Capítulo 39

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NUEVA YORK

ANDREW

Marzo llego demasiado rápido, desde mi trasplante, yo estaba mejor cada dia, lo cual me hacía sentir mucho mejor, aunque me tuvieron que hospitalizar un par de días por fiebre, al menos estaba comiendo bien, tenía que ir cada semana a hacerme estudios, mi hermano me ayudaba mucho, y papá habia contratado a una enfermera asi ella me daba mis medicamentos y sabía que hacer por cualquier cosa, teníamos también una persona que limpiaba todo a profundidad, ya que mi sistema inmune prácticamente no existía.

Annie, la enfermera cuidaba mucho de mí y a veces también de mi hermano, ya que a veces se desvelaba cuidándome y apoyándome, asi que ella también cuidaba de Adders, Marian, era quien se encargaba de limpiar, cocinar y tener todo listo, ella también cuidaba de mi hermano, ya que ambos debíamos cuidarnos, Marian cocinaba bastante rico y yo al no tener quimio podía comer lo que yo deseara.

- Hola chicos, la cena está en el horno – dijo Marian cuando regresamos de mis estudios

- ¿Tu ya comiste? – pregunte

- Si, ya está todo limpio, Andrew deje una caja nueva de guantes y de mascarillas, debes usarlos siempre – dijo

- Gracias – dije y me senté a comer

- Lava tus manos Andrew – me regaño Adders

- Ya me quite los guantes – dije

- No importa, lava tus manos – me regaño

Ya voy – conteste

Nos sentamos a comer y Annie bajo un rato después ya duchada y lista

- ¿Cómo les fue? – pregunto

- Bien, mis niveles son mejores, solo han pasado cuatro semanas, pero estoy mejorando, aún tengo cáncer, pero mucho menos – dije

- Me alegra oír eso – contesto – Mediré tu temperatura – dijo acercándose con un termómetro, lo paso por mi frente y lo miro

- ¿Cómo está? – pregunto Adders

- Esta bien, sin fiebre, sigan comiendo chicos – dijo y comenzó a hablar con Marian

- ¿De que hablaran? – pregunte

- De nosotros – contesto mi hermano

- ¿Crees que fue buena idea? – pregunte

- ¿Contratarlas? – contesto

- Si – dije

- Andrew, te amo hermano, lo sabes, aun pienso donarte lo que te haga falta, pero yo solo no puedo cuidarte, tengo tarea, no se cocinar, ni limpiar, casi muero del susto cuando te vi en el sillón con fiebre, por suerte Annie ya estaba con nosotros, porque yo hubiera llorado mucho antes de saber que hacer – respondio

- Bueno, en eso tienes razón, yo tampoco se cocinar o limpiar – dije

- Lo sé, soy el gemelo más listo – respondio y seguimos comiendo nuestros vegetales hervidos

Una semana después recibí los correos de las escuelas de medicina a las que habia aplicado

- ¿Estás listo? – pregunto papá desde la tablet que sujetaba mi hermano

- No – dije

- Debes hacerlo, abre uno, el que menos te interese – dijo Emily junto a el

- Dame tu contraseña y yo lo hago – sugirió Ashley

- Ya déjenlo tranquilo, solo abre uno – dijo Alexa detrás de mi

- No sé cuál – dije

- Abre el de Stanford – dijo Adders

Mortal ObsesionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora