CAPITULO 03

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Valentina.

El fin de semana había llegado, había estado toda la semana estudiando y haciendo las tareas que me habían encargado los maestros, aunque me habían dicho que no iba a ser suficiente para sacar una buena calificación, y que los extraordinarios no los iba a poder evitar, me aseguraron que con las actividades podrían ayudarme a obtener una nota más alta; los toques en la puerta interrumpieron mi película, me levante del sofá y fui a la puerta, ahí vi a Malen y a Karol, las mire y las deje pasar.

— ¿Por qué en mi casa un viernes a las 11 de la noche?

— Porque venimos por ti, para ir al antro. —Negué divertidamente, había cancelado mi salida con ellas, diciéndoles que había terminado más que cansada, y aunque no era mentira del todo, la realidad era que no me gustaba salir a sus lugares caros que obviamente no puedo pagar.

—Karol y yo no aceptamos un no por respuesta. Haz estado encerrada toda la semana, todos los días desde hace cinco meses, se acabó, no lo vamos a permitir más. A partir de ahora nos enfocaremos en que tu continúes con tu vida.

—Chicas...

— ¡No! Mira, no acepto un no, estuvimos estudiando todo el lunes, ayudándote con tus tareas hasta tarde, hemos perdido citas con chicos guapos por ayudarte. —Iba a hablar, pero Karol no me dejo. —Y no, nos lo pediste, lo hicimos porque te queremos, y estamos preocupadas al igual que tú de tus calificaciones, no te lo estoy echando en cara, hemos tenido paciencia, pero tampoco nos quedaremos aquí, viendo como tú no intentas hacer nada por tu vida. También estamos triste por lo sucedido, lo sabes, lo queríamos mucho, pero a él no le gustaría que detuviéramos nuestra vida. — Suspiró. —Así que vamos a tu cuarto, te ayudaremos, y nos iremos.

— No tengo dinero. — Ambas rodaron los ojos. —Bien, ya. — Subimos a mi recamara, ellas empezaron a arreglarme el cabello, y a maquillarme. — ¿Qué se supone que me ponga? — Dije mirando a Malen, quien estaba buscando en mi closet.

— Esto. — Me mostró una falda y un top. — Si. Cámbiate, si no, Karol lo hará. — Así lo hice, la falda era negra, corta, y el top negro también de tirantes, salí del baño. — Esa es mi amiga. Ahora, con estas botas, porque ya sabemos cómo eres, y capaz nos tiras los tacones en la cabeza, chamarra negra, como chica mala. — Las miré.

— Eso me pasa por aceptar que ustedes se encarguen de mi closet. Esto ni siquiera es mi etilo.

— Si... bueno, soy hija de una diseñadora de modas, ¿Qué esperas?

[...]

Llegamos al antro, había un gran letrero "Oasis" una gran fila adornaba el lugar, enserio no sé qué hacía aquí, y menos sin avisarle a mi madre, quien estaba haciendo guardias, y yo debería de estar en casa. La música retumbaba en mis oídos, a las chicas no les parecía inmutarse con el ruido.

— ¿Cómo es que entraremos?

— Es antro de Gastón, creo que será tarea fácil. — Seguimos a Malen, hablo con el encargado. — Ya le hablaran a Gas, para que venga. — Ambas la miramos. —¿Qué?

— ¿Qué es eso de "Gas"? —Alzó los hombros. — Le avisare a mi madre que no estoy en casa, que estoy con ustedes.

— Y que te quedarás con nosotras en casa de Malen. — Asentí a regañadientes. Gastón llegó a nuestro lado, junto a Jorge, nos saludaron, y pasamos, Jorge no quitaba la vista de mí, me inspecciono de arriba abajo, le sonreí después de que me diera un beso en la mejilla, su mano se posó en mi cintura, lo miré, Jorge López fue mi primer y único beso.

— ¿Quieres algo? Tranquila que yo las llevare sanas a su casa, lo prometo. — Le sonreí, el me pidió una margarita y me la dio, bebi un poco, hice un gesto al sentir el alcohol en mi garganta, no era alguien que tomara, por eso no estaba acostumbrada a ese sabor. — Te ves muy linda. — Me sonroje ante sus palabras, el sonrío. — Debo ir a ver unas cosas con mi primo, ahora vengo. — Asentí, me dio un beso en la comisura de mis labios.

Jugando Con FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora