Jugando Con Fuego

CAPITULO 11.

VALENTINA.

Entré al lobby del hotel, lo mire por todos lados, era lindo, con candelabros bastantes lujosos en el techo , pequeños sillones en la sala de espera, se veía desde lejos lo ostentoso , el piso de mármol, con grandes plantas al rededor de los sillones de espera, gente adineraba entraba y salía, y yo me sentía como un bicho raro en mi pequeña pijama barata y escotada, vi a Gastón acompañado de un hombre, caminando hacia a mi, vestía con un traje y corbata, traía en sus manos un folder, se despidió de su acompañante y me abrazo en cuanto llego a mi, le correspondí cortamente.

— Sus habitaciones están listas. Aquí esta la tuya, y la de tu madre. — Dijo entregándome dos tarjetas con diferentes números de habitaciones.

— No es necesario Gastón, con una es suficiente. — Dije entregándole una.

— No pasa nada Valen, quiero que se sientan cómodas ambas, de verdad. Supongo que estas cansada, pediré que te suban algo a la habitación.

— De hecho Gastón, quiero descansar, ya después pediré algo, ahorita siento mi estomago revuelto.

— Bien, te dejare un pequeño mapa de donde esta todo, restaurante, alberca, restaurantes, y demás. — Asentí. — Cualquier cosa Valen, llámame, todo lo que necesites.

— Gracias Gastón, cuánto antes te pagare todo.

— Dile a Malena que ella me pague. — El me guiño el ojo, y consiguió sacarme una sonrisa, me dirigí al elevador, marque el numero de piso según el mapa, la habitación de mi madre estaba un piso abajo, las puertas del elevador se abrieron en mi piso y busque la habitación, deslice la tarjeta por el sensor y la puerta se abrió, dejándome ver una gran habitación, con una gran cama en medio, una mesa de centro con dos sillas, un balcón que daba vista a la ciudad, con dos camastros ahí, cerré las cortinas y me deje caer en la gran cama tomé mi celular.

Ya estoy en el hotel.

Le di enviar a mi madre y a los chicos, tome un almohada y me encogí en la cama, una vez mas, las lagrimas cayeron por mis mejillas, estaba sintiendo un colapso, como si hubiera mil toneladas encima, respiré profundo y me quedé dormida.

[...]

El estaba casado, y yo me había metido en un matrimonio, si de por si me sentía de la mierda al haber follado con el, ahora me sentía peor al saber que yo fui la amante de una noche; salí de mis pensamientos al escuchar la música cuando llegamos a su casa, la única mujer que había visto era la chica que le ayudaba, quien me miro cuando entre acompañada de su jefe, y me hizo sentir mas apenada, ella sabia lo que había pasado, y no quiero ni imaginarme lo que pensaría de mi, mire su habitación, la detalle mas que la vez pasada, no había nada de mujer, incluso la decoración, no tenia ni siquiera una pizca de toque femenino, me metí al baño, tenia un jacuzzi, todo se veía elegante e impecable, fui a la regadera, despojándome de toda mi ropa, y abriendo la gran regadera, haciendo que el agua cayera por todo mi cuerpo, tratando que este se relajara, pero la verdad es que no podía, mis calificaciones, aun me quedaba tres extraordinarios, mi casa, y ahora me enteraba que me había metido en un matrimonio, no tenía dinero, no tenía ni siquiera un trabajo, mi madre tampoco, y la pobre se tuvo que ir a una entrevista de trabajo, cuando estamos en esta situación, sentí lagrimas mezclarse con el agua de la regadera, me senté en el suelo de la bañera, mientras sollozaba, mire el techo, como si eso me pudiera dar respuestas, pero no era así, me limpie las mejillas y terminé de bañarme, me puse mi short y mi pequeña blusa, me puse mis tenis y baje las escaleras, pude escuchar voces en la cocina, me sentía sola en la gran sala, y el olor a comida llego a mis fosas nasales, abriendo mi apetito, me acerque lentamente y pude escuchar sobre un divorcio, sus miradas se posaron en mi, y yo solo mire hacia abajo, Fátima salió dándome una corta sonrisa, y yo, no pude sentirme peor de lo que ya me sentía, mi estómago ya no estaba revuelto, así que la comida me cayo mejor de lo que espere, nadie hablaba, y tal vez por eso la nauseas no estaban, suspire, mientras dejaba el tenedor en el plato.