W Vs S

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Taehyung siempre supo que el lugar donde vivía era peligroso pero tenía una especie de inmunidad sobre los demás en aquella comunidad en las orillas del Río. Las reglas eran importantes siempre las repetían.

• Si alguien llama ti nombre no escuchaste nada.
• Si vez un coyote levantarse en dos piernas ignóralo totalmente.
• Si vas a salir de noche no salgas.
• Si te llaman en el bosque no voltees.
• Nunca cantes en el bosque.
• Ten cuidado en donde pisas.

Taehyung salió de su pequeña casa y puso la capa sobre su cabeza se aferró a su canasta y entró al bosque con la luna como testigo y la única que iluminaba su camino. En total silencio camino un buen rato hasta llegar a una zona plana.
Suspiró antes de sacar las velas de ésta con un cerillo prendió las dos y extendió un pequeño mantel, sacó también la comida que descansaba en frascos de cristal se quedó esperando hasta escuchar grandes pasos y los árboles siendo sacudidos de forma violenta.

— Tae...
 
El susurro del ser lo hizo levantar la vista ahora tenía la forma de un humano con ojos brillantes.

— Hola koo.

Siempre eran susurros no debía hablar en voz alta mucho menos en aquella zona. Se hincó a su lado acariciando su rostro y frotando su rostro en él suave cabello del más bajo.

— Creí que no vendrías.

— Prometí traerte comida Koo, y también bayas de las que te gustan.

Le extendió el frasco repleto de bolitas moradas.

— Gracias humano bonito.

Cuando terminaron le ayudo a meter todo en la canasta. Y lo guió para llegar a su casa.

Taehyung suspiró y se dejó caer en los sueños, al despertar se extrañó al no ver a su gato en la cama, el pequeño animal no dormía en otro lugar que no fuese a su lado. Con algo de miedo salió el sol estaba en su punto maximo, buscó al gato sin éxito. Con miedo se acercó a la pequeña bodega cuando escuchó un sonido de agonia se dio la vuelta rápidamente y regreso a su casa.

Una vez dentro trancó las puertas y las ventanas. Si el gato había salido que no debía hacerlo pero quizá era una opción un skinwalker lo había devorado ahora no podría estar tranquilo. Corrió las cortinas. Cuando un maullido en la puerta lo alertó. Ese no era el maullido de chispas lo sentía así que subió las escaleras hacia su cuarto para esconderse en el baño.

Se abrazaba a si mismos mordiéndose los labios.












El wendigo por su lado emergió del agua caminando por el bosque, el sonido de agonia provenía de la vereda a la casa del humano. La noche era totalmente obscura, sin pensarlo comenzó a correr.

Se detuvo metros antes para ver a dos criaturas acechando la casa y un animal que rasguñaba la puerta con desesperacion. Se levantó por completo mostrando la altura de casi cuatro metros, las criaturas deformes salieron corriendo una vez escucharon el grito del wendigo. El gato también lo hizo aunque a la mitad del camino se transformó en lo mismo que los anteriores.

Aún luego del ruido taehyung terminó durmiéndose por el miedo.

Afuera Jungkook se transformó en humano y se acosto al lado de la puerta.










El wendigo despertó desorientado al verse dentro de la casa de Taehyung, el olor de carne cocinándose lo guió hacia la cocina.

— Anoche te escuche ahuyentar a los monstruos gracias.

Aunque le escuchó, prefiero tomar un trozo de carne cruda con sus dos manos comió sin cuidado. Taehyung volteó y tomó un trozo de tela para limpiar la cara de su "amor".

Aunque no lo quisiera admitir taehyung sabía que Jungkook jamás podría comportarse como un humano por completo, pero aún con todo eso el no dejaría a su pareja, estaban unidos desde que eran pequeños.

— Toma.

Jungkook le dio una pequeña flor morada y él sonrió oliéndola. Su cuerpo se desvaneció pero aún con eso Jungkook lo sostuvo.

— Olvídame, olvídame humano inocente.

Acercó su dedo a la frente de taehyung borrando sus recuerdos a su lado y poniendo en el la idea de salir del bosque para vivir en la ciudad.










Aquel que cree que el amor es sufrimiento tiene razón algunos amantes dejan a los suyos para que sean felices o para protegerlos como nuestro wendigo.

VAQUITAS|KOOKTAE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora