan Blackwood fuera a verla. Con tan solo haber cruzado palabra una sola ocasión le había bastado para conocer de sobra la manera en la que él conseguía lo que quería, pero claro que no contaba con que por el contrario ella era una experta en las mentiras y el engaño.

—Tienes cara de que no te sorprende que este aquí. —habló el rizado con tono neutral.

—Tienes razón, ¿quieres que te monte una fiesta? —respondió ella mientras tomaba asiento e imitaba su posición apoyándose contra la mesa vacía.

—Vengo en son de paz, —exclama Evan y alza las manos para después regresar a la misma posición —y a que me resuelvas un problema que ha comenzado a ser un maldito dolor de cabeza para mi. —dice mientras esboza la mas falsa sonrisa que ha dedicado en su vida.

—Soy toda oídos. —exclama intrigada.

—Elián Blackwood, ese es el nombre de mi problema.

Ella sonríe mientras niega.

—¿Mi pequeño niño es tu problema? —cuestiona —No he sabido de él desde hace tanto tiempo.

—Estoy hablando en serio, Abbie. No estoy de humor para lidiar con mas personas, créeme que estoy pensando seriamente en desaparecer para siempre.

—Evan, —ella ríe y se inclina hacia el rizado quien no se mueve a pesar de la peligrosa cercanía —¿Qué quieres en realidad? Se que no vienes a hablar solo de Elián, hay algo en específico que quieres saber, lo puedo ver.

—Estoy seguro que lo sabes, la pregunta aquí es si accederás a decírmelo. Querrás algo a cambio supongo.

—Este es un caso especial, cariño. Estas de suerte. Quieres hablar de Jake... —Evan se tensa ante la mención de su nombre —Sabes que mi hijo y yo no tenemos una relación precisamente maravillosa. No lo vi durante mucho tiempo.

—No quiero hablar del presente, —dice seguro —retrocedamos un poco... digamos, ¿Marzo de 1989? —la sonrisa de Abbie se ensancho —Ahora lo sabes.

—Antes, tengo una pregunta, ¿tu familia sabe que estas aquí?

—No. ¿Por qué?

—Estoy segura que no estarías aquí de no ser por la ignorancia que ha tenido tu familia todos estos años, han sido tan ingenuos pensando que solamente por haber matado a Isabella ya soy un monstruo; pero créeme que la historia se extiende, he hecho tantas cosas que ni te imaginas.