Mortal Obsesion

Capítulo 1

LAS VEGAS

DYLAN

Desperté en mi cama solo en ropa interior, me levante y tenía labial en el pecho y en el abdomen, tome una bata que habia comprado cuando llegue a las vegas, era una de esas batas que usan los hombres extravagantes, larga hasta el suelo, y con estampado muy Versace de los noventas.

Me la puse y sali a ver si mi primo estaba bien

- George – dije

- Cierra la boca – respondio tirado en el sillón

- Me preocupe por ti, creí que no estabas – dije mientras me dirigía a la cocina para preparar café

- Y ya no puedo dormir – respondio levantándose

Mi primo usaba solo jeans ajustados y tenía estrellitas sobre los pezones, además de labial en la mejilla y el pelo lleno de gliter morado

- Luces como mafioso de los noventas – se burló sentándose en un banco

- Y tú como bailarina – dije señalando su pecho

- ¿Qué hicimos anoche?, no recuerdo cuando pegaron estas estrellitas – contesto

- Te los puso Alex, le dijiste que querías usar unos – me reí

- Pues duelen un carajo – respondio quitándoselos y poniéndolos sobre la barra

- Llevamos tres días en Las Vegas, y nos hemos divertido demasiado, tenemos la villa por otros cinco días, asi que esta noche de nuevo iremos por ahí, excepto por los cubre pezones – dije, tome uno y lo puse sobre el mío y sacudí mi pecho

- Eres un idiota – respondio empujando mi cabeza

- Dúchate y bajemos a desayunar – ofrecí

- Hecho, por cierto talla bien el labial de tu abdomen – señalo

- Lo hare – conteste y me quite la cosa esa – Ah, sí duele – me queje

- Te lo dije – contesto riendo

Terminamos de ducharnos y estuvimos más decentes, jeans, camisas, zapatos, bien peinados, no éramos los chicos con labial en el abdomen ni con pezoneras, éramos dos chicos decentes que bajarían a desayunar

Ordenamos y comimos bastante bien

- Señores Bearsley, esto es una cortesía del hotel – dijo un hombre y dejo una botella de champaña con una jarra de jugo de naranja

- Gracias – contestamos

Y el hombre nos sirvió a cada quien una copa

Desayunamos bastante fruta, omelette, panecillos, quesos, café, todo estaba muy fresco y delicioso.

- ¿Vamos de paseo y volvemos a la piscina? – pregunte

- Si, seria divertido – respondio mi primo

- Oye, ¿Ya estás listo para Yale? – pregunte mientras seguía poniendo queso a mi pan

- Si, no puedo creer que ya envié el cheque de la matrícula, llene el cheque yo mismo, lo puse en un sobre y lo envié, ya recibí la confirmación, el próximo otoño iré a Yale – respondio entusiasmado

- Me da gusto que todo vaya bien, la verdad es que Yale suena bien, aunque admito que debemos comenzar a pelear, Harvard y Yale son enemigos naturales – dije

- Entonces me alegro que el hotel tenga tu tarjeta y no la mía – contesto George

- Oye, escuche que tu hermano no ira a la universidad, ¿Por qué? – pregunte