XVI: Solo (otra vez)

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Lunes por la mañana durante el primer receso, apenas había sonado el timbre y Yumiko ya estaba en la puerta de mi salón de clases esperando a que yo saliera. Yo no había ni guardado mi cuaderno cuando ella me agarra de la mano y me saca del salón.

—¡Ey! ¿A dónde vamos? —Le pregunto mientras corremos por los pasillos de la escuela.

—¡Necesito hablar contigo! Vamos al patio.

Ya en el patio ambos estamos tratando de volver a respirar por haber corrido tanto. Ella me trajo a uno de las tantas bancas que hay repartidas por la escuela.

—Te odio. ¿Por qué me hiciste venir acá?

Ella sonrió y puso su mano en mi hombro, me mira con absoluta cara de cansancio solo para preguntarme:

—¿Cómo te fue el fin de semana? Quiero saber.

—¡No te voy a decir! —Le respondo indignado. —Eres una chismosa.

—Tal vez... pero acaso ¿eso es excusa para no contárselo a tu mejor amiga?

—¿Eres mi mejor amiga?

—Obvio. —Coloca sus manos en su cintura, ahora ella es la indignada.

—Mi mejor amigo es Jotaro.

—Yo soy tu mejor amigA. —Dice recalcando la última letra de su oración. —Ahora cuéntame.

Le cuento, pero sin muchos detalles, solo lo necesario. Ella además me hace un par de preguntas, pero no es como que le haya contado todo lo que pasó con lujo de detalles, tampoco mi intención es que vomite.

Después de eso hablamos de otros temas.

—Oye, voy a renovar mi closet. ¿No quieres ir a mi casa a ver qué te puedo regalar?

—Nah... no puedo. La esposa de mi papá me vendrá a buscar a la hora de almuerzo.

—¿Y durante la semana?

—Debo quedarme en casa, cualquier día llegará mi auto.

—Qué injusta es la vida. —Se queja. —Bueno, tú me dices. Te verás guapo.

Al toquido del timbre cada uno se va a sus respectivos salones.

Las clases pasan, llegando hasta el medio día. En vez de irme a almorzar con Jotaro y Yumiko, arreglo todas mis cosas para irme.

Afuera de la escuela me espera Mina en el auto que papá compró para ellos hace un par de meses. Yo me siento en el asiento del copiloto, nos saludamos y ella comienza a conducir.

—¿A dónde vamos? —Le pregunto

—A la clínica. —Dice ella.

—¿Pasó algo?

—Nada grave. —Me asegura. —Solo quiero que me acompañes.

El resto del camino es silencio, no sé qué querrá hacer en la clínica, pero no es como que me interese. Yo creí que íbamos a hablar acerca de mi padre, a decir verdad, es lo único que me interesaría hablar con ella.

Llegamos a la clínica, ella fue a recepción, mientras que yo me quedé en la sala de espera. Un rato después ella llega al lado mío. De nuevo, no hablamos durante toda la espera, estoy increíblemente aburrido ¿para esto me sacó de la escuela? Hubiera preferido quedarme allá si en verdad yo iba a ser su acompañante.

Best Friends [Jotakak]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora