VAQUITAS|KOOKTAE|

Verdades a la luz

Dieciocho horas de vuelo junto a un transborde. Finalmente pisaban suelos Suizos, el aire frío golpeó sus rostros. Pidieron un taxi al hotel en donde se hospedaba el toro, Euán observaba las calles con curiosidad y aunque admitía que le hubiese encantado estar en el lugar bajo otras circunstancias no podía negar el encanto de dicha ciudad. Taehyung fue rápido hablando con su asistente para que pudiesen hospedarse en el mismo hotel y aunque tuvieron que sobornar a quien se hospedaba anteriormente en la habitación dicha hazaña se logro con éxito.

— Es la habitación 59 Shin, hay está nuestro torito.

El conejo tocó la puerta sin recibir respuesta.

— ¡Jungkook!, hijo somos tus padres.

Tomó la perilla de la puerta pero está cedió rápidamente para ingresar a la habitación.

— Jungkookie...

La figura del toro sentado en la cama y observando la ventana dejó un sabor amargo la boca de la mayor, en uno de sus cuernos colgaba un trozo de algo que no lograba descifrar, su espalda estaba encorvada. Simplemente la escena de una película de suspenso ambientada en los 90.
Ambos caminaron hasta quedar enfrente de el.

Jungkook les observó antes de volver a romper en llanto y ambos lo rodearon en un abrazo.

— Shhh, déjalo salir todo.

Shin acariciaba las hebras desordenadas de la frente.

— Yo tuve un accidente en el baño me resbalé y un trozo de cortina terminó en mi cuerno también perdí mi piercing de la ceja.

Jungkook observaba el té de durazno en su taza sin ánimos de beberlo.

— ¿Quieres hablar sobre el otro tema?.

Los observó a ambos y finalmente habló.

— Estaba en la el auditorio en las gradas traseras escuche una voz que me parecía conocida pero al final caí en cuenta que se escuchaba como mi voz, pero no era mía. Mamá él es idéntico a mi pero no tiene mis tatuajes ni perforaciones, me dio una sensación horrible aquí— Jungkook tocó su pecho— fue como si alguien metiera su mano y apretara mi corazón.

— Hijo entendemos que esto de saber que tienes un hermano biológico sea nuevo para ti...Lo es también para nosotros cuando te adoptamos no sabíamos nada sobre quienes eran tus progenitores ni tampoco que tenías un gemelo.

Euán observó a su hijo sosteniendo su mano.

— Solo eras un pequeño ternerito que lloraba desesperado, eras especial desde el primer momento en que estuviste en nuestros brazos te amamos. Si...Tú quieres saber sobre tus orígenes no nos interpondremos porque sabemos que quieres respuesta a los eslabones que faltan en tu cabeza.

— Mamá yo no quiero conocer a nadie ustedes son mis padres no me importa si son conejos, ustedes me cuidaron, me dieron un hogar y muchos hermanos para jugar. Ustedes son mis padres y lo demás no me importa.

Los conejos respetaron la decisión de su hijo para dar vuelta a la página de los sucesos ocurridos.

Mientras un toro al otro lado de la cafetería observaba todo completamente inmóvil.

— Estoy bien amor me quedare el tiempo que resta y evitare al otro.

— Está bien cariño pero aún así me tenías bastante preocupado, después de que dejaste de hablar escuché un ruido y pensé que te habías desmayado o algo así.

Reí nervioso antes de contestarle a mi esposo.

— Me caí en el baño creo que ese es el ruido al que te refieres.

— ¿Estas bien? , ¿te lesionaste?.

— Estoy bien solo me resbalé y rompí la cortina.

— Eso no me quita ni un poco de preocupación.

— Perdón, estaba fuera de mí cuando me resbalé eso es todo.

Taehyung suspiraba del otro lado de la línea, a este paso su cara de llenaría de pecas por su estrés.

— Somi pasó la noche en casa junto a nosotros se fue apenas tus padres la llamaron. Ggukie también estaba un poco preocupado.

— mmmm, ya entiendo. Encontré unas piezas de tu colección de reinas de ajedrez.

— ¿Ya no quieres tocar el tema cierto?.

— No cariño quiero olvidar el tema y seguir como si nada.

— Está bien cielo, tengo que irme a dormir olvidamos los cambios de horario.

— Lo se amor descansa en cuanto pueda llamaré.

Un mes y días después

Los tres adultos se preparan para emprender su viaje de regreso a casa. El mes restante lo pasó asistiendo a las conferencias con cubrebocas y lentes.

En corea.

— Tengo antojo de algo...

Exclamó taehyung acariciando su gran vientre.

— ¿Rábanos encurtidos?.

Pregunto su hijo quien también había sido víctima de los antojos de su papi pues descubrió que los duraznos al horno con sal eran lo más rico del mundo.

— No cielo otra cosa...crujiente pero blanda por dentro.

— Rollos de alga fritos...

Taehyung pareció pensarlo.

— Vamos por esas algas cariño y también una malteada de espinaca.

— ¡hay papi!, eso suena raro.

— Lo vas a probar y te va a encantar vamos.

A regañétes gguk bajo de la cama para acompañar a su papi, bajaron las escaleras lentamente y entraron a la cocina para empezar a preparar su antojo. Ambos se pusieron sus delantales poniéndose manos a la obra.

— Cariño, ve a la huerta por espinacas por favor.

El pequeño solo asintió saliendo por la puerta trasera.
Mientras taehyung buscaba las algas en los estantes, puso el sartén en la estufa y vertió un poco de aceite.

— Así o más Mami.— alzó sus bracitos mostrando un gran ramaje.

— Si cielo vamos a lavarlas.

Ggukie jalo su banco para alcanzar el lavabo, su papi saco unas tijeras cortando los tallos mientras el pequeño lavaba las hojas. Taehyung sonreía esos eran los momentos que más le gustaban su pequeño era bastante bueno haciendo las cosas , él y Jungkook se sentían contentos por dejar que su hijo fuera independiente en cuanto su pequeño empezó a explorar su entorno.

— voy a freír las algas cariño aléjate de la estufa ¿si?.

— Si papi.

Taehyung terminó de freír las algas y antes de empezar con su malteada de espinacas optó por hacerlas un tipo de sopa.

— ¿Te gusto?.

Ggukie solo asentía con la boca llena.

Hola people ando medio enferma y pss la neta por eso no actualicé. Ya vamos a terner a koo de regreso alch feli por eso.